Solo un año para desarrollar una vacuna ante un virus de altísima propagación. Los plazos de han acortado de manera prodigiosa, pero esa misma rapidez influye en el desarrollo de las vacunas. Gracias a la fármaco-vigilancia, vamos conociendo qué aspectos son importantes en la mejora de estos antídotos de nueva generación. Uno de los últimos es su interacción con los pacientes que llevan implantes de ácido hialurónico. Como en cualquier otro asunto relacionado con nuestra salud, es un parámetro más del que médico y paciente deben estar informados. Para conocerlo a fondo, hemos hablado con la doctora Petra Vega, presidenta de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME).
Los implantes de ácido hialurónico no aparecen como contraindicación en ninguna de las fichas de las vacunas que se están administrando, aunque sí hubo incidencias durante el periodo de ensayo. "La FDA [Food and Drug Administration, la institución norteamericana equivalente al ministerio de Sanidad] detalló tres casos de reacciones adversas frente a las 32.000 vacunas administradas de Moderna", señala Petra Vega.
La facultativa señala que algunos casos quizá no se han reportado por ser muy leves. En su opinión, ninguno de estos efectos colaterales debe ser un factor que paralice una vacunación: "la infección por Covid puede desencadenar otras enfermedades más peligrosas que estas reacciones. El coronavirus se para con una vacunación alta que impida ingresos hospitalarios u ocupación de UCIs o que otras enfermedades graves, como el cáncer, no puedan tratarse por la alta ocupación hospitalaria", advierta Petra Vega.
La reacción de la vacuna al ácido hialurónico puede originar una reacción inflamatoria retardada, pero no es el único caso en que esto ocurre. "Esta reacción puede darse con la vacuna de la Covid, con la de la gripe, con otras vacunas y con las propias infecciones, como pueden ser el mismo coronavirus, un flemón, un resfriado o incluso unas simples anginas", explica esta doctora.
El conocimiento de la comunidad médica de estas reacciones es reciente. En 2003 empezaron a documentarse algunos casos, más frecuentes en pacientes con implantes permanentes. Los avances de la medicina estética en la calidad de los materiales ha sido determinante para que, en palabras de la presidenta de la Sociedad Española de Medicina Estética, "los casos de reacciones sean raros y de fácil resolución".
En la actualidad, los rellenos se hacen con biomateriales que se absorben, en el caso del ácido hialurónico no temporal, entre nueve y 18 meses. Este tipo de ácido es el que tiene mayor reticulación (cuanto más reticulado, más duración) y suele inyectarse en los pómulos. Para los labios y las ojeras, se utiliza un hialurónico más fluido.
Respecto a las posibles reacciones graves, aún no hay constancia de que se haya producido ninguna y algunos expertos afirman que tendría que haber previamente una predisposición genética del paciente. "Tenemos tan pocos casos reportados que no podemos afirmar nada con rotundidad. A medida que sepamos más, podremos hacer una estadística", explica Vega.
"Después de recibir la vacuna, el relleno puede mostrar una reacción hinchándose, poniéndose rojo, con sensación de irritación o picor o con el desarrollo de pequeños bultos o pápulas”, señala esta experta.
¿Qué hacer en este caso? Acudir a la consulta del médico que nos ha tratado, según explica Petra Vega: "el paciente debe dirigirse al médico que le ha puesto el relleno para que le administre corticoides orales. Si en unos días no remite o según las necesidades del paciente, puede inyectársele hialurinasa, el antídoto del ácido hialurónico que puede deshacer los nódulos".
Aunque a menor velocidad que en otros países de nuestro entorno y pese a la paralización de la vacunación con Astra-Zeneca, la campaña sigue avanzando. Lo habitual es que llamen para vacunarse con un día de antelación, ¿cuál es nuestra situación si llevamos algún tipo de relleno?
"Habría que intentar retrasar la vacunación 15 días al menos. Y si una vez vacunado, se nota cualquier cosa, hay que acudir a consulta. Esta salvedad ya está incluida en el consentimiento que hay que firmar ante una intervención de este tipo", explica la doctora Vega.
En este caso depende de si ya has completado o no el proceso de vacunación. Es decir, de si ya te has puesto la primera dosis o ninguna. Si no has recibido ninguna dosis, te sometes al implante y te llaman para vacunarte, como en el caso anterior, habrá que retrasar la vacunación al menos 15 días.
Si ya has recibido la primera dosis, el protocolo cambia: "en este caso antes de hacer el implante hay que dejar pasar entre tres semanas y un mes", concluye esta facultativa.