Cambio de armario a los 50: trucos infalibles para quedarte con lo favorito (incluida esa camiseta rancia) y tirar lo que no
A partir de los 50 tenemos un fondo de armario enorme, pero solo nos ponemos entre el 30 y el 40% de nuestro guardarropa
Cuando algo en tu armario es invisible y lleva un par de inviernos sin vida activa, mejor darle el pase definitivo
El 'me da pena, igual vuelve a estar de moda' ha hecho que muchos armarios estén a reventar
Antes de que Marie Kondo irrumpiera en nuestras vidas, ya hacíamos nuestra particular 'operación limpia' con cada cambio de estación. Cada seis meses, aproximadamente, movemos la ropa de sitio para acceder más fácilmente la ropa de invierno y la de verano, pero no es suficiente. Trasladar la ropa no evita que armarios y cajones sigan estando a reventar porque la clave es que entran más prendas y accesorios de los que salen. A partir de los 50, además, lo normal es tener un fondo de armario enorme, tras años de juntar prendas de todo tipo. La pregunta es si todo lo que está tiene que estar. Sabemos que nos ponemos entre un 30 y un 40% de la ropa que tenemos, pero encontrarla puede ser una tarea titánica en un armario 'inflamado'. Atrévete a hacer détox de vestuario; tu ropa vivirá mejor y tú ganarás tiempo y un 'boost' de imagen porque solo te vas a quedar con lo que merece la pena. Si no sabes por dónde empezar, te damos algunas pistas para que averigües de qué te tienes que deshacer.
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Si lleva un tiempo 'invisible'
Cuando algo en tu armario es invisible, mejor darle el pase definitivo. Nos referimos a esas prendas del fondo del armario y de los cajones que llevan un tiempo, probablemente más de un par de inviernos, sin vida activa. En ese caso, decide si aún tienen puestas o hay que deshacerse de ellas. Sin arrepentimientos ni excusas.
Volverá... en algún momento
Todo es cíclico. Todo vuelve. La cuestión es si estaremos ahí para verlo. El 'me da pena, igual vuelve' ha hecho mucho daño y es el responsable de que muchos armarios estén a reventar. Al margen de lo que tenga un valor sentimental para ti (sin hacer trampas), lo mejor es que liberes el espacio de tu armario. Además, te contamos un secreto: lo que se cuenta que es revival nunca es exactamente así. Puden volver los 90, no es imposible, pero algo en las hechuras cambia. Admítelo antes de ser una caricatura noventera.
Prendas en siniestro total
Nos ha pasado muchas veces. Ropa a la que tenemos cariño, que, incluso, es de calidad... pero que ya no admite más puestas. Nos referimos a esas prendas manchadas, decoloradas, dadas de sí, con desperfectos varios... Creemos que los demás no se dan cuenta de estos pequeños desperfectos, pero sí lo hacen y no hay excusas que cuelen. Cuando una prenda ha entrado en fase de siniestro total, elimínala de tu vida.
No te cabe o cabes de más
Podemos adelgazar, podemos engordar y las lavadoras con programas de agua caliente pueden hacer de las suyas. Adelgazamos, engordamos, nos tonificamos, dejamos de estarlo. Estas cosas ocurren, y lo sufre no solo el cuerpo, también la ropa. Y pocas cosas quedan peor que un pantalón con bolsas o una camisa que se ajusta al cuerpo como las camisetas térmicas. Y no vale escudarse en la moda oversize. No es lo mismo una prenda holgada de tu talla que una chaqueta tres tallas más grande.
Zapatos ¿eternos?
Para hacer un buen cambio de armario es importante mirar también al zapatero. En cada armario hay unos cuantos pares de zapatos de hoy, de ayer y de siempre... Zapatos eternos que nos gustaron mucho en su momento y nos da pena tirar, zapatos ultracómodos (y ultragastados) y zapatos que se nos han quedado pequeños. Sí, el pie crece con la edad, más a lo ancho que a lo largo, así que de toda esa colección de calzado, probablemente hay pocas piezas con vida útil. En cuanto a estilo, es mandatorio deshacerse de los modelos que sean y parezcan viejos. Los zapatos son el complemento que pueden elevar o arruinar el mejor look de tu vida.
Las prendas en mal estado
Solo dejaremos caer unas cuantas palabras: pelotillas, roces, desteñidos... No hace falta decir mucho más. En especial, las pelotillas en un jersey de lana son un bajón de imagen que cuesta superar. Respecto al truco de pasar la cuchilla, a la tercera pasada nos hemos quedado sin jersey.
Calcetines: solo en perfecto estado de revista
Los calcetines son la bestia negra de cualquier experto en orden. Suelen desparejarse, se decoloran con los lavados, les salen pelotillas y se rompen con facilidad. Quien no haya tenido un tomate en los calcetines que tire la primera piedra. Los calcetines también se dan de sí y cuando no sujetan lo suficiente, se escurren por el talón. ¿Hay algo más incómodo que un calcetín 'desubicado'? No. Echa un vistazo realista y tira los que no cumplan con estos criterios: sin roturas, flexibles, sin decoloraciones y sin las famosas pelotillas.
Ropa interior: si no aguanta la visita al médico, no vale
Es así de fácil: ¿podrías ir al médico con la ropa interior que tienes? Si la respuesta es que pasarías vergüenza, la respuesta es que tienes que tirar la que tienes y comprarte ropa nueva. Y esto vale también para los calzoncillos. Afortunadamente, hay muchas calidades , muchos diseños y muchos precios; no hay que arruinarse para reponer la ropa interior, pero ten claro que la de mejor calidad es de algodón.