El fiambre de pavo es uno de los alimentos más incluidos por las personas que pretender cuidar su alimentación. Tiene fama de ser un alimento bajo en calorías y grasas. La industria siempre nos los vende de esta forma, y siempre nos coloca este tipo de productos en el supermercado, en los lugares destinados a la "comida healthy" o comida saludable.
La teoría es cierta, el fiambre de pechuga de pavo puede ser un alimento perfectamente válido para el consumo, se trata de carne blanca, no contiene apenas grasa, es muy proteica, lo que la convierte en un alimento muy saciante, y además, no contiene mucha calorías, que aunque ya sabemos que no son lo más importante, puede ayudarnos en dietas enfocadas a la pérdida de peso.
Todo esto es muy bonito si de verdad consumiésemos pechuga de pavo, pero la realidad que acompaña a este tipo de fiambre envasado que encontramos en la mayoría de los supermercados es muy diferente. En casi todos los casos, no se trata de pechuga de pavo, si no de otras partes del cuerpo del animal que no tienen salida en el mercado, como las vísceras, piel, cartílago, partes grasas, etc. Este tipo de carnes se adereza con saborizados, edulcorantes, conservantes y otros agentes químicos, que se prensan para dar esta forma de fiambre, que luego se corta en lonchas y dan lugar a este alimento tan apetitoso.
Cuando te paras a mirar los ingredientes del fiambre de pavo que, hasta ese justo momento considerabas sano y ligero, te das cuenta de que lleva más ‘es’ que pavo en sí (en algunas marcas la cantidad de carne de pavo apenas llega al 50 %). El resto son aditivos, almidones, azúcar, cantidades ingentes de sal y agua.
Como alternativa, cuando nos apetezca tomarlo, podemos hacer nosotros mismos este fiambre de pavo o pollo. Comprando piezas de carne completas y triturándolas en casa (o pidiendo al carnicero que lo haga ante nosotros), nos aseguramos de la calidad de lo que comemos.
Otra de las ventajas de esta receta de fiambre de pavo o pollo, compuesto de carne en un 99%, es que podemos aliñarla a nuestro gusto. Con más o menos especias, e incluso eligiendo las que prefiramos. Podemos darle el clásico sabor a adobo con ajo, cebolla, orégano y pimentón; un toque exótico usando curry o ras-el-hanout; un aroma provenzal mezclando tomillo, romero, albahaca, estragón...
Ingredientes:
Paso a paso fiambre de pavo o pollo casero