Cada uno en su casa puede hacer lo que le venga en gana. Pero la cosa cambia cuando nos sentamos en la mesa junto a otros comensales en un acto formal, como una boda o una comida de trabajo. En esos momentos, uno suele poner en práctica los buenos modales que se aprenden en casa desde la más tierna infancia: "Lávate las manos antes de comer", "No hables con la boca llena", "Siéntate derecho" o "No apoyes los codos en la mesa". A través del comportamiento en la mesa se puede apreciar la educación de una persona y su categoría. Todo el conjunto de modales o de reglas no escritas se conoce como protocolo.
Y aunque la mayoría es conocedora de cómo se emplean los utensilios a la hora de degustar una comida, existen algunas dudas sobre cuáles son los cubiertos que se deben usar con cada plato. Por eso, te damos algunas pistas en el vídeo.
No hay que frotarse los labios con la servilleta, sino limpiarse ligeramente; no se deben chocar las copas de champagne para brindar; tampoco comer pan antes del primer plato; y ni se te ocurra decir que estás lleno porque es de mal gusto. Si todo esto lo hacías, ahora ya sabes que va en contra del protocolo del buen comensal.