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Es el mayor miedo al que nos enfrentamos al consumir un pescado, que contenga anisakis. Un parásito presente en estos animales que nos puede complicar mucho la existencia. Provoca problemas intestinales o alergias dependiendo de la reacción de tu cuerpo a él. Congelar el pescado 48 horas a -18 o cocinarlo dos minutos a más de 60 grados acaba con él.
Los seniors tomamos al año cerca de 33 kilos de pescado per cápita, lo que supone más de 54% del consumo total en España, según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Ante este gusto por los productos del mar, te contamos los pescados que no tienen anisakis (sí, existen) y por qué.
Estos pescados criados en acuicultura en nuestras costas están libres de parásitos. Esto se consigue realizando pruebas periódicas a los peces durante su crecimiento y teniendo un histórico de sus antecesores, también libres del anisakis. Bajo el sello de calidad Crianza de Nuestros Mares, se asegura el origen y la trazabilidad de estos pescados a lo largo del proceso desde el momento de la cría hasta su comercialización.
Otra de las claves a la hora de asegurar la no presencia de anisakis es la alimentación. A estos peces se les ha dado piensos autorizados por la Unión Europea, a base de cereales, aceites vegetales, harinas de insectos y microalgas. Además, estos animales también están libres de microplásticos y son vacunados desde pequeños para garantizar su máxima calidad y cercanía.
Las truchas, carpas, percas y demás peces de aguas continentales son 100% seguros. "Nunca se han encontrado parásitos del género anisakis en peces de río (trucha, barbo, perca), ya que las posibilidades de contagio son nulas", afirma un estudio realizado por la Universidad de Santiago.
Este gusano nematodo solo se desarrolla en aguas saladas y su ciclo vital es, en su mayoría, en el aparato digestivo de peces y mamíferos marinos. En nuestro país, cerca de 8.000 casos anuales de anisakiosis se dan por el consumo de boquerones en vinagre y anchoas.
Pese a criarse en aguas marinas, las ostras, mejillones, almejas, coquinas y demás moluscos bivalvos no hace falta congelarlos ya que vienen libres del parásito, según afirma la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición. Lo mismo ocurre con la mayoría de mariscos, que se pueden comer incluso crudos sin sufrir ningún riesgo y sin congelar, aunque desde Aecosan recomiendan tomarlos siempre cocidos o a la plancha.
Una excepción son los moluscos blandos que sí tienen riesgo de contener larvas de anisakis. Son los cefalópodos e incluyen tres productos muy presentes en nuestra gastronomía: el pulpo, el calamar y la sepia. En este caso, es importante congelarlos o cocinarlos antes de consumirlos.
Es el pescado más consumido en nuestro país y el más seguro del mar. Esto se debe a que la mayor parte del que llega a los supermercados procede de piscifactorías y, como hemos mencionado anteriormente, los peces de acuicultura están libres de anisakis. Para comprobar si el salmón es salvaje puedes fijarte tanto en el precio, mucho más elevado, como en la etiqueta, en la que se debe especificar la procedencia. Pero cabe destacar que, salvaje, es realmente complicado de encontrar.