El truco infalible para saber si un huevo es fresco o está podrido
A simple vista, es complicado saber si esté producto está en buen estado para ser consumido.
Si en más de una ocasión te tocó tirarlo porque estaba en mal estado, a continuación te contamos una forma de saber cómo se encuentra sin siquiera romperlo.
Los huevos aguantan varios días en la nevera, lo que no soportarán son los cambios de temperatura, ni estar a más de 10 grados.
Seguro que tu abuela se conoce este truco como la palma de la mano. Y es que saber si un huevo está fresco para usarse -ya sea hervido, escalfado, frito, revuelto o batido- solamente requiere una sencilla prueba casera, indispensable si se te ha olvidado la fecha de compra, si no conservas su caja original -o lo has comprado a algún agricultor local-.
En primer lugar, cabe destacar que si los huevos ya se encuentran en un estado muy deteriorado lo habitual es que desprendan un fuerte y molesto olor a azufre. Sin embargo, algunos están en apariencia bien -no huelen a podrido- pero por dentro, no son ya comestibles.
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Así mismo, debes saber que los huevos no aguantan tanto tiempo en buen estado sin ser consumidos como otros productos. Estos son muy sensibles a los cambios bruscos de temperatura y no pueden permanecer a más de 10 grados. Por lo tanto, su conservación es esencial. Sin embargo, ¿cómo saber si los huevos del frigorífico están en buen estado o no? Es importante poder identificarlo para evitar posibles intoxicaciones, como la salmonelosis.
Cabe resaltar que, por norma general, los huevos vencen aproximadamente 28 días después de su puesta. Fuera del refrigerador puede durar de 7 a 10 días, pero en el frigorífico puede preservarse mejor de 3 a semanas aproximadamente.
¿Cuándo caducan los huevos?
Hay que tener en cuenta los periodos en los que la gallina pone huevos. Es lo que se conoce como “semana 0”. A partir de la semana 3 los huevos deberían retirarse de la venta. ¿El motivo? Caducan en la semana 4, en función de la fecha de etiquetado. A partir de ahí ya empiezan a perder sus propiedades organolépticas y hay que tener precaución en su consumo, especialmente a partir de la semana 6.
Además, otras recomendaciones que giran en torno a la propia conservación del huevo pasan por dejarlos dentro de su cartón original y siempre en un lugar fresco y seco. Así pueden estar hasta tres semanas en perfecto estado.
En el caso de cocinar un plato con huevo puedes guardar las sobras siempre en la nevera, bien refrigeradas y en un envase hermético. Estos platos los podrás comer hasta 3 o 4 días después si están en estas condiciones de conservación. No obstante, lo mejor en cualquier caso será ver determinados aspectos como su posible olor, etc.
¿Cómo saber si los huevos son frescos?
La prueba es tan sencilla como llenar un vaso o una taza de agua para realizar lo que se llama 'prueba de flotación'. Esto es, si los huevos están malos flotarán. Este fenómeno está relacionado con la forma en que la humedad se evapora a través de la cáscara a medida que los huevos envejecen. Según la humedad disminuye, la burbuja de aire dentro de la cáscara crece.
Además, si colocas suavemente el huevo en un vaso o tazón de agua, esta sencilla prueba te proporcionará una indicación de la frescura del huevo. La burbuja de aire estará en el extremo estrecho del huevo, por lo que puedes saber cuánto de fresco está el huevo por cómo se asienta en el agua.
Si el huevo está en posición horizontal, está en su punto más fresco. Si el extremo estrecho del huevo se inclina hacia arriba, el huevo todavía se puede usar, pero no es tan fresco. Estos últimos son mejores para hacer merengue. Si el huevo está en posición vertical pero aún se encuentra en el fondo del recipiente, ya pasó su pico de frescura, pero aún es seguro, pudiendo hornearse o hervirse. Y como hemos dicho anteriormente, si el huevo flota deberás tirarlo a la basura y planificar mejor tu próxima compra para reducir el desperdicio de alimentos.
Otra forma de probar esto es sujetar el huevo contra tu oreja y agitarlo. Si oyes el chapoteo del huevo, es una mala señal. A través de la cáscara de los huevos pueden penetrar microorganismos. Por esa razón, debes tener cuidado si ves que la parte de fuera está sucia o rota. Por ello, para comprobar si puedes ingerir su clara y yema, coloca el producto al trasluz y agítalo haciendo círculos. Mientras lo haces, intenta detectar que la parte amarilla sigue estando en el centro, su posición.
Una vez cascas el huevo, la clara deber ser gelatinosa y no tener manchas o marcas raras. Por otro lado, el olor es infalible para detectar si ha caducado o no. Debes tirar el alimento si dudas de su aroma. Si cocemos el huevo y, al cortarlo por la mitad, vemos que la yema está centrada y la cámara de aire es pequeña, el huevo está en buen estado para ser consumido. En el caso de que, por el contrario, la yema esté más cerca de la cáscara y veas que la zona de aire es grande, el huevo está podrido.