La presidenta del grupo Eulen, María José Álvarez Mezquíriz, una de las mayores fortunas de España, ha sido asaltada por dos hombres armados mientras circulaba por Madrid. Dos hombres amenazaron con pistolas al vehículo, conducido por el escolta de la empresaria, en el que viajaba.

Ni el guardaespaldas ni la presidenta de Eulen resultaron heridos, ya que el escolta disparó a los atacantes, que terminaron huyendo. Según la policía, el objetivo era el coche de alta gama y no la propia empresaria, dueña también del imperio vinícola Vega Sicilia. El incidente ha puesto en primer plano la figura de esta magnate, que, paradójicamente, cuenta con un perfil público discreto. ¿Quién es, en realidad, la presidenta de Eulen?

María José Álvarez Mezquíriz es hija del empresario leonés David Álvarez, que falleció el 26 de noviembre de 2015 a los 88 años. La actual presidenta de Eulen controla desde 2017 la mayoría del capital de la empresa a través de la sociedad instrumental Daval, tras haberse formalizado notarialmente la partición de la herencia de su padre que la enfrentaba a sus hermanos. Su fortuna es de 225 millones de euros, según Forbes.

Su acceso a la presidencia de Eulen originó un enfrentamiento con sus hermanos Marta, Elvira, Juan Carlos, Emilio y Pablo Álvarez Mezquíriz, calificados como "díscolos" por su propio progenitor. 

La guerra fratricida empezó mientras el patriarca vivía. Álvarez designó a Jesús David y María José herederos universales de su fortuna y expulsó a los otros cinco del control de Eulen, el gigante de empresas con divisiones de limpieza, mantenimiento y servicios auxiliares.

En ese momento, se abre la guerra en la familia Álvarez. Los miembros del clan dejaron de tener trato, incluso en fechas señaladas, como en Nochebuena. Solían pasarla en el molino restaurado que la familia tiene en la pequeña localidad leonesa de Crémenes, la localidad natal del patriarca. Era la cita familiar obligada, pero el reparto de la herida abrió una herida que aún hoy no está cerrada. María José logró hacerse con el control accionarial con el apoyo de la tercera esposa de su padre, Maite Esquisabel, antigua secretaria del empresario.

María José Álvarez Mezquíriz siempre ha estado muy vinculada a León, de donde también era su padre, nacido en Crémenes y nombrado por el rey emérito Marqués de Crémenes poco antes de abdicar.

La empresaria se casó precisamente en Crémenes en 2008 con un cirujano de la Clínica Rúber de Madrid. El evento, que reunió a 400 personas, congregó a numerosas personalidades del panorama financiero y político. Celebrado bajo fuertes medidas de seguridad, la boda tuvo lugar en la ermita de El Roblo, a pocos metros del molino de Lois, propiedad de la familia.

Si algo destaca de Álvarez es su capacidad de trabajo y su espíritu emprendedor. Después de finalizar sus estudios universitarios en Bélgica, comenzó a trabajar en Eulen en una época en la que se creía la "reina del mambo", dispuesta a "comerse el mundo", tal y cómo afirmó en el discurso que ofreció en la Cámara de Comercio España-Estados Unidos cuando recibió en 2017 el premio a la empresaria del año.

Pese a sus aspiraciones, la hija del jefe tuvo que trabajar duro. Su padre la destinó durante dos años a hacer estadísticas de absentismo laboral. "Aprendí que en una empresa todos somos importantes", recordó en ese mismo discurso.