Todavía hoy se pueden distinguir dos tipos de hombres coquetos según el cuidado que dedica a su piel. Los hay que son más de grooming (aseo)grooming y se conforman con ir limpios, limitando su ritual a afeitado, ducha, lavado de cara y poco más. Cuando recurren a una crema es porque observan una zona del cuerpo excesivamente deshidratada. Y los hay que, por el contrario, son más de mampering (cuidado exquisito del cuerpo)mampering. Estos últimos dedican a su piel la misma atención que al resto de su imagen y neceser abulta ya casi más que el de cualquier mujer. Forman legión y han hecho que el mercado de la cosmética masculina en España sea uno de los más potentes de Europa, según Stanpa, la asociación nacional de la perfumería y la cosmética.
El 41% de los usuarios de artículos cosméticos son hombres, si bien en cuanto a cantidad se quedan bastante atrás con respecto a la mujer. Compran una media de 16 productos al año, frente a los 30 que hacen ellas. Pero su interés es creciente. El 61% de los hombres españoles se sienten más atractivos cuando están arreglados y al 56% le resulta muy importante mantener su aspecto joven. En ello está influyendo, de acuerdo con Stanpa, la ampliación de la edad de jubilación y también su mayor sensibilidad ante su imagen personal. La población sénior, mayor de 55 años, es una de las que más está aportando al mercado. Personajes como David Beckham han impulsado este boom cosmético masculino.
Como consecuencia, el negocio no deja de ofrecer nuevas categorías y formatos, teniendo siempre en cuenta que la actitud del hombre frente a la cosmética sigue mostrando sus propias singularidades. La primera es que tienden a elegir productos de fácil uso y multifuncionales que simplifiquen todo lo posible su rutina. No les agrada nada eso de pringarse y, por eso, prefieren texturas ligeras. Les preocupa el envejecimiento de la piel, la caída del cabello y el cuidado de su barba. También las bolsas y ojeras forman parte de sus desvelos estéticos. En general, los productos para el rostro empiezan a ocupar un lugar preferente y se interesan por conocer qué necesita exactamente.
Los niveles de testosterona hacen que tenga una piel más fuerte y gruesa y, por tanto, con tendencia a producir grasa. Su densidad de colágeno es también mayor que en la mujer. Los hombres con piel grasa que tienen por costumbre echar mano de la crema super hidratante de su pareja ya se habrán dado cuenta de que no estaba hecha para ellos.
El envejecimiento masculino tampoco es igual que el femenino y esto se observa de forma muy acusada en el rostro. Gema Herrerías, farmacéutica y experta en Dermofarmacia, nos habla de ello y nos detalla, en primer lugar, por qué envejece nuestra piel: "Es un proceso biológico inevitable provocado por la suma de factores genéticos y ambientales, lo que conduce a una pérdida progresiva de la función y estructura cutánea en ambos sexos. Por una parte, la edad y la genética producen modificaciones endógenas llamadas cronoenvejecimiento o envejecimiento cronológico, que provocan una degeneración del tejido cutáneo. Por otra, están las modificaciones ambientales externas debidas a la exposición al sol, el tabaco, las altas temperaturas, la nutrición, el estrés, la falta de sueño y la contaminación ambiental".
Estos factores que menciona Herrerías desencadenan procesos moleculares que dañan la estructura de la piel, dando lugar a una apariencia envejecida. "Actúan por separado o interactuando entre sí, potenciando el proceso de envejecimiento que conduce a diferentes manifestaciones como son las arrugas, la flacidez y descolgamiento, alteraciones vasculares y de pigmentación, así como sequedad cutánea".
Se sabe que la menopausia en la mujer es un momento fulminante para la piel. ¿Qué ocurre con el hombre? ¿Existe un fenómeno vital igual de decisivo? "En él los cambios son más progresivos y el descenso de los niveles de testosterona masculinos es más gradual. Los síntomas no son claros, aunque se relacionan más con la pérdida de deseo sexual y disfunción eréctil, así como con los trastornos del sueño", responde la experta.
Teniendo en cuenta tal cúmulo de circunstancias, el objetivo ahora es actuar y detener la degradación de colágeno, elastina y ácido hialurónico de la piel, además de evitar el daño de los radicales libres en el envejecimiento. "En función de las necesidades en cada caso -advierte-, se seleccionarán, con ayuda de un profesional, los ingredientes cosméticos adecuados con actividad para prevenir el envejecimiento y en todos los casos se tomarán medidas preventivas para evitar la pérdida de colágeno, elastina y ácido hialurónico".
Herrerías recuerda, por último, la importancia de llevar un estilo de vida saludable para prevenir las agresiones externas y la higiene de la piel dos veces al día, previa a la rutina de cuidado diario. Destaca especialmente la protección solar diaria de amplio espectro, incluso para la luz azul, además del uso de un tratamiento antioxidante diario.