Antioxidantes, polifenoles y algún compuesto, como el resveratrol, asociado a la eterna juventud. Estos son algunos de los componentes beneficiosos del vino. Sin embargo, el consumo de alcohol es malo para la salud, en líneas generales. Algunos médicos, incluso, sugieren que para tener el hígado en buen estado es aconsejable estar tres días sin tomar nada de alcohol.
Sin embargo, en algunos casos concretos, es posible que existan excepciones. Esa es una de las conclusiones de un amplio estudio publicado en The Lancet a partir del estudio de la Carga Global de Enfermedades. Tras analizar 22 indicadores de salud (de accidentes cardiovasculares a los accidentes de tráfico o el cáncer) se extrajo información de hombres y mujeres de entre 15 y 95 años en 204 países en un periodo inusualmente largo, de 1990 a 2020.
El punto de partida era que para las personas de hasta 40 años, el consumo saludable de alcohol era cero. Sin embargo, el estudio reveló que algunas personas que superan esa edad podrían tener algunos beneficios sobre la salud cardiovascular o la diabetes consumiendo el equivalente a entre una y dos copas de vino.
La razón estaría en que el alcohol, por el etanol que contiene, incrementa la producción de colesterol bueno y tiene una actividad sobre el endotelio que puede ser beneficiosa frente a la diabetes o las enfermedades cardiovasculares. Pero no todo son buenas noticias. Según otros expertos, el consumo de alcohol puede incrementar el riesgo de otras enfermedades como el cáncer de mama o el colorrectal o los accidentes de tráfico, aunque sea con un consumo mínimo.
Es decir, los beneficios y los puntos negativos estarían muy compensados. De ahí, que los médicos sigan abogando por un consumo cero de alcohol como el más seguro. Aunque hubiese una cantidad saludable de consumo de alcohol, el otro punto importante es que genera adicción. Dos ingestas de alcohol, lo que se supone que no sería malo, es poco para lo que se bebe comúnmente. No parece ético, desde el punto de vista médico, alentar el consumo de algo que puede terminar en adicción o creando problemas de salud.
La coordinadora del estudio, Emmanuela Gakidou, profesora de Ciencias de las Métricas de Salud de la Universidad de Washington, es contundente: "La gente joven no debería beber, pero la mayor puede beneficiarse bebiendo pequeñas cantidades. Creemos que es importante comunicar la última evidencia científica para que cada uno tome decisiones informadas sobre su salud", concluye.
Los responsables del estudio insisten en que no sugieren "tomar más alcohol para prevenir enfermedades ni pueden hacer recomendaciones a nivel individual basadas en los resultados de este estudio".
Según el estudio, los beneficios más palpables estarían en las personas de entre 40 y 64 años. En este grupo, la cantidad de alcohol a partir de la que se observaban daños para la salud llega hasta las 1,69 bebidas para los hombres y 1,82 para las mujeres. En mayores de 65 años, el margen es algo mayor y llega a 3,19 para los hombres y 3,51 para las mujeres.
En todos los casos hay variaciones entre regiones del mundo y los autores recuerdan que si se quieren establecer pautas de salud pública, es necesario considerar la prevalencia de diferentes enfermedades en cada punto del planeta. En el continente asiático, por ejemplo, las altas tasas de infección por hepatitis hacen que el consumo de alcohol sea más nocivo que en otras partes del mundo.