Llega el fin de semana y nunca está de más una copa de vino con su buen aperitivo y una compañía inmejorable para dar paso a unos días de descanso, más aún si es uno de esos caldos irresistibles a tu paladar. Blancos afrutados o secos, tintos, rosados, espumosos… Cada cual tiene su preferido, aunque ya te contamos que nuestro paladar, o cerebro, es muy listo y valora más los vinos más caros, siempre que sepamos el precio. Para los más sibaritas, y que estén dispuestos a hacer un desembolso importante, llega una de las catas más espectaculares de nuestro país, una cata que ya ha sido definida como "única".
Hay que irse hasta Cádiz, algo que, para qué negarlo, no es un problema. Buen tiempo, mar, gastronomía espectacular y todo ello con una cata única y exclusiva. ¿Por qué? El restaurante Salicornia es el encargado de la organización de este evento que tendrá lugar el próximo 13 de mayo y donde hay dos cosas a destacar, solo ocho personas participarán en ella, en una cata de vinos que tendrá un precio de 650 euros por persona. Ocho afortunados que llevarán a su boca cuatro de los mejores vinos del mundo.
Y sintiéndolo mucho, los que estén dispuestos a acudir a esta cata tendrán que esperar a una nueva oportunidad, pues las ocho plazas se agotaron en muy poco tiempo, un éxito por el que ya se están planteando una segunda edición y así ampliar esta experiencia, irrepetible para muchas personas porque los cuatro vinos que se expondrán no solo son de los mejores del mundo, también son caldos que para nada son fáciles de encontrar por su exclusividad.
Cada uno de los ocho catadores probará 80 cc de cada vino, lo equivalente a una copa de cada, que se acompañarán únicamente por agua y pan. Todos y cada uno de los asistentes serán informados de las normas y de cómo será el proceso en cada instante, pues una de las grandes curiosidades es que una de las botellas, la más cara, no se abre delante de los catadores. Ese caldo se abre unas horas antes para conseguir que en el momento de la cata esté perfecto para degustarlo y detectar todas y cada una de las sensaciones y notas que el paladar puede recoger.
Josefina Armental, de Magerit, una de las mejores vinotecas de Cádiz, será la encargada de dirigir y guiar la cata de los cuatro espectaculares vinos. Ese que comentábamos que debe abrirse unas horas antes es una botella de Petrus, la más cara de toda la cata, pues solo la botella cuesta 3.000 euros, no imaginemos lo que vale una sola copa. Si de una botella salen ocho copas: 375 euros solo la cata de este vino. Por su lado, le sigue una botella de Pingus, de 1.000 euros, una de Château Mouton de 600 euros y por último un Vega Sicilia de 300 euros.
Este tipo de catas no es frecuente y se está planteando una segunda a pesar del éxito en reservas de esta primera porque no es rentable realizarlas. Es más, Juan Höhr, propietario del restaurante, ha declarado que hacerla es una especie de capricho personal porque, como decíamos, no habrá beneficio económico alguno porque el precio cubre los vinos, la parte que se lleva Magerit y también el pago de los manteles personalizados expresamente para la cata. Solo hay que hacer cuentas, la recaudación es de 5.200 euros y solo las cuatro botellas salen 4.900 euros, es decir, 300 euros para los pagos expuestos. Höhr espera que, una vez abiertas las botellas, el vino no se haya estropeado, pues en ese caso habría que devolver la parte proporcional a los asistentes.