Con el mes de mayo suele llegar la temporada del bonito del norte. Uno de los pescados azules más valorados de nuestra gastronomía. Sin embargo, el alto precio de los combustibles está retrasando una campaña que se realiza de manera tradicional y que pone en jaque la producción anual tanto de su vertiente fresca como la de conservas. Se pesca de uno en uno, mediante caña, asegurando así su denominación. Su tamaño oscila entre los 40 y 100 centímetros, con un peso que puede alcanzar los 40 kilos. Se trata de uno de los pescados más saludables de nuestros mares. Te contamos las razones.
Con las altas temperaturas que han invitado a hacer el cambio de armario antes de tiempo, empezamos a buscar platos fríos y ligeros que nos ayuden a mantener la línea. Pese a lo que se pueda pensar, el bonito del norte es una de las mejores opciones para perder peso. A pesar de ser un pescado graso (saludable), tiene muy pocas calorías. Tampoco tiene carbohidratos, pero contiene tantas proteínas como la carne de vaca y, además, son también proteínas de una elevada calidad biológica.
Además, como buen pescado azul, es muy rico en Omega 3, por lo que posee propiedades reconocidas en la prevención de problemas cardiovasculares. También, reduce las cifras de colesterol y de triglicéridos y disminuye la probabilidad de sufrir alteraciones cerebrales, como depresiones y demencias. El bonito también es rico en yodo, esencial para un buen funcionamiento del tiroides, potasio, fósforo, zinc, hierro... muy asimilable e ideal para prevenir anemias
Aporta un alto contenido en vitaminas A y D, que contribuyen al mantenimiento de los tejidos y son fundamentales para la conservación de la masa ósea. Además, mejoran la calidad de la visión y fortalecen el sistema inmunitario. Los expertos recomiendan el consumo de bonito junto con alimentos ricos en calcio, ya que gracias a su contenido en vitamina D, favorece la absorción del mismo.
También posee vitaminas del grupo B, en especial, es rico en ácido fólico y vitamina B12, ambas esenciales para la formación de sangre y la prevención de problemas del sistema nervioso. El consumo de ácido fólico es recomendable durante el embarazo, ya que ayuda a prevenir posibles problemas en la placenta, cerebro y columna vertebral del feto.