¿A qué sabía el vino de la Antigua Roma? Una reciente investigación tiene la respuesta

El vino de la Antigua Roma era una bebida central en la cultura y el día a día romano, y es lícito plantearse la duda de cómo sabía o a qué olía esta bebida por aquellos tiempos. Para todos aquellos que se lo han planteado en alguna ocasión, aunque fuera tan solo por culpa de un cómic de Ásterix y Obélix en el que despachan ánforas de vino romanas como si no hubiera un mañana, tenemos buenas noticias. Se ha realizado una reciente investigación publicada en la revista Antiquity, en la que se han revelado detalles fascinantes sobre su sabor, aroma y método de producción

El estudio de la vinificación en la Antigua Roma, específicamente a través de la investigación de los dolia, que eran grandes contenedores de arcilla, ha revolucionado nuestra comprensión del vino romano, sugiriendo una complejidad y una diversidad hasta ahora subestimadas. Estos recipientes no solo eran esenciales para el almacenamiento y la fermentación, sino que también jugaban un papel crucial en la definición del sabor, aroma y textura del vino. La elección de los dolia, con su diseño ingenioso y su contribución a un controlado proceso de oxidación, era fundamental para lograr vinos con características únicas y deseables.

A qué sabía el vino romano: Una sinfonía de sabores y aromas

El vino romano, descrito como especiado con notas de pan tostado, manzanas, nueces tostadas y curry, se aleja dramáticamente de las nociones contemporáneas del vino. La investigación subraya cómo los romanos, lejos de limitarse a la producción de vinos blancos en el sentido moderno, exploraron una amplia gama de sabores. Los métodos de vinificación implicaban el uso de uvas sin distinción de color y la inclusión de pieles durante la fermentación, ampliando el espectro de colores y sabores del vino resultante. Estos hallazgos indican una sofisticación en la producción de vino y un aprecio por la diversidad sensorial que caracterizaba al paladar romano.

La investigación destaca además la variedad de colores en los vinos romanos, desde blancos y amarillos hasta ámbar, marrones, rojos y negros, desafiando la clasificación contemporánea de vinos simplemente en tintos y blancos. Este espectro de colores, logrado a través de la maceración con pieles y otras técnicas específicas, sugiere una riqueza cultural y una complejidad en la apreciación del vino que es testimonio de la sofisticación de la Antigua Roma en cuanto a sus prácticas enológicas 

Innovación y tradición: Los dolia en la vinificación romana

La incorporación de los dolia en la vinificación no solo reflejaba una preferencia estética o una convención cultural, sino que también evidenciaba un profundo entendimiento de los procesos químicos y físicos involucrados en la producción de vino. Al comparar los dolia con los qvevri georgianos contemporáneos, los investigadores descubrieron paralelismos notables en los métodos de fermentación, destacando cómo prácticas antiguas continúan influyendo en la producción de vino hasta hoy. La funcionalidad de los dolia, que va desde regular la temperatura, hasta permitir una fermentación y maduración óptimas, revela una apreciación por la tecnología y la innovación que sobrepasa el simple almacenamiento.

El estudio de los dolia y la vinificación en la Antigua Roma no solo enriquece nuestro entendimiento del pasado, sino que también invita a reflexionar sobre las prácticas contemporáneas en la producción de vino. Al descubrir los secretos del vino romano, los investigadores han abierto una ventana a una era donde la innovación y la tradición se entrelazaban estrechamente en la creación de bebidas que eran esenciales para la vida social, religiosa y cotidiana de Roma. Este conocimiento no solo despierta la curiosidad sobre los sabores y experiencias del pasado, sino que también ofrece perspectivas para la exploración de técnicas y sabores en la vinicultura moderna, demostrando cómo la historia y la ciencia pueden converger para enriquecer nuestra apreciación del vino y su legado cultural.