43. Es el número de músculos que tenemos en el rostro. Son con los que sonreímos, masticamos y nos expresamos. También son los mismos que, si no dejamos descansar y estirar, terminan causando arrugas y demás signos de envejecimiento en nuestra piel. Los meses de confinamiento han acelerado este proceso. El exceso de exposición directa a la luz azul que emiten los dispositivos, el estrés generado que ha causado que durmamos menos y peor y la falta de vitamina D, ha sido el cóctel perfecto para que nuestra cara esté peor que tres meses atrás. A partir de los 40 años nuestra piel pierde luminosidad y gana flacidez, crecen las bolsas y ojeras, pero se puede frenar. Ya te hablamos de los beneficios del yoga facial y ahora te descubrimos el Gua Sha, una técnica de la medicina tradicional china cuyo objetivo es drenar y desintoxicar la piel, reducir las líneas de expresión y conseguir un efecto lifting en pieles maduras.
El Gua Sha nació en la dinastía Ming, hacia el año 1368, y en Asia está considerada una de las técnicas faciales más efectivas para mejorar la circulación en el rostro. Consiste en friccionar sobre la cara una piedra específica realizando siete movimientos básicos. El material de esta suele ser jade que, según los principios de la medicina oriental, tiene propiedades calmantes y energizantes y suele ser efectiva para tratar bolsas y ojeras; o bien, cuarzo rosa que ayuda a eliminar toxinas, mejora la circulación y combate las arrugas.
La modelo Eugenia Silva, a seis meses de cumplir los 45 y entrar en el mundo Uppers, mostró, durante la cuarentena y a través de su Instagram, estas piedras con las que se ayudaba, dos o tres veces a la semana, para hacer sus ejercicios faciales. Con tres formas diferentes, una para cada zona, y con un aceite facial, enseñaba los movimientos básicos en cara y escote.
La clave de estos es la repetición y la presión. Cada movimiento debe realizarse tres veces. Empezando por el cuello hay que deslizar la piedra de arriba hacia abajo y de dentro hacia fuera, ejerciendo más presión en la zona inferior. De ahí se pasa al contorno facial, presionando con la piedra desde la barbarilla hasta la oreja, en ambos lados. Para los pómulos, con el lado de la piedra que tiene forma de corazón, se debe presionar desde la nariz hacia fuera, por debajo de los ojos.
Ahora hablemos de las cuatro zonas más castigadas por las arrugas y líneas de expresión. Empecemos por las líneas de marioneta, las que aparecen en la comisura de los labios. Esta zona de trata con movimientos diagonales desde el exterior del labio hasta la ceja. Para el código de barras hay que deslizar la piedra desde el centro hacia fuera, a ambos lados.
En el contorno de ojos, el movimiento debe ser ascendente hasta la sien y en la frente y entrecejo hay que presionar este último y llevar la piedra hacia el nacimiento del pelo. En la frente el movimiento es de dentro hacia fuera. Según explica Silva, a medida que vas realizando los ejercicios la cara enrojecerá, debido a una activación del flujo sanguíneo.
Las opiniones sobre la efectividad de estas técnicas a largo plazo son variadas. Varios estudios recogidos en la revista Healthline, publicación de referencia sobre temas sanitarios en Estados Unidos, aseguran que el Gua Sha no solo es beneficioso para reducir la inflamación si no que, además, ayuda a controlar los síntomas de la premenopausia como pueden ser el insomnio, la ansiedad, la fatiga, los dolores de cabeza y los sofocos. Sin embargo, Healthline reconoce que esta técnica puede explotar algunos capilares de la superficie de la piel y generar pequeños moratones o incluso hemorragias leves que desaparecen en un par de días.
Hablamos con María Kundanlal, responsable del área de estética de la clínica FEMM de Madrid y señala también este aspecto. "El riesgo de este tratamiento está en la presión que se ejerza al practicarlo, si es muy alta puede llegar a dañar nuestra piel. Pero es un tratamiento efectivo si lo que buscamos es una oxigenación de la piel. Se trata de un masaje que consigue activar la circulación facial".
La doctora Macrene Alexiades, una de las dermatólogas más prestigiosas de Nueva York y especialista en antiaging, lleva años utilizando este método y destaca que la clave de su efectividad está en "la temperatura y dureza" de las piedras con las que se realiza. Advierte, además que la presión se debe hacer de forma progresiva y las repeticiones deben ir aumentando con el paso del tiempo.
No obstante, dermatólogos y expertos hacen hincapié en que se trata de un tratamiento estético y no médico y por eso, ante cualquier afección o lesión cutánea, es de suma importancia acudir a un especialista.