Basta que te guste un poco la viticultura para que no te suenen a chino conceptos como el cuerpo, la juventud o la limpidez (de los vinos, se entiende). La cosa cambia cuando ya no te conformas con lo básico y quieres saber más, demostrar más. Así, cuando tus amigos vayan a casa a cenar y descorchéis una botella de tinto Cabernet Sauvignon sepas en qué deben fijarse tus ojos, tu nariz y, sobre todo, tu boca para dejar a todos impresionados. Nadie como José Moro, presidente de Bodegas Emilio Moro, para darte un curso exprés y, en menos que canta un gallo, convertirte en el perfecto aprendiz de sumiller. Dale al play en este nuevo capítulo de 'Vino, vidi, vici'.
El bodeguero ofrece unas nociones básicas para saber distinguir un vino y disfrutarlo como realmente se merece. Sin embargo, también existe un protocolo para el servicio del vino: por su color, se sirven los blancos y los rosados antes que los tintos; por edad, los jóvenes van por delante de los añejos; y en cuanto al sabor, mejor servir los intensos después de los suaves, con menos cuerpo y graduación.