Rudy Giuliani, el abogado personal de Donald Trump, vivió su particular 'Muerte en Venecia' -la famosa escena en la que Dirk Bogarde ve cómo la vida se le escapa a la misma velocidad con la que el tinte chorrea por sus sienes- mientras daba la rueda de prensa en la que intentaba justificar la causa que el todavía presidente de los Estados Unidos mantiene para probar que ha habido fraude en las elecciones americanas.
Los medios de comunicación han valorado la rueda de prensa de distintas maneras, pero lo que nadie ha pasado por alto ha sido el inoportuno goteo de tinte oscuro desde la frente a la mandíbula del abogado. Giuliani, efectivamente, 'sudaba tinta' ante una de las comparecencias públicas más complicadas de su carrera. ¿Cómo es de habitual este fenómeno? ¿Nos puede 'abandonar' el tinte como antes nos 'abandonaba' el desodorante? Para saberlo, hemos contado con el asesoramiento de Isabel Salomón, peluquera y responsable de Stylo, un salón de peluquería y belleza ubicado en Majadahonda (Madrid).
Sí y no. "Depende del pigmento. A todo el mundo que sude y lleve una coloración oscura le puede ocurrir que el tinte chorree", explica. Al margen del tinte, la transpiración es muy importante para la salud del cabello; especialmente, si somos deportistas o tenemos el cabello graso. Cuando se suda excesivamente, se crea una capa de agua y sal en el cuero cabelludo que hace que el pelo se seque y se debilite, dando lugar a la rotura de los folículos pilosos. El pelo seco puede 'expulsar' la coloración, pero lo peor es que el cabello pierde fuerza y tiende a caerse. Para las personas con problemas de calvicie es un factor añadido.
Este sí es un aspecto fundamental: ante un pelo deshidratado o desnutrido es más fácil que afecte negativamente cualquier otra circunstancia, desde el sudor, cualquier problema de salud como, por ejemplo, la caída de cabello masiva que ha afectado a los pacientes de coronavirus, o la mala calidad de los productos que utilicemos.
En el estado del cabello también es muy importante que la limpieza sea eficaz y que elimine los productos y desechos que lo estropean. En el lavado ideal, se recomienda una primera aplicación de champú neutro para hacer la limpieza profunda del cuero cabelludo. A continuación, puede aplicarse un combinado de champú específico para el tipo de cabello y, si es largo, acondicionador en medios y puntas. Cuando está hidratado el pelo retiene el pigmento del tinte sin ningún problema.
Sí. Y mucho. A peor calidad del tinte, menos fijación y, por tanto, más posibilidad de escapes. Los mejores tintes poseen ceramidas y queratina que contribuyen al cuidado del pelo. Los que tienen mayor proporción de aceites también se adhieren mejor a la cutícula, además de ser más respetuosos con el cabello. "La calidad del tinte es fundamental. Un buen producto siempre va a dar menos problemas", afirma Salomón.
La buena coloración no solo queda bien al momento de dárnosla, sino que evoluciona y se integra bien en nuestro cabello tras unos cuantos lavados. "Los tintes más oscuros siempre tienen más riesgo de que chorreen", explica esta profesional. Los tonos rojizos son los que suelen soltar más pigmentos, incluso aunque no se sude. No es raro que sigan desprendiendo tono durante las primeras semanas de tinte. Para evitarlo, es mejor utilizar agua tibia durante el lavado e hidratar el pelo. El agua caliente es uno de los enemigos de cualquier coloración, ya que disuelve el color.
En principio, la aplicación no es determinante, pero sí hay que tener en cuenta que si se utiliza un tinte con aceites, necesitamos usar más producto. El aceite es un agente hidratante que admite menos pigmento que sustancias como el amoniaco. Un tinte con óleos cuida más el pelo, pero tiñe menos, así que hay que emplear más cantidad. En caso contrario, el tono obtenido será más claro y, con frecuencia, adquiere una tonalidad anaranjada. Los tintes con amoniaco también tienen su manual de uso: si 'emborrachamos' la cana por exceso de producto, corremos el riesgo de que el pelo rechace el tono, no cubra y se quede en la superficie del pelo.
El cabello masculino no es más propenso a rechazar un tinte respecto al femenino. Sin embargo, el uso de algunos productos para el peinado sí puede jugar en contra de la coloración; entre ellos, el agua para peinar, una costumbre arraigada en los hombres de más edad; el uso de algunas gominas y espumas y productos de coloración rápida mal empleados. En este último caso se incluyen los sprays de color, los rímels de pelo, las espumas colorantes y los maquillajes capilares utilizados para disimular canas y calvicies.
"Podemos evitar que el tinte caiga poniendo una barrera física, como una protección de vaselina en el nacimiento del cabello”, asegura esta peluquera. Antes de eso, lo primero es utilizar productos de coloración de calidad y emplearlos según las proporciones justas. Lo segundo es cuidar el cabello hidratándolo y haciendo una buena rutina de lavado. Y lo tercero es evitar el agua en el peinado, sobre todo cuando utilizamos sprays o coloraciones temporales.
Según Isabel Salomón: "parece que lo que Giuliani ha usado es una espuma de color, incluso unas 'espinas' de color. Las espinas siempre chorrean en cuanto se suda". Este tipo de coloración se hace mezclando el polvo de la planta espina de Cristo con agua y otros agentes que logran teñir de manera no permanente. Se usan, sobre todo en las peluquerías masculinas. "Son rápidas de poner, pero se van con agua y sudor", explica la estilista. Como prueba, el pelo del abogado de Trump durante su atribulada rueda de prensa.