Los cinco hongos más saludables para incluir en tu dieta

Las setas tienen miles de posibilidades culinarias. Se pueden utilizar en sopas, revueltos, salteados tipo wok, salsas, guisos, pastas y risottos, entre otras preparaciones. Muchas son las empresas que han encontrado en los usos de las setas un gran negocio, ya sea en el cultivo, en las conservas, y hasta en polvo o deshidratadas, para que de esta manera se pueden consumir siempre y no solo en temporada. 

Los hongos son ricos alimentos con un alto valor nutricional, fuente de proteína, fibra, vitaminas y minerales. Fortalecen el sistema inmunológico y ayudan en la prevención de enfermedades, reducen el riesgo de afecciones cardiovasculares, ya que son bajos en grasas y no aportan colesterol, son una gran fuente de vitamina B y D. Además, poseen minerales como potasio, fósforo, hierro y calcio y tienen compuestos antioxidantes, lo cual ayuda a prevenir tumores y enfermedades neurodegenerativas.

Aunque el valor nutricional de la mayoría de los hongos es similar, existen cinco tipos de hongos que bien merecen ser incorporados a la dieta. 

Seta de ostra

La seta de ostra es uno de los hongos más completos que existen en el mercado. Cuenta con un alto nivel nutricional, es de los más saludables y, además, durante los meses de invierno es fácil de encontrar en Europa, aunque los podemos encontrar todo el año, pues se pueden cultivar fácilmente. 

Tiene propiedades antivirales, antibacterianas y efectos antiinflamatorios. Se ha demostrado que las sustancias activas contenidas en la seta de ostra son ideales para el cuerpo humano; además no se han registrado efectos adversos, ni sustancias que sean peligrosas para la salud humana. Este tipo de seta es muy carnosa y es perfecta para recetas como pasta, sopas y acompañamiento de carnes. 

Seta shiitake

Es una de las setas más conocidas en todo el mundo y su origen está en Japón. Su nombre deriva de “shii” el árbol donde crecían originalmente y de “také” que significa hongo en japonés. Es famoso por su textura y su sabor ahumado, y es el segundo hongo comestible más cultivado en el mundo. 

Esta seta contiene un alto aporte de fibra, también en fructooligosacáridos que benefician el desarrollo de las bacterias intestinales beneficiosas. Entre sus vitaminas aparecen casi en exclusiva las del grupo B, sobre todo B2, B3, B5, B6 y B9. Además, contienen también cobre, que refuerza el sistema inmunitario y ayuda a combatir procesos inflamatorios.

La seta shiitake tiene infinitas posibilidades en la cocina: al vapor, salteadas, en fritos, guisos… su textura y sabor la convierten en una seta comodín en infinidad de recetas. 

Seta Maitake

El Maitake, conocido por su nombre científico Grifola frondosa, es uno de los hongos más populares. Destacan su capacidad para fortalecer el sistema inmunológico, reducir los niveles de azúcar en sangre, combatir el estrés oxidativo y promover la salud cardiovascular. Además, su alto contenido de nutrientes la convierte en un aliado para mantener una buena salud general. Es un hongo que se utiliza muchísimo en la medicina. En la cocina suele ser protagonista en sopas. 

Champiñón

Se reconocen fácilmente por forma redondeada, su tacto suave y su intenso sabor y olor, apenas contienen grasas y tienen un alto contenido en fibra. Y es que los champiñones son uno de los hongos más populares en los países occidentales que se pueden encontrar en los supermercados durante todo el año.

Es uno de los hongos más versátiles que podemos encontrar en la cocina. Es perfecto para pizzas o quiches, cremas, sopas, salsas, salteados, patés vegetales, tortillas, revueltos y guarniciones para platos más contundentes.

Seta melena de león

La melena de león es un tipo de seta que se cree que tiene diversos beneficios para la salud, como aumentar las defensas, mejorar la función cognitiva y aliviar los problemas digestivos

Entre sus propiedades más destacadas se encuentra su capacidad para mejorar la función cognitiva y la memoria, así como para estimular el sistema inmunológico. Además, los hongos melena de león son ricos en antioxidantes, lo que les confiere propiedades antiinflamatorias y neuroprotectoras. Muy utilizado en la cocina asiática, se emplea en platos crudos y cocidos, y en infusiones.