El truco de Chicote para quitar las espinas al salmón
El salmón se caracteriza por ser una buena fuente de proteínas, además de contener ácidos grasos omega-3, vitaminas y minerales esenciales para el cuerpo
Las pinzas, un bol con agua y no tirar de la espina hacia atrás son las claves para conseguir un salmón sin espinas
El plato con el que Alberto Chicote enamoró a su mujer
Uno de los alimentos que se han popularizado por su aporte a una dieta saludable y equilibrada es el salmón, gracias a su versatilidad y beneficios para el organismo. En la actualidad, son cada vez más los nutricionistas que recomiendan integrarlo en la alimentación, ya que su composición lo hace ideal para todo tipo de dietas.
El salmón se caracteriza por ser una buena fuente de proteínas, además de contener ácidos grasos omega-3, vitaminas y minerales esenciales para el cuidado de la salud.
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Además, su excelente sabor son muchas las personas que lo incorporan en su dieta de manera habitual, le problema llega cuando hay que quitarle las temidas espinas.
A pesar de que las espinas del salmón son bastante grandes y, por lo tanto, es difícil que nos traguemos alguna sin darnos cuenta, lo mejor es dejarlo bien limpito antes de que llegue a nuestro plato. Muchas son las recomendaciones para sacarlas, pero el truco definitivo llega de la mano de Chicote.
Con agua, pinzas y a favor de la espina
El truco más efectivo es el que propone Alberto Chicote en uno de los vídeos de su canal de YouTube para eliminar las espinas del salmón es sencillo, pero debemos de tener el material adecuado. "Muchos tendréis en casa ya unas pinzas para quitar espinas [...] antes era una cosa muy rara pero ahora ya es muy común", arranca la explicación l chef.
Para evitar que las espinas caigan en lo que estamos cocinando es fundamental dejarlas en un bowl con agua para poder tirarlas al terminar con las temidas espinas. Además, al dejarlas se aprovecha para limpiar las pinzas.
Quitar las espinas del salmón es sinónimo de depilarlo y dejarlo destrozado. "A la hora de sacar las espinas no las cogemos y tiramos en el sentido contrario porque entonces desgarramos la carne; lo que hacemos es cogerla y tiramos de ella en el mismo sentido para que el lomo al final se nos quede exactamente igual que lo teníamos" - explica Alberto Chicote en el vídeo.
Trucos para escoger un buen salmón
- El olor es fundamental. El aroma del salmón debe ser salado, de mar, con esos vapores tan típicos de un producto de océano. Pero si el olor es demasiado fuerte y se siente a pescado propiamente dicho, lo más probable es que ya haya entrado en su cuesta descendente.
- Mírale a los ojos. Deben verse convexos, brillantes, casi como si aún estuviesen vivos. Si, en cambio, están como borrosos, hundidos y grisáceos, mejor optar por otra opción.
- Fíjate bien en el envase. Si vas directamente a los refrigeradores de un gran supermercado, fíjate bien si en el envase se especifica si es fresco o previamente congelado. Muchas de las cosas que se venden están (a temperaturas muy bajas, sí) allí hace bastante tiempo. Esto no significa que el pescado sea malo, pero no es lo más fresco.
- Carne prieta. Si puedes hacerlo, no dudes en tocar la carne del salmón, que debe mostrarse firme y en condiciones, debe oponer resistencia. Si está demasiado blanda... Probablemente, ya no esté en su mejor momento.
- Aspecto. Un pescado cortado que estuvo mucho tiempo expuesto al aire, comienza a recubrirse por una especie de mucosa o sustancia viscosa que indica su falta de frescura.
- El color de la piel. Tanto si vas a comprar filetes con piel o pescado entero, es fundamental fijarse que la piel esté bien brillante, que todavía luzca vivaz. Es que el tiempo hace mella cuando se ve un color apagado en la pieza.
- La cadena del frío. Si vas a volver a casa un tiempo después de comprar el pescado, procura poder usar una bolsa refrigerante especial o cualquier cosa que sea apta para mantener la cadena de frío de tu pieza será suficiente.