Así es el primer buffet libre de tapas: en Barcelona y bajo reserva
El restaurante libre de Limbo ofrece un buffet libre de tapas los fines de semana bajo reserva
Es un espacioso y cómodo restaurante con una cocina de fusión
El buffet más lujoso del mundo está en Francia
Los restaurantes buffet libre son el sueño hecho realidad para muchos, sobre todo de los que comen a mandíbula batiente y sin ningún pudor, y es que pocas personas pueden resistirse ante la variedad de alimentos ofrecidos a un precio tan interesante.
Actualmente se considera una variedad del fast food, aunque sin límite puede comerse todo lo que el cuerpo aguante. Existen varios tipos de buffet, el más conocido es el del desayuno, y muchos de los hoteles de hoy en día cuentan con él.
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Hace poco, un restaurante de Barcelona, Limbo, ha abierto un buffet libre de tapas los fines de semana. ¿Nos acompañas?
Buffet libre de tapas los fines de semana
Limbo es un "restaurante de cocina mediterránea y club nocturno dónde se esconden las delicias de la gastronomía mediterránea y el pecado de la fiesta", o eso dicen desde su web. Pero es que además, se trata del primer buffet libre de tapas en Barcelona. Hay hasta 25 platillos diferentes a elegir. Lo hacen los domingos de 13h a 20h y es bajo reserva.
Algunas de las tapas que ofrecen son: huevos cabreados, jamón ibérico, burrata, ensaladilla rusa, entrecot, patatas bravas, pan de coca , lomo de sardina, pimientos de padrón, crujiente de brie , surtido de quesos, croquetas de jamón, tortilla de patatas, tortiglioni con salsa de queso - nueces y trufa, ravioli de carne con tomate y parmesano , queso fundido, fingers de pollo, steak tartar… ¡hasta croquetas de paella con gamba!
Cuesta 24,90€ por persona, con opción de sentarse en la terraza. El tiempo máximo por mesa es de 2 horas y es importante comer con responsabilidad y pedir solo lo que te vayas a comer. El restaurante está ubicado en el número 3 de la calle de Sant Agustí, en el barrio de la Vila de Gràcia.
Como sacarle el máximo partido al buffet libre
- Piensa lo que quieres comer. La regla básica es contenerse en la medida de los posible. Es decir, no llegues allí como un pollo sin cabeza para meterte en la boca todo tipo de comida sin un control, sin pensar lo que realmente te apetece. Normalmente, nuestro apetito se decanta por una comida en concreto. Sé fiel a ese sentimiento. En primer lugar, revisa todas las opciones que tengas y coge los platos que más te apetezcan. Un truco para no caer en la tentación y romper este principio es sentarse de espaldas al buffet porque así no tendrás la posibilidad de ver lo que está pasando.
- Calma tus ansias. La ansiedad es el principal enemigo para las personas que acuden a este tipo de restaurantes. Para salir airoso de esta situación de estrés debes comenzar por los aperitivos y entrantes que más te gusten siempre cogiendo una porción mínima de cada uno. Así conseguirás reducir tu apetito a lo largo de la comida. Recuerda: los expertos recomiendan dejar de comer antes de tener el estómago lleno puesto que hacer lo contrario aumenta la ganancia de peso.
- El tamaño es importante. Hacer raciones razonables son otro elemento importante. No cargues los platos hasta arriba y escoge el más pequeño que haya en el buffet (si es de postre mejor que mejor), así te obligarás a reducir el tamaño de las porciones y comerás menos.
- Rompe los hábitos. Cuando comemos en nuestra casa nuestros platos principales son abundantes e incluyen carne o pescado y pasta o arroz, pero en un buffet jamás hagas eso. Si quieres disfrutar de todas recetas come un poquito de cada una y no te hinches con una.
- Olvídate de las prisas. Como norma general, este tipo de restaurantes provocan en el comensal una urgencia incontrolada por querer probar todo lo que hay ante sus ojos. Esa ansiedad hace que no mastiquemos correctamente; un hecho que trae consecuencias nefastas para nuestro organismo: gases, dolores estomacales y una digestión lenta y pesada. Respira profundamente y no tengas prisa por comer puesto que nadie te quitará tu comida.