La cerveza es una de las bebidas más populares de nuestro país. Según los datos de Cerveceros de España, los españoles consumimos una media de 52 litros per cápita de este alcohol al año, una cifra que nos sitúa entre los países más aficionados a esta bebida.
De acuerdo a un ranking publicado en 2019 por la web Expensivity, España es el segundo país de la Unión Europea en cuanto a consumo de cerveza, solo superado por República Checa. De media, cada año se calcula que los ciudadanos de nuestro país beben en torno a 417 latas, es decir, más de una por día.
Aunque la cerveza es una bebida que se bebe a lo largo de todo el año, su consumo suele aumentar en los meses de verano, época en la que se concentran en torno a un 31% de las ventas totales del año.
En los últimos años, coincidiendo con el incesante aumento de la popularidad de este brebaje, han surgido un buen número de variedades de cerveza. El mercado se ha diversificado, y actualmente es posible encontrar tanto cervezas artesanales, con su sabor tradicional, como variedades de lo más curiosas en las que se utilizan todo tipo de ingredientes, desde frutas como la frambuesa, el plátano o al cereza, a auténticas extravagancias como el agua de mar.
Pero ¿cuál es la mejor cerveza del mercado? Hace unos años, en 2020, la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) elaboró un análisis para elegir la mejor cerveza de España.
Este trabajo se centró en las cervezas de tipo lager, las más vendidas en nuestro país, y en él se estudiaron hasta 34 variedades distintas. De estas, 17 eran clásicas y las otras 17 restantes eran especiales. Además, 14 de ellas eran de marca blanca.
Tal y como definen desde la OCU, las cervezas lager son “cervezas de baja fermentación, rubias, claras, refrescantes, con poco cuerpo y amargas”. Para calibrar su nivel y determinar si estaban bien procesadas, los investigadores se han centrado en diversos factores, como el extracto seco primitivo, la cantidad de azúcares fermentados o los aditivos utilizados. Además, también han observado las etiquetas para comprobar que ofrecen toda la información obligatoria sobre la bebida, como el grado alcohólico, la conservación o el fabricante, entre otros.
Para que una cerveza esté bien procesada, su extracto seco primitivo debe estar por debajo del 13% en las cervezas clásicas, y del 13 al 15% en las cervezas especiales. Además, su nivel de azúcares fermentados, que condiciona el contenido medio de alcohol que presentan, debe situarse en torno a un 4,8% en el caso de las cervezas clásicas y en torno a un 5,5% en el caso de las especiales.
De acuerdo al estudio, todas las cervezas analizadas están bien procesadas. Sin embargo, en algunas de ellas se ha detectado un abuso en el uso de aditivos, como el colorante E-150 y el alginato E-405, que se usan, respectivamente, para simular un color natural y para evitar que la espuma se vaya rápidamente. En concreto, estos aditivos se encontraron en ocho de las 34 cervezas, siendo todas ellas de marca blanca.
Para concluir cuál es la mejor cerveza, los investigadores también realizaron una cata a ciegas, en la que varios expertos examinaron las bebidas de acuerdo a un protocolo establecido de degustación. De esta degustación, los expertos solo destacaron siete de las 34 variantes, por considerar que presentaban buen cuerpo, buen amargor y un adecuado sabor a malta y lúpulo. Estas son las ganadoras:
Entre las cervezas especiales, las variedades que los expertos mejor han valorado han sido la Mahou 5 estrellas, la Keler y la Estrella de Galicia. Entre las artesanales, las mejores valoradas han sido la Mahou clásica, la Amstel original, la Amstel clásica y la Cordon Gard. ¿Y tú? ¿Cuál te pedirás este verano?