¿Por qué no debes echar agua fría en la sartén cuando está caliente?
Al terminar de cocinar es inevitable que los alimentos dejen restos en la sartén de modo que la dejamos dentro de la pila y abrimos el grifo del agua fría
Ese acto reflejo con el que queremos evitar accidentes por quemaduras y facilitar la limpieza de la sartén es contraproducente
¿Cómo recuperar el antiadherente de una sartén que se pega?
Decantarse por un juego de sartenes para casa ya es bastante difícil, hay demasiados tamaños, características, materiales, modelos y precios, así que una vez elegido conviene aprender a cuidarlo para que dure. A veces cometemos errores por inercia o costumbre que dañan las sartenes disminuyendo su durabilidad. Uno muy común es meterlas en la pila para enfriarlas bajo el grifo nada más terminar de cocinar con la idea de facilitar su limpieza. En Uppers vamos a explicar por qué no debes echar agua fría en la sartén cuando está caliente.
El precio de una sartén depende en su mayoría de los materiales y del proceso de fabricación. Se comercializan de aluminio, acero inoxidable y hierro revestidos con un material antiadherente. La mayoría son de aluminio, que soporta la temperatura, es ligero y es resistente. La durabilidad es proporcional a la calidad del producto si se trata adecuadamente.
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Se fabrican en aluminio estampado, que son las más finas y livianas, pero el uso y el calor las deforma bastante deprisa. También se producen de aluminio forjado para aumentar la resistencia e incrementar su tiempo de vida útil. Otra opción es el aluminio fundido que aumenta la conductividad, la resistencia y la durabilidad.
El material antiadherente que se suele emplear es el Teflón. La marca Dupont ya no incluye en su fabricación el PFOA, el ácido perfluorooctánico, por su toxicidad. Tanto el Teflón actual como otros antiadherentes que se usan son de PTFE (tetrafluoroetileno), que no presenta problemas de toxicidad, siempre que no se sobrepasen entre los 250º y los 270ºC. Tales temperaturas no se alcanzan a la hora de cocinar porque se queman y se desnaturalizan los aceites además de que se alteran los nutrientes.
Este compuesto es excelente como antiadherente, pero hay que ser cuidadoso en el trato de la sartén porque se deteriora con facilidad. Por este motivo es importante tenerlo presente tanto a la hora de cocinar como en su posterior limpieza.
En ocasiones se quedan pegados ciertos alimentos y hasta se incrustan. En otras, tras freír una patatas fritas y traspasar el aceite sobrante a un recipiente para su posterior reciclaje, la grasa sigue adherida. Muchas veces se deja la sartén dentro de la pila y todavía caliente se abre el grifo del agua fría con la intención de bajar esa temperatura y evitar quemaduras. El acto llega a ser hasta reflejo sobre todo si hay niños pequeños en casa que todavía no son conscientes de los peligros en la cocina.
A los materiales de las sartenes les afecta el choque térmico
Los fabricantes aconsejan no echar agua fría en la sartén cuando está caliente en ningún caso porque, además de reducir su vida útil, esta acción afecta directamente a su funcionamiento correcto. El problema es que el agua en frío genera un choque térmico demasiado brusco con el material de la sartén recién retirada del calor. A la vista se produce una gran humareda blanca, intensa y espesa y un chisporroteo. Es como si se estuviera cocinando de golpe todo el chorro de agua.
Esa agua tan fría provoca que los materiales de los que se compone la sartén reduzcan demasiado rápido su temperatura. Con el calor se produce una expansión, sin embargo, con el frío se contraen. Al exponerlos a esa reacción de forma abrupta se corre el riesgo de que se deformen con lo que la base puede hasta desnivelarse de modo que al cocinar no percibirá el calor por igual en toda la superficie. Ese frío repentino del agua también agrieta el material e incluso se desprende el revestimiento antiadherente, que después se traslada a la comida, aunque a simple vista no se perciba.
Cómo enfriar una sartén
La forma de enfriar la sartén de forma correcta para que se mantenga en buen estado es con una dosis de paciencia. Es necesario esperar a que su temperatura baje gradualmente a temperatura ambiente lejos del alcance de los niños. Se puede dejar en la misma placa de cocinar si es de gas o de inducción o sobre una base para no quemar las superficies de trabajo y las encimeras. Una vez se haya enfriado ya se puede lavar. También se recomienda no meterla en el lavavajillas porque la sal es agresiva con el antiadherente. Lo adecuado es usar una esponja sin estropajo y un jabón no agresivo para fregar a mano.
Otros consejos para el cuidado de las sartenes y alargar su vida útil es usar utensilios de cocina de madera o de silicona, calentarla con aceite o líquido, nunca en vacío, al igual que colocar algún protector entre cada sartén si se guardan apiladas.