Rutina de cuidado facial masculina para lucir una piel madura impecable y libre de grasa
El paso del tiempo es inevitable para todos, pero con una buena rutina facial podemos mitigar sus signos
El paso del tiempo es inevitable para todos, pero cumplir años no implica, necesariamente, aparentarlos. A pesar de que no se ha descubierto ningún tratamiento mágico para eliminar los síntomas del envejecimiento en nuestra piel, mantener una buena rutina facial puede mitigar sus efectos, tanto si somos hombre o mujer.
Porque, sí, por mucho que los anuncios de cremas y tratamientos antiedad suelan estar protagonizados por mujeres, lo cierto es que los hombres también pueden tener arrugas, manchas y bolsas, patas de gallo y ojeras en torno a los ojos. Si quieres que tu rostro siga pareciendo joven y terso, aquí tienes una guía que te ayudará a quitarte unos años de encima.
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Mantén una buena limpieza
Es el primer paso, y también el más importante. De poco sirve invertir en productos antiedad si no tenemos una buena higiene facial. Independientemente del tipo de piel que tengas, a la hora de cuidar nuestra piel es indispensable que nos lavemos correctamente el rostro para eliminar las células muertas, el sudor, los restos de cremas y maquillaje, la suciedad acumulada por la contaminación y otras partículas nocivas, y es importante que lo hagamos tanto por la mañana como por la noche.
Para ello, deberemos utilizar un producto facial adecuado y masajear nuestra cara a primera y última hora del día. Los jabones y geles del cuerpo no sirven en este caso, así que apuesta por geles limpiadores especialmente pensados para tratar la piel del rostro. Además, para completar la limpieza y preparar nuestra tez para los cuidados posteriores, usa tónicos faciales, un producto que revitaliza, aumenta la luminosidad y equilibra el PH de nuestros tejidos y que nos ayudará a cerrar los poros y eliminar las impurezas que puedan haberse quedado en la fase de lavado.
Presta atención al contorno de tus ojos
La zona de los ojos es una de las que más acusa el paso del tiempo. La contracción de los músculos de los párpados, unido a que la piel de los ojos es mucho más fina y sensible que la del resto de nuestro rostro, provoca que con el paso del tiempo vayan surgiendo distintos problemas capaces de entristecer nuestra mirada y de delatar nuestra edad con un solo vistazo.
Para combatirlos, es fundamental que, después de lavarnos el rostro, empleemos un buen contorno de ojos que pueda hidratar específicamente esa zona y mantener la cantidad de colágeno. No solo nos servirá para acabar con las patas de gallo, sino que nos ayudará a reducir las bolsas y ojeras. Eso sí, aplícalo en pequeñas cantidades, utilizando el dedo anular y dando toques muy suaves en movimientos circulares. Esta zona es muy sensible, así que trátala con delicadeza.
Utiliza sérum
El sérum, también conocido como suero cosmético, es una fórmula de textura líquida y fluida con una alta concentración de activos que pueden penetrar en las capas más profundas de nuestra piel, retrasando el envejecimiento y potenciando el efecto de otros tratamientos faciales, como las cremas reafirmantes o antiarrugas.
Dada su composición, este producto puede ser nuestro gran aliado si queremos tener una cara radiante pasados los cuarenta, por lo que no dudes en incluirlo en tu rutina facial. Utilízalo a primera y última hora del día, por todo el rostro y el cuello y antes de los tratamientos hidratantes. En el mercado hay una gran variedad de sérums, por lo que podrás elegir el que más se ajuste a tus necesidades.
Hidrata tu piel
Si queremos lucir una piel sana y joven, debemos hidratar nuestro rostro a diario para mantener su elasticidad, evitar la sequedad y retrasar la aparición de arrugas. Puedes utilizar tanto aceites como cremas, pero, a la hora de elegir, es importante que encuentres una fórmula que se adecue a tu tipo de piel. Los productos para pieles grasas no actuarán igual en pieles más secas, y viceversa, así que tenlo en cuenta. Además, es recomendable que tengamos dos tipos de cremas o aceites: uno para el día, y otro para la noche.
Protégete del sol
Según los expertos, aproximadamente el 80% de los signos de envejecimiento en la piel aparecen por culpa de la radiación solar. Por ello, es imprescindible que nos protejamos del sol durante todo el año, incluso en las épocas más frías. A pesar de que las temperaturas bajen en otoño y en invierno, los rayos UVA siguen siendo igual de potentes, así que no te descuides y utiliza el fotoprotector todas las mañanas.