No puedes dejar de mirar: el tipo que destroza bolsos y zapatos de lujo para saber si valen lo que cuestan
Tanner Leatherstein es el nombre ficticio del curtidor que, literalmente, destroza bolsos de lujo para saber si los materiales son los adecuados y si el trabajo de manufactura es realmente artesanal
El experto no tiene en cuenta otros factores que convierte un producto en artículo de lujo
Según sus estándares de calidad, la mayoría no superan los 150 euros, cantidad que puede multiplicarse por diez cuando llega al consumidor final
¿Qué es el lujo? ¿Cuánto estamos dispuestos a pagar por él? Según Susana Campuzano, directora de la consultora Luxury Advise y autora del libro 'La fórmula del lujo', en sus inicios lo lujoso se asociaba a materiales exclusivos tratados de manera artesanal para satisfacer una cierta estética. Con el paso de los siglos, a esos principios se unen la innovación -por ejemplo, materiales más resistentes y polivalentes- y el acceso a un estatus social superior.
Si hay un accesorio que consigue todo eso son los bolsos, sobre todo los femeninos. Todas las grandes marcas de moda diseñan sus propios bolsos, siempre a precios muy altos porque el mercado los demanda y, paradójicamente, su alto precio los convierte en objeto de deseo. La cuestión es: ¿valen lo que cuestan?
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Tanner Leatherstein, el provocador
Esa misma pregunta se la ha planteado Tanner Leatherstein, un experto en marroquinería que, literalmente, destroza bolsos de lujo para saber si los materiales son los adecuados y si el trabajo de manufactura es realmente artesanal. "Algunas marcas se aprovechan de la falta de conocimiento para ofrecer productos mediocres. Nuestro objetivo es informar y a la vez entretener con temas relacionados con el cuero", cuenta en su web este curtidor -su nombre, Tanner Leatherstein, es un neologismo inventado que significa algo así como 'curtidor de la piel'-, entre cuyos propósitos también se encuentra, indudablemente, provocar, según muestran sus posts de Instagram.
No más de 150 euros... con truco
Tanner cuenta con más de 300.000 seguidores en Instagram y 500.000 en TikTok. ¿Cómo son sus reviews? Cada semana graba vídeos en los que corta, despedaza, moja y hasta quema bolsos icónicos para descubrir la calidad de la piel. Según sus estándares de calidad, la mayoría no superan los 150 euros, cantidad que puede multiplicarse por diez cuando llega al consumidor final.
Y ahí está la clave. Para que un bolso de alta gama llegue al consumidor final, hay otras variables que son las que conforman el lujo. El diseño es una de ellas. La investigación e innovación, otras; más todo lo que atañe al marketing y al propio punto de venta: estudios de mercado para conocer mejor el perfil de los clientes, métodos de producción y costes de venta, entre otros factores.
Al margen de la materia prima, hay todo un engranaje que encarece el producto. Lo decía el propio Juan Mari Arzak, referente de otro tipo de lujo, el experiencial, cuando le recriminaban lo caro que era comer en su restaurante. Respondía el chef que la comida podía regalarla, pero no así la formación de calidad de sus cocineros, los muebles, lencería y vajilla de su establecimiento, así como el propio emplazamiento y los gastos corrientes.
Creador de su propia marca
¿Conoce este experto en marroquinería los aspectos empresariales del negocio? Procedente de una familia de curtidores de la India, sigue con su estrategia de probar con métodos más que invasivos la calidad de productos de lujo, ya no solo con bolsos, sino también con zapatos, cinturones, carteras o billeteros.
Tanner tiene dos marcas de marroquinería, Pegai y Mctroy, fundadas en 2017 y que se definen como "de buena calidad a un precio justo". Sus inclasificables reviews comenzaron hace un año, el mismo tiempo que lleva como consultor de marcas. En sus redes también explica que sus marcas han crecido y parte de sus beneficios se destinan a la ONG Save The Children. Los niños son, precisamente, mano de obra barata en muchos de los países donde algunas grandes marcas se deslocalizaron hace años.