La última tendencia en terapias de bienestar es la vida salvaje. Volver a los orígenes, a la experiencia ancestral, nos permitirá, según indican sus adeptos, sacarnos el mejor partido, tanto físico como emocional. Para los amantes del modo de vida salvaje, no aferrarnos a las comodidades y pasar cierta necesidad promueve la salud, ya que el cuerpo humano, incluso en el siglo XXI, está diseñado por repeler a los depredadores que amenazan la vida. Pero hoy los depredadores son distintos, no tenemos que escapar de una muerte inminente. Digamos que tenemos una poderosa maquinaria física infrautilizada. Y eso nos produce ciertos trastornos.
Brian Johnson o Liver King en Instagram es uno de los principales referentes de esta corriente. El 'rey del hígado' congrega a 1,2 millones de seguidores en esta red gracias a una presencia poderosa (los uppers recordarán a He-Man) y un mensaje arrollador: "El hombre es el peor depredador entre los mamíferos. Pero existe una manera de compensar este fallo honrando el legado salvaje, poniendo en práctica todo lo que el mundo moderno ha dejado de lado". Te contamos cómo, según Johnson.
Para Liver King, el primer principio de la vida ancestral es dormir. Es lo que regula todo lo demás porque es el momento en que el cuerpo y el cerebro se detoxifican, se recuperan y se reconstruyen. Se puede estar varios meses sin alimento, algunas semanas sin beber, pero solo podemos resistir unos pocos días sin dormir.
Para favorecer el descanso, levántate pronto por la mañana, intenta que sea siempre a la misma hora, y toma el sol. Esto servirá para regular los ritmos del sueño. Cena tres o cuatro horas antes de ir a la cama. Celebra el momento del ocaso como la señal de que es hora de desconectar. Si puedes, a partir del anochecer, utiliza gafas con cristales que bloqueen la luz azul y evita móviles y todo tipo de pantallas. El objetivo es que el cerebro deje de pensar que es de día y, por tanto, debe estar activo.
En el mundo moderno, preferimos comer alimentos procesados y la carne del músculo de los animales, en detrimento de las partes más nutritivas como el hígado y el tuétano.
Para Brian Johnson, estos alimentos son los que nos hicieron evolucionar como especie hace dos millones de años y deben seguir siendo prioritarios en nuestra dieta. "Tira toda la comida procesada y las semillas, y empieza a incorporar los alimentos completos, de la cabeza a las patas: hígado, tuétano, corazón... utiliza los huesos para hacer sopas... Así tendrás la mejor versión de ti", explica en su web.
La idea de hacer ejercicio del mundo moderno no tiene nada que ver con el ejercicio de nuestros ancestros. Para Liver King el ejercicio es obligatorio todos los días de la semana, tres veces al día (mañana, atardecer y noche), al menos durante 30 minutos.
Asegura que nunca desayuna si no ha realizado esta rutina de media hora y siente que "realmente se lo merece". Los ejercicios son variados y extremos: caminatas de resistencia, pruebas de fuerza (con cadenas, pesas...), escaladas, maratones... El objetivo es llevar el cuerpo al límite e incrementar la potencia muscular. "Superar lo más duro nos sitúa en el centro de nuestro propósito y nos acerca a la felicidad".
Como nuestros ancestros, tenemos que protegernos del peligro. Pero, en vez de huir del león de la sabana, tenemos que escapar de la wifi, los alimentos procesados y el resto de peligros de la vida moderna, encarnados en tóxicos que emanan de muebles, objetos de la vida cotidiana (por ejemplo, los colchones) y los productos de limpieza.
Para lograrlo, Liver King propone algo tan sencillo como colocar plantas en los espacios de nuestra casa para que neutralicen las emisiones tóxicas y produzcan aire fresco. Entre otros actos protectores, también aconseja evitar el alcohol y el consumo de sustancias o productos energizantes, por ejemplo, los esteroides que asegura no tomar.
Las 24 horas, siete días a la semana, los 365 días del año. La corteza terrestre nos proporciona una carga negativa beneficiosa para nuestra fisiología. Por eso, terapias como la de grounding, earthing o andar descalzos puedan otorgar beneficios para nuestro cuerpo.
En opinión de Liver King, ir en zapatos, especialmente si tienen suelas de goma, coger transportes o dormir elevados impiden esta recarga. Con solo caminar descalzos o abrazar a un árbol, lograremos dormir mejor, reducir la tensión arterial y bajar la inflamación crónica. "Si no lo crees, prueba cada día 10 minutos y notarás la diferencia", explica en su web.
Las comodidades no son buenas para el organismo. Ante el menor frío, nos abrigamos o subimos la calefacción, pero nuestros ancestros estaban sometidos al frío continuamente. Gracias a ellos, hemos desarrollado un tipo de grasa parda que promueve la termorregulación. Tenemos 60.000 capilares que reaccionan a la temperatura contrayéndose o dilatándose; se trata de un ejercicio interno continuo muy beneficioso para nuestro metabolismo.
Según Liver King, nuestro potencial de salud se desarrolla ante el frío por esta resistencia ancestral que tenemos escondida en nuestro ADN. Entre los beneficios del frío, la mejora del sistema inmunológico y del circulatorio.
El sol es nuestra principal fuente de vitamina D. Este micronutriente mejora la salud, el sistema inmune y previene la osteoporosis. La vitamina D se sintetiza con el sol del mediodía y trabaja de manera sinérgica con la vitamina A y K. Combinadas con minerales esenciales como el magnesio, el zinc y el calcio, son vitales para nuestras funciones metabólicas y para el buen estado del tiroides. El sol, además, regula nuestros ritmos circadianos; es decir, nos ayuda a descansar.
Para lograr estos beneficios, y de acuerdo con la medicina tradicional, lo ideal es tomar el sol al menos 20 minutos sin fotoprotección, aunque Liver King no habla de protectores solares; sin duda, irreconciliables con la vida salvaje.
Nuestros ancestros evolucionaron luchando, cazando, protegiéndose de las amenazas, perseverando y, de vez en cuando, ganando. Es cierto que muchas otras veces morían, pero los supervivientes lograron mejorar la especie. Cuando ganamos, recibimos una recompensa cerebral el forma de dopamina y andrógenos.
En la vida moderna no hay muchas oportunidades para ponernos a prueba de manera real. Para Liver King, tenemos que tener el coraje necesario para luchar por algo en lo que creamos, que nos haga tomar riesgos y elaborar las estrategias que nos conviertan en ganadores. Él mismo lo dice de manera gráfica: "Busca las oportunidades que te permitan liberarte de la mierda que te rodea".
Desde el nacimiento de nuestra especie, los hombres comprobaron que formar parte de una comunidad garantizaba la seguridad. Empezaron a proteger la tribu cazando y vigilando, construyendo refugios y desarrollando herramientas, pero también criando a los suyos en un ambiente de cariño, mediante rituales que fortalecieran los lazos.
Esta estrategia de comunidad fue vital para que nuestros ancestros murieran o sobrevivieran. Miles de años después, el hombre sigue necesitando vínculos para sentirse sano, feliz y en plenitud de facultades. Basta con pasar tiempo de calidad con nuestros amigos y seres queridos. Disfruta del presente, señala Liver King, un concepto supuestamente ancestral que se mantiene con plena vitalidad en la psicología moderna.