Las dietas veganas y vegetarianas están de moda. En los últimos años, la creciente preocupación por el cambio climático, la lucha a favor de los derechos de los animales y la búsqueda de un estilo de vida más saludable ha provocado que cada vez sean más los que rechazan consumir productos de origen animal y apuestan por alternativas sostenibles, especialmente en el mundo de la fama, donde famosos como Natalie Portman, Joaquín Phoenix o Rooney Mara se alzan como grandes defensores del veganismo y vegetarianismo.
Sin embargo, este tipo de alimentación sigue generando todo tipo de mitos y bulos a su alrededor. A pesar de su creciente popularidad, son muchos los que todavía creen que las dietas basadas en alimentos de origen vegetal son deficientes e incapaces de aportarnos las proteínas y nutrientes que nuestro organismo necesita, pero nada más lejos de la realidad.
Y es que, si bien es cierto que las proteínas de origen animal son más completas y pueden darnos fácilmente todos los aminoácidos que nuestro cuerpo necesita y no puede producir, los alimentos ricos en proteínas vegetales cuentan con una gran cantidad de beneficios nutricionales que nos ayudarán a mantener un estilo de vida sano y equilibrado.
Las frutas, legumbres y verduras son una gran fuente de flavonoides y vitaminas del grupo B y C, unos nutrientes imprescindibles para nuestra salud que nos ayudan a prevenir enfermedades, reparar los tejidos de nuestro cuerpo y a utilizar las grasas y proteínas para mantener la piel, el corazón, las articulaciones, el sistema digestivo y el sistema nervioso completamente sanos. Además, contienen minerales como el calcio y el magnesio, necesarios para fortalecer nuestros huesos, transmitir los impulsos nerviosos y contraer correctamente nuestros músculos.
Gracias a su alto contenido en nutrientes y antioxidantes, los alimentos ricos en proteínas de origen vegetal resultan fundamentales para la regeneración celular, un proceso por el que se renuevan las células de nuestro organismo y que permite mejorar el aspecto de nuestra piel y el funcionamiento de nuestros órganos.
A diferencia de los alimentos con proteína animal, los alimentos ricos en proteínas de origen vegetal no tienen colesterol. Además, gracias a su alto contenido en fibra, nos ayudan a disminuir la absorción de este lípido y a cuidar nuestra flora intestinal.
Otra de las grandes ventajas de este tipo de alimentos es que tiene muy pocas grasas. De estas, la mayoría son insaturadas, provenientes de ácidos grasos esenciales para nuestro organismo como el omega 3 y 6, lo que puede ayudarnos a proteger nuestro sistema cardiovascular y a prevenir el riesgo de sufrir enfermedades.
Al tener un menor número de enlaces de aminoácidos que las proteínas animales, las proteínas de origen vegetal resultan más fáciles de digerir y de asimilar, lo que, unido a su alto contenido en fibra, puede ayudarnos a mejorar nuestra digestión.
Los beneficios de las proteínas de origen vegetal son muy variados. Tal es así, que los expertos recomiendan aumentar su ingesta en detrimento de las de origen animal, de las que muchas veces abusamos. No obstante, a la hora de consumir este tipo de alimentos hay que tener en cuenta que las frutas, verduras y legumbres no tienen las mismas propiedades ni el mismo aporte proteico, por lo que, si queremos tener una dieta saludable, equilibrada y sin carencias nutricionales, deberemos combinarlas correctamente