Sapiens o neandertal: ¿quién fue el primero que comió marisco?
Un estudio arqueológico revela que lo que parece una anécdota supone un cambio notable en las investigaciones
Los neandertales consumían enormes cantidades de bueyes de mar y todo tipo de pescado
La mala noticia, desde el punto de vista científico, es que la dieta no es el hecho diferencial que separa a neandertales de sapiens
La palabra 'lujo' no es la que más se asocia a la Prehistoria. Nuestro concepto de lujo es la antítesis del hombre primitivo, y, sin embargo, algunas cosas que hoy consideramos lujosas estaban integradas en sus vidas. Y quien dice vida, dice en la vida de un neadertal.
Desmontando mitos
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Hasta la fecha, se asumía que los neandertales subsistían hurgando en los cadáveres de animales de caza mayor. Eran una especie de carroñeros con habilidades. Pero una reciente investigación arroja otra luz. Y el marisco es la prueba, además de otras criaturas de los mares. En 2019, el equipo del paleontropólogo portugués João Zilhão decubrió en la cueva de Figueira Brava, al sur de Lisboa, los neandertales no eran meros supervivientes, sino que se nutrían de alimentos que no parecía posible que comieran. La idea de que los neandertales no consumían este tipo de productos se basaba en que no había demasiadas pruebas arqueológicas que permitieran pensar lo contrario. Al fin y al cabo, la ciencia se construye cuestionando lo preestablecido, así que lo encontrado en la cueva portuguesa necesitaba una investigación más minuciosa.
Marisquerías prehistóricas
Esa investigación se ha hecho y se ha publicado en la revista Frontiers in Environmental Archaelogy. El estudio, liderado por Mariana Nabais, del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social, demuestra hasta qué punto el marisco era un alimento habitual.
Lo más sorprendente es la enorme cantidad de bueyes de mar que se consumían, ejemplares de gran tamaño, en torno a los 16 centímetros de media y unos 200 gramos de carne, que hacían las delicias de los neandertales, que no se limitaban a comerlos crudos. El análisis de los restos muestra que las fracturas no eran accidentales ni estaban producidas por otros animales. Se trata de cortes practicados para llegar a la carne. También se han examinado restos de algunos caparazones, muchos de ellos quemados. La conclusión es que los pasaban por fuego, en un tipo de cocción que hoy podríamos asimilar a la barbacoa.
Otro mito desterrado
El descubrimiento desmonta la idea de que el pescado y el marisco estaban asociados a niveles altos de desarrollo cognitivo, incompatibles con los neandertales, y que fue, incluso, uno de los factores que propiciaron el éxito del sapiens.
La mala noticia es que sigue sin conocerse el hecho diferencial de por qué los sapiens terminaron imponiéndose. La dieta no supuso ninguna diferencia para las distintas especies. Las investigaciones afirman que el estilo de nutrición no era tan básico y sí bastante variado (incluso algo lujoso). Lo gracioso es que quizá, en aquella lejana era, algunos de nuestros ancestros ya tenían ácido úrico.