Depilación con cera para hombres, una opción dolorosa pero efectiva para decir adiós al vello
No es un simple tirón, pero sí un método muy eficaz para reducir el volumen del vello corporal
Antes de hacerlo en casa lo mejor es acudir a un centro estético para que te realicen la cera de la mejor forma
Hace solo unos años la depilación masculina podía estar hasta mal vista o ser un tema innombrable que solo era aconsejable para los deportistas y su comodidad. Pero en los últimos años parece que ha habido un gran avance. Mientras unos prefieren lucir su vello, otros simplemente lo recortan y una gran mayoría decide depilarse con cuchilla, crema depilatoria, láser o cera. Cada uno tiene sus preferencias, aunque la cera se ha convertido en una de las depilaciones más demandadas, y eso que no a todos los hombres les hace demasiada gracia, aunque ahora llega el invierno y la necesitan para poder llegar al próximo verano con el cuerpo bien depilado. ¿Duele tanto como se dice? ¿Tarda mucho el pelo en volver a salir? ¿Irá a menos el volumen?
El dolor, su principal hándicap
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La gran pregunta que todo hombre (y cualquier otro mortal) se hace ya la hemos planteado: el dolor. Muchos creen que la cera es un simple tirón de lo más suave, pero lo cierto es que no, ten en cuenta que la cera elimina el vello de raíz, por lo que es muy probable que en las primeras sesiones veas las estrellas, aunque todo va en relación a la sensación de dolor de cada persona y al tipo de piel y su sensibilidad. Aún así, en cada sesión el dolor suele ir menguando y si te pones en manos de especialistas en estética te aplicarán ciertos productos o técnicas que harán que ese tirón no sea tan desagradable.
Esta reducción del dolor tiene mucho que ver con el vello, pues en cada sesión el pelo se va debilitando. Ya te hemos contando que el pelo se elimina de raíz, así el folículo piloso pierde fuerza, el pelo se hace cada vez más fino o inexistente y el dolor va desapareciendo poco a poco. Así que si superas las dos primeras sesiones, el resto es pan comido y más que soportable para irte librando de ese vello que no quieres. Eso sí, al menos durante las primeras sesiones es importante no dejar de acudir cuando vuelve a salir el pelo para terminar de debilitarlo. De esta forma progresivamente se irá aumentado el tiempo entre las visitas al centro estético porque el pelo tarda más en salir.
Depilación completa
Las zonas para depilar el cuerpo con cera son infinitas. Quizá la principal sean las piernas, el lugar más frecuente para la depilación con cera. Los brazos hasta hace bien poco no era muy frecuente que se depilasen, pero cada vez más hombres deciden eliminar el vello de sus extremidades superiores por estética o comodidad. La espalda y los hombros son otras zonas muy comunes para usar la cera como método depilatorio y, además, son partes del cuerpo en las que el tirón duele mucho menos que en otras más sensibles. El pecho y abdomen, por el contrario, son zonas en las que se puede aplicar la cera, pero son partes en las que el dolor puede ser bastante notable al ser bastante delicadas.
Precisamente a esas zonas más delicadas nos vamos ahora. Con la cera también es posible depilar las ingles, el pubis y los genitales, unas zonas en las que se aconseja ponerse siempre en manos de un especialista porque el dolor puede ser bastante fuerte y son zonas muy sensibles. Algo parecido ocurre con los glúteos, una zona donde la piel es delicada y la cera se convierte en una buena opción al ser un método duradero e higiénico.
Cuida tu piel
El tirón no va a ser plato de buen gusto, por eso mismo es necesario tratar la zona tras la depilación con cera, especialmente aquellos hombres con pieles delicadas o que tienden a que el folículo se inflame. Por eso lo ideal es aplicar algún producto que permita cerrar los poros justo después de terminar la depilación. Tras ello, lo mejor es mantener la piel hidratada con crema, especialmente de aloe vera, que combata el enrojecimiento y el posible escozor.
De forma progresiva el dolor de las sesiones va a reducirse a la vez que el vello se vuelve más fino y el volumen es mucho menor. Si en las primeras sesiones en pocas semanas el pelo volvía a aparecer, según pasen tardará más en salir y, por tanto, más en tener que volver al centro estético a por una nueva sesión de cera. Un método efectivo pero con el que debes ser consciente de que habrá que sufrir un poco hasta conseguir los resultado que quieres. Ya sabes, para presumir, aun estando en invierno, hay que sufrir.