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Cuando el verano se acaba y los días se hacen más cortos, fríos y oscuros, hay pocos manjares más apetecibles que las castañas. Este fruto seco, que en esta época del año puede encontrarse en prácticamente cualquier esquina, ya sea en un supermercado o en un puesto ambulante, es uno de los alimentos típicos del otoño, junto con las setas, el boniato o los higos, y la protagonista de algunas de las fiestas gastronómicas más destacadas del norte de nuestra geografía, como el magosto, el calbote o la castañada, entre muchas otras.
A pesar de que todas estas fiestas guarden un estrecho vínculo con el Día de Todos los Santos, al celebrarse todas ellas el mismo uno de noviembre, la temporada de castañas va mucho más allá del primero de noviembre y se extiende hasta bien entrado el frío invierno. Es decir: que podemos disfrutar de ellas durante muchos más días y sin necesidad de reunirnos con familiares o amigos, simplemente por puro capricho o apetencia.
A pesar de que las castaña se pueden consumir crudas, en las fiestas populares suelen asarse en las hogueras que se encienden. Esto se debe a su alto contenido en fibra insoluble y taninos, que pueden hacer que se vuelvan indigestas si no se cocinan. En casa, a no ser que cuentes con una buena chimenea o una barbacoa, debemos recurrir a otros métodos para poder disfrutar de unas castañas bien calentitas, y aquí encontramos tres métodos de cocción diferentes: el horno, la sartén y el propio microondas. Pero ¿cómo se preparan? Si este fin de semana quieres organizar planes de sofá y manta, te contamos cómo preparar unas buenas castañas para que puedas llevar todo el espíritu del magosto a tu hogar.
Antes de decidir si vamos a hacer nuestras castañas al horno, la sartén o en el microondas, lo primero que debemos hacer es preparar este fruto seco para su cocción. Para ello, tendremos que lavarlas a fondo y secarlas bien y, después, hacerles un corte limpio en forma de cruz, es decir, a lo largo y ancho. Adicionalmente, para retirar la piel con mayor facilidad e hidratarlas mejor, podemos dejarlas unos quince minutos a remojo en agua tibia. Hecho esto, podemos ponernos manos a la obra.
Si estamos pensando en hacer muchas castañas, la opción más rápida es el horno, ya que nos permite hacer grandes cantidades de golpe. Además, es bastante sencillo.
Como ocurre con cualquier otra receta que utilice horno, lo primero que haremos será precalentarlo. En este caso, a unos 200º y con calor arriba y abajo. Hecho esto, colocaremos nuestras castañas, ya limpias, secas y cortadas, en una bandeja cubierta con papel de horno y las meteremos para que se horneen.
Para que todos los lados de nuestras castañas queden bien hechas, lo ideal es que las removamos cada diez minutos. Si no te apetece, también puedes dejar que se horneen a su aire durante unos veinte minutos y, después, darles la vuelta para que se cocinen por el otro lado durante otros diez minutos. Sea cual sea la opción que utilices, las castañas al horno suelen tardar una media hora en hacerse, aunque todo dependerá de su tamaño.
A la hora de hacer castañas en una sartén, lo primero que debemos comprobar es si tenemos una cocina de gas o una vitrocerámica. En caso de que tengamos la cocina a gas, lo mejor que podemos hacer es conseguir una sartén castañera en cualquier ferretería.
Este tipo de sartenes tienen varios agujeros que permite que las castañas entren en contacto directo con el fuego, lo que les dará un sabroso toquecillo ahumado y tostado. Para hacerlas siguiendo este método, debemos dejar la sartén abierta e ir removiendo cada cierto tiempo para que todas las castañas se cocinen por igual. Tardaremos entre quince y treinta minutos.
En caso de que nuestra cocina sea de vitro o no tengamos una sartén castañera, siempre podemos hacerlo con una sartén tradicional, aunque en estos casos te recomendamos que utilices una que no uses demasiado. Dicho esto, los pasos a seguir son los mismos que con una sartén castañera, aunque en este caso deberemos encender un fuego medio. Además, para que las castañas se hagan correctamente, es importante que no las amontonemos y que no nos olvidemos de ir moviendo la sartén.
A pesar de que las castañas que se hacen en el microondas no tienen el mismo sabor que las que se hacen en el horno o en la sartén, este método nos permite saciar nuestros antojos de forma rápida, práctica y especialmente limpia, así que no está de más conocerlo para algún día que tengamos ganas de castañas pero muy poquito interés por cocinar.
Para preparar castañas en el microondas, deberemos colocar los frutos en un recipiente y taparlas con la tapa del electrodoméstico. Hecho esto, las cocinaremos durante dos minutos a un máximo de 1.000 W o, si nuestro microondas no alcanza esa potencia, durante unos tres minutos a un máximo de 800 W. En este método, es importante que respetemos los tiempos para evitar que nuestras castañas se quemen o resequen. No obstante, si al abrir el microondas vemos que se han quedado poco hechas, siempre podemos añadir treinta segundos más de cocción para que terminen de hacerse.