Después de candidaturas supersónicas de algunos miembros destacados del Partido Conservador y mucha negociación interna, Rishi Sunak es ya el sucesor de Liz Truss al mando de los 'tories' y del gobierno británico. Por el camino se han ido quedando Penny Mourdant y el mismísimo Boris Johnson, quien ha preferido dejar vía libre a su antiguo ministro de Economía. La propia Truss ha felicitado a Sunak a través de Twitter.
De origen indio, posee una increíble fortuna. Según The Guardian, el patrimonio de Sunak y su esposa, Akshata Murty, supera los 840 millones de euros, aproximadamente el doble de la fortuna de los actuales reyes de Inglaterra, Carlos III y Camila, duquesa de Cornualles, estimada entre los 346 y 403 millones de euros. Ser indiscutiblemente rico y hacer alarde de ello hace que para algunos no sea el candidato idóneo. "Es demasiado rico para comprender las luchas diarias de los votantes", señala el diario británico.
Hay pruebas de que los ingresos de los Sunak están por encima de las posibilidades de cualquiera. Mocasines de Prada de más de 500 euros y trajes a medida de más de 4.000. En cuanto a casas, el hogar de la familia del futuro primer ministro tiene un valor superior a los siete millones de libras esterlinas, más de ocho millones de euros. Los fines de semana el matrimonio Sunak y sus dos hijas se trasladan a su residencia de Yorkshire, una casa de más de dos millones de euros con piscina cubierta, jacuzzi, pista de tenis y un gimnasio. Solo calentar la piscina supondría 16.000 euros al año, casi seis veces la factura de energía de una familia promedio.
Los padres de Sunak, de origen indio, llegaron a Reino Unido desde África. El político nació en 1980 Southampton, donde su padre era médico y su madre dirigía su propia farmacia. Se educó en la escuela privada de de Winchester College. Los estudios universitarios los realizó en Oxford, donde cursó estudios de filosofía, política y economía.
Durante su etapa de estudiante, trabajó como camarero en restaurantes de la zona para no depender por completo de sus padres.
Para complementar sus estudios universitarios, Sunak decidió hacer un master en la universidad de Stanford, en California. Sería un viaje trascendental en su vida porque allí conoció a su esposa, Akshata Murty, hija de Narayana Murty, multimillonario indio y cofundador del gigante de servicios de IT Infosys.
Las dos hijas de la pareja han nacido en Reino Unido. El político confía ciegamente en ellas en todo lo referente al cambio climático; de hecho, confiesa que son "las que más saben en casa de ese tema".
Murty ha estado alguna vez en el centro de la polémica como cuando se descubrió que no pagaba impuestos en Reino Unido, algo que solucionó cambiando de domicilio fiscal para aligerar la presión sobre su marido. Los partidos de oposición se preguntaron entonces si el propio Sunak se habría beneficiado alguna vez de la contabilidad en paraísos fiscales.
El diario The Independent fue más lejos al afirmar que figuraba como beneficiario de fideicomisos de paraísos fiscales en las Islas Vírgenes Británicas y las Islas Caimán en 2020. Sin embargo, no ha podido demostrarse.
Sunak se siente orgulloso de sus orígenes indios, pero defiende la multiculturalidad. "En términos de educación cultural, puedo estar en el templo el fin de semana, soy hindú, pero también puedo ir al partido de los Saints (Club de Fútbol de Southampton) un sábado. Puedes hacer todo, puedes hacer ambas cosas".
Respecto a su propia experiencia, afirma no haberse sentido víctima de racismo en términos generales. Pero sí destaca una anécdota vivida en la niñez que le marcó. Estaba con sus hermanos en un restaurante de comida rápida y oyó los comentarios despectivos que hacían algunas personas. "Me dolió. Todavía lo recuerdo. Se me grabó en la mente. Hay muchas formas diferentes en las que pueden insultarte", explicó en la misma entrevista en la BBC. No cree, sin embargo, que eso pueda ocurrir en el Reino Unido de hoy.