¿Te harías un injerto capilar con un robot? Así funciona la técnica que puede revolucionar el sector
Algunas técnicas de transplante capilar han evolucionado para ser más sencillas y menos invasivas, como la FUE
Ese tipo de injerto capilar ya puede realizarse a través de un sistema robótico llamado Artas
Su proceso monitorizado facilita la labor de los cirujanos capilares y mejora los resultados de los pacientes
Cada vez existe menos tabú sobre el trasplante capilar. Son los hombres los que más sufren la caída del cabello, unos 50 millones en todo el mundo, y muchos no están dispuestos a perder su cabellera, por eso recurren a clínicas especializadas para poner en manos de profesionales la recuperación de su pelo. Por lo general suelen ofrecerse dos técnicas: la FUE o la FUSS. Dependiendo del tipo de alopecia, cada profesional recomendará un tipo de injerto u otro de modo que se adapte a las circunstancias de cada persona. Pero lo que muchos no saben es que algunas de esas técnicas pueden verse mejoradas, como el trasplante capilar con sistema robótico.
Antes de nada, este sistema robótico permite a los cirujanos capilares mejorar la técnica, en concreto la FUE. Este tipo de injerto está considerado uno de los más avanzados y significa "extracción de unidades foliculares". ¿En qué consiste? Según la plataforma médica Top Doctors, FUE es "un tipo de trasplante de cabello que implica la toma directa de unidades foliculares individuales que pueden contener entre uno y cuatro folículos pilosos" de zonas donantes, siendo de esta forma una técnica poco invasiva.
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No es un método que se utilice para calvicies totales, más bien para alopecias más pequeñas que afectan a zonas concretas del cuero cabelludo, pero tiene la ventaja de que no deja cicatriz y la recuperación suele ser rápida. Ahora bien, ¿cómo puede implementarse en este proceso un sistema robótico?
Artas, el robot que revoluciona los trasplantes
Bien, ese sistema del que hablamos es Artas, un robot que muchas clínicas de cirugía capilar ya utilizan en los pacientes que desean realizarse un injerto capilar. Aún así, el proceso del trasplante es un trabajo en equipo entre los expertos y el propio robot, así que tu futuro cabello no estará exclusivamente en manos de una máquina, si es eso lo que te preocupa.
Por supuesto, siempre hay una parte de beneficios y otra de inconvenientes, por lo que sigue siendo necesario rasurar el cabello para comenzar el proceso y también requiere de anestesia local. ¿La parte buena? El robot Artas realiza la extracción de las unidades foliculares que luego serán implantadas en la zona afectada por la alopecia, y ese proceso de recogida se hace de forma más rápida, con menos molestias para el paciente y resulta mucho menos invasiva, por eso mismo son muchas las clínicas especializadas que ya han introducido esta técnica en sus ofertas de trasplante capilar.
¿Cómo funciona?
El sistema Artas siempre se personaliza en cada paciente según las características de la alopecia de cada cual, así como de la zona donante y la que va a recibir el implante. Con el uso de imágenes, el robot, con la ayuda de los profesionales, consigue una gran precisión. Todo comienza con diferentes fotografías del cuero cabelludo del paciente desde diferentes ángulos con el que se realiza un prototipo de cómo sería, aproximadamente, el resultado final. Un prototipo que se transfiere al robot.
A partir de aquí comienza todo, pues Artas es capaz de identificar en la zona donante las unidades foliculares adecuadas, siendo capaz de extraer unos 1.000 folículos, normalmente de la zona de la nuca, en solo una hora. Para este proceso se tensa la piel de la zona para mantenerla firme y que el robot pueda identificar los mejores folículos para la extracción. Desde aquí el proceso es muy minucioso y automatizado, pues con el brazo robótico la máquina se va guiando para realizar la extracción, siendo además capaz de frenar y detenerse si detecta problemas o que el paciente se ha movido mínimamente para volver a coger la posición exacta.
Tras la extracción, el equipo médico realiza una selección de las unidades foliculares recolectadas y son tratadas para el posterior trasplante en el paciente donde el robot va realizando pequeñas incisiones. Tras ello es normal que el cabello injertado se caiga en las semanas siguientes para que luego nazca el folículo definitivo, por lo que los resultados se obtendrían pasados los meses, consiguiendo un injerto capilar duradero y natural.
Además, el trasplante puede combinarse, si los especialistas así lo aconsejan, con inyecciones que favorezcan el crecimiento de los nuevos folículos a partir de la sangre del propio paciente de donde se recoge el plasma rico en factores de crecimiento para acelerar el proceso. ¿El precio? Todo dependerá de la clínica, la cantidad de pelo, etc., por lo que cada centro estipula una tarifa diferente según el caso.