Cómo hacer el café perfecto con leche de avena: trucos de un experto barista
España lidera el consumo per cápita de bebidas vegetales con 246 millones de litros al año
Lavar bien los utensilios para no distorsionar los aromas o conocer qué tipos de cafés casan mejor con el sabor de las bebidas de avena son algunas de las claves para convertirnos en cafeteros expertos
Moler el café en casa es otro de los tips: sabrá mejor y conservarás todas las propiedades nutricionales de esta infusión
Hace tiempo que te pasaste a las leches vegetales, y lo has hecho sin gran esfuerzo. No estás solo. Según indica Proveg, España lidera el consumo per cápita de bebidas vegetales, alcanzando los 246 millones de litros, lo que supone un crecimiento del 14% desde 2018.
Sin embargo, todavía no has pillado el truco de hacer café con leche vegetal. Y ves que ocurre lo mismo cuando tienes invitados en casa. No hay que preocuparse: hacer el café perfecto con leche vegetal es posible. Solo hay que tener claros unos cuantos conceptos.
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Desconectar saboreando
"Preparar café, tanto para nosotros mismos en un momento de desconexión como, y especialmente, en una reunión con los nuestros, es todo un ritual para el que es esencial conocer las claves que le den al café y a su 'perfect serve' el protagonismo que se merece y triunfar convirtiéndonos en el perfecto anfitrión", afirma Toby Weedon, barista experto en café y actual Barista Manager de Desarrollo en Oatly, empresa dedicada a la fabricación de bebidas de avena.
Weedon es uno de los mayores expertos en el mundo del café. Desde hace más de 10 años trabaja en establecimientos especializados, tostadores de café y cocinas que atienden a clientes de todo Reino Unido. Estas son sus principales recomendaciones:
Cafetera bien limpia
"Una cafetera limpia garantiza buenos aromas", explica Weedon. Aunque parece sencillo, esta tarea lleva su tiempo. En medio de una ajetreada vida cotidiana, muchas personas se olvidan fácilmente de lavar su máquina de café. Todas las herramientas utilizadas para hacer café deben limpiarse regularmente y, al menos cada dos meses, hacer una limpieza concienzuda para que la grasa del café y las impurezas del agua del grifo se limpien.
Los puristas afirman que nunca hay que meter las cafeteras en el lavavajillas, pero si queremos una limpieza profunda a veces es necesario. La clave es secar muy bien todas las piezas. Para lavados intensivos ocasionales, es recomendable utilizar detergentes preparados para la limpieza de cafeteras, que puedes encontrar en la sección de máquinas de café de muchos establecimientos especializados.
Conoce bien el café que mejor va a tu bebida vegetal
Este punto es fundamental. La bebida de avena es especialmente adecuada para cafés con perfiles de sabor a chocolate. Estos perfiles de sabor se pueden encontrar, por ejemplo, en los cafés de América del Sur e Indonesia.
La tasa de tueste también es importante. De hecho, los tuestes más oscuros funcionan mejor con los sabores cremosos de la bebida de avena. Por supuesto, hay muchos sabores, y la bebida de avena también puede tener un buen sabor con cafés ligeros similares a las bayas, como los cafés naturales de Etiopía.
Muele el café en casa
El café en casa se puede llevar al siguiente nivel moliendo los granos de café nosotros mismos o comprando café recién molido. Al moler nosotros mismos los granos, obtendremos una infusión selecta con todas sus propiedades organolépticas y nutricionales, preservando todos sus antioxidantes.
El café molido pierde su aroma y sus beneficios a una velocidad mayor que el café en grano, ya que al molerlo favorecemos su oxidación. Por esta razón, cada vez más personas prefieren molerlo justo antes de prepararlo. Si eres muy cafetero y aún no lo has hecho, plantéate comprarte un molinillo de café.
La cantidad de grano y agua utilizada también es importante. Verificar la cantidad de café es clave para el resultado final. Una regla general fácil es medir 60 gramos de café por litro de agua. Sin embargo, la receta se puede ajustar al gusto personal, y para tuestes más oscuros, por ejemplo, una dosis de 65 o incluso 70 gramos puede funcionar bien. La creatividad adaptada a cada gusto es otro de los componentes fundamentales de un buen café, independientemente del tipo de leche que lo enriquezca.