Cada vez buscamos más la sostenibilidad en todo lo que compramos. Realizamos mejor la cesta de la compra para no llenar la bolsa de cosas innecesarias que pueden terminar en el cubo de la basura, nos compramos la ropa necesaria para no terminar con el armario lleno de prendas con la etiqueta, o utilizamos más el transporte público para descongestionar un poco esas carreteras llenas de ruedas y humo. Pero todo lo ecológico también ha llegado al cuidado de nuestro cuerpo, a la cosmética. Cada vez se consume más cosmética natural, sostenible, tanto en la compra de los artículos como haciéndote tus propias mascarillas desde casa con cosas que encuentras en tu despensa. Una industria en auge que debes empezar a conocer.
Cuando oyes o lees que algo es natural o ecológico tiendes a pensar que es beneficioso sí o sí, y no cabe duda que un producto que no ha sido procesado o modificado será mucho mejor que uno que sí ha tenido esas variaciones. El problema es que no todas las personas reaccionan de la misma forma, por lo que existen riesgos. Por ejemplo, puede existir una crema natural a base de nueces llena de beneficios que, si eres alérgico a este fruto seco, obviamente no vas a poder aplicártela por los problemas que pueda acarrear.
Sin darnos cuenta, nos hemos ido concienciando con el medioambiente y ya no usamos cualquier cosmético o producto para el cuidado de nuestra piel. No solo en su contenido, sino también con el envase. Antes de cualquier crema que pueda venir en un bote de plástico que no parezca muy reciclable, se prefiere que sean de vidrio, por ser mucho más fácil de reciclar o reutilizar y menos dañino con el planeta.
Además, las marcas se han ido adaptando a este nuevo pensamiento y compromiso social, adaptando sus productos o sacando líneas eco para atraer al público, tanto en mujeres como en hombres. Aquí no solo entra cómo está envasado o de qué esta compuesto, sino que entra toda la cadena de producción, desde la forma en la que se ha testado dermatologicamente para verificar que se puede utilizar sin problemas, hasta su proceso de elaboración. Si un cosmético lo venden como ecológico o sostenible, pero su producción no es la mejor para el medioambiente, el equilibrio se rompe.
Ya ves que para que tu crema de noche, tu aceite de cuidado para la barba o el champú que usas, si quiere catalogarse verdaderamente como natural o sostenible, debe comprometer a absolutamente toda su cadena de elaboración. Porque si hay algo que no le gusta al cliente, es que le engañen.
Como los expertos indican, todos los productos cosméticos que se exponen al público deben cumplir unas normas de seguridad mínimas para poder comercializarse. Por eso, si los cosméticos naturales se venden se sobrentiende que son seguros, lo que no quiere decir que sean mejor para ti. Cada piel es única y es prácticamente imposible que un producto, por muy ecológico que sea, le vaya bien a todas las personas. Todo depende del tipo de piel y las posibles alergias o reacciones que cada uno tenga sobre los compuestos.
Aún así, la cosmética natural suele ser la gran salvación para personas que sean intolerantes o tengan reacciones cutáneas a alguna de las sustancias químicas con las que se producen los cosméticos tradicionales. Aunque si tu caso es similar, antes de probar nada, es mejor pedir consejo a tu dermatólogo para que te ayude en la elección de un cosmético adaptado a tus circunstancias.
Y si antes hablábamos de que todo producto comercializado cumple con unas normas de seguridad, ¿por qué tendemos a buscar todo aquello que dice “sin”? Si han sido testados y no suponen un problema, no deberíamos preocuparnos. Pero lo cierto es que una mayor demanda de la cosmética natural en parte se debe a que algunas sustancias químicas como los parabenos o los sulfatos pueden producir alergias o irritación en algunos tipos de piel muy delicados.
La cosmética natural no es una simple moda, la sociedad ha cambiado el chip y, poco a poco, ha ido adquiriendo hábitos más sostenibles para el cuidado del planeta y de nuestro organismo. Tanto la cosmética natural como la tradicional son seguras, pero si te quieres asegurar al 100% que con lo que cuidas tu rostro ha tenido un proceso de elaboración completamente ecológico, no cabe duda que la natural es una opción perfecta para ti. Mujeres y hombres, da igual para quien sea, la oferta y la demanda de la cosmética natural crece cada día.