Elisabet Silvestre, sobre cuidar a alguien y teletrabajar: "Nuestro cerebro no está cableado para la multitarea"
El teletrabajo puede significar confundir los límites entre lo profesional y lo doméstico; la bióloga Elisabet Silvestre explica cómo puede hacerse sin caer en el exceso de tareas
"El verde de las plantas es poderoso, pura medicina para el cerebro"
"Primero modelamos el espacio de trabajo, pero después es el espacio el que nos modela a nosotros"
Quien teletrabaja sabe lo peligroso que es confundir los límites de lo profesional y lo doméstico, sobre todo cuando tenemos que cuidar a alguien a nuestro cargo. En esa confusión es frecuente trabajar en casa como en un circo de tres pistas a las que hay que atender sin descanso. Saber hasta qué punto podemos someter a nuestro cerebro a tal hazaña es uno de los objetivos de Elisabet Silvestre, doctora en Biología, máster en Biología humana, máster en Bioconstrucción y autora de 'La oficina en casa' (RBA Libros), un libro con las claves para crear un ambiente cómodo y saludable, dos aspectos claves cuando hay que trabajar en nuestro hogar.
En el libro das mucha importancia a la luz natural ¿Qué relación tiene esto con el cerebro y el trabajo?
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La luz natural es esencial. Decíamos antes que para mí es un nutriente que no puede faltar, por toda su implicación en el equilibrio de los ciclos biológicos, del cerebro y de todo el cuerpo. Con luz natural trabajamos mejor, nos cansamos menos, somos más creativos. Por ello le doy tanta relevancia. De hecho, si no podemos encontrar un lugar en casa para trabajar que disponga de luz natural, recomiendo disponer de una pequeña mesa en el salón, la galería, o cualquier otra zona de la casa con luz natural, para aprovechar una hora o dos de sol. Se trata de ser flexible con el uso del espacio; no quedarse trabajando en un lugar sin luz natural, con luz eléctrica, toda la jornada. O salir a andar una media hora a alguna zona verde cercana al hogar. Es la mejor forma de hacer una pausa activa, y poner el cerebro en modo creativo, y surgen las mejores ideas.
En tu libro incides sobre el efecto biofílico. ¿Por qué le concedes tanta importancia?
Se trata de la conexión con la naturaleza, de recuperarla. El verde es poderoso, pura medicina para el cerebro: el contacto con la naturaleza reduce el estrés, mejora el ánimo, aporta foco, concentración, calma, revitaliza. Ver verde nos aporta bienestar, se ha evidenciado que favorece la productividad y alarga la vida. Desde tener vistas a árboles, a zonas verdes, hasta tener plantas en casa, en la zona de oficina en casa, ya que aportan belleza, purifican el aire, regulan la humedad relativa, y calman la mente. Las plantas son grandes aliados de la salud física y mental, y además somos más productivos y creativos rodeados de verde. Se puede apoyar este efecto decorando con imágenes de paisajes, con elementos y materiales naturales.
¿Es más importante el espacio de trabajo o los elementos que crean esa zona?
La idea es que los metros no limiten; en poco espacio también se puede conseguir crear un espacio acogedor, bonito y práctico. De hecho, para aportar ideas en este sentido, publico en mis redes y en mi web de imágenes con ejemplos de oficinas en casa en espacios reducidos, para mostrar que se puede crear espacios muy bonitos en poco espacio. El punto común de todos ellos son los elementos, algunos que hemos ido citando, como la luz natural, las plantas, el color, la armonía... y después se trata de personalizar el espacio, de representar en él nuestros valores. El proceso es interesante porque primero modelamos el espacio, y después es el espacio el que nos modela a nosotros.
Cuando hablamos de teletrabajo, siempre se dice que facilita la conciliación. Y la conciliación incluye algo de multitarea, además de que muchos empleos implican manejar varias cosas a la vez. ¿En tu experiencia, es viable el 'multitasking'?
Se le ha dado y se le da todavía mucho valor al hacer varias cosas a la vez, pero el cerebro no está preparado para realizar varias tareas a la vez. En realidad, cuando se hace varias tareas a la vez, se está cambiando la atención de forma rápida de una a la otra, y este cambio de concentración de una a otra nos hace menos eficientes. Trabajar pendiente del mail, de las alertas, de las notificaciones del WhatsApp... Todo ello supone un alto coste de atención por parte del cerebro. Estar en multitarea supone un agotamiento para la mente, además de un aumento de cortisol.
¿Debemos, entonces, dejar de dispersar tanto nuestra atención?
Resulta más saludable y más efectivo fijar unos espacios de tiempo para hacer una tarea, sin interrupciones, y después otra. Un tiempo para responder mensajes, un tiempo para revisar mails, un tiempo para hacer el informe... Como dice la neurociencia, nuestro cerebro no está cableado para realizar múltiples tareas correctamente.