El verano está tocando a la puerta, los meses estivales se acercan y solo puede significar una cosa: tardes de terraceo con amigos. Si siempre esperamos esta época con ansias, este año parece que hay más ganas que nunca de tomarnos esa cervecita fresquita, un vino o la que es la bebida del verano por excelencia en España, la sangría. Sí, por fin ha llegado su temporada. Por eso, por si todavía existe algún despistado, te traemos su receta para que este verano te salga perfecta y todos tus invitados no solo le den el aprobado a tu terraza, sino también a tu sangría casera.
Pero vamos a empezar por el principio. Aunque también es famosa fuera de nuestras fronteras, la sangría es típica de España y también de Portugal. Esto explicaría la teoría de su origen más aceptada: que fue creada a principios del siglo XIX en la península ibérica. Algo con bastante sentido, pues si por algo es conocido este territorio es por su gran producción de vino.
Hacer una buena sangría puede parecer fácil, pero lo cierto es que si quieres que quede perfecta necesitas los ingredientes imprescindibles en su justa medida. Lo primero y más importante es tener una buena botella de vino tinto. Por supuesto, no lo hagas con tu mejor reserva, pero tampoco con el peor si quieres tener una buena sangría. Si por algo se caracteriza es por la fruta, por lo que las naranjas y los limones tienen que estar sí o sí.
Aprovechando el verano, nada como añadir unos trozos de melocotón, que pueden ser sustituidos por manzanas o, si prefieres, añade ambas. También necesitas tener a mano azúcar y un poco de gaseosa que, aunque es opcional, le queda bastante bien. Además, si quieres darle un toque diferente, puedes añadirle una rama de canela que verás como le da un sabor mucho más característico. Otra opción muy común es echarle un poco de brandy o coñac, pero esto va al gusto de cada uno.
Lo primero es pelar los melocotones o las manzanas y trocearlos para añadirlos a la jarra y, si quieres, echa también unos trozos de naranja y limón. Ahora añade el zumo exprimido de las naranjas y los limones. Todo dependerá de la cantidad, pero por lo general se utiliza el jugo de unas tres naranjas y un solo limón.
Ahora sí, incorpora el vino tinto que le dará ese color rojizo por el que la sangría recibe ese nombre. Añade unas dos o tres cucharadas soperas de azúcar o, si prefieres, hazlo almíbar primero. Entonces es el momento de echar los extras, como la rama de canela, la gaseosa o ese toque de brandy. Remuévelo todo bien y deja que la mezcla repose un buen rato en una jarra de cristal. Antes de ponerla sobre la mesa, añade mucho hielo para que esté fría y listo. Ya tienes la bebida preparada para pasar la tarde entre amigos en la terraza.
Como en todo tipo de platos y bebidas, también se ha innovado con la sangría, en este caso haciéndola con cava en lugar de vino tinto. Por lo tanto, ya puedes imaginarte que no solo su sabor va a ser distinto, sino que también su color. Para hacerla, además de melocotón, limón, naranja, azúcar y hielo, está claro que se necesita una botella de cava. Pero esto no es todo, pues se le suele añadir una mayor variedad de frutas troceadas, como kiwi, piña, fresas o frambuesas.
La preparación es similar a la sangría tradicional, aunque en el proceso se suele echar solo la mitad de la botella de cava, guardando la otra parte para cuando se vaya a servir. De esta manera, en el momento de tomarla estarán presentes esas burbujas tan características y que tanto gustan a los amantes del cava.
Si no habías hecho sangría casera antes, ya ves que si tienes los ingredientes necesarios no es tan difícil. El verano ha llegado y si hay una bebida refrescante y perfecta para las reuniones con amigos en la terraza no es otra que la sangría, sea tradicional o la de cava, y con las frutas que más te gusten, pues su único fin es disfrutarla al máximo.