A veces olvidamos que nuestras mascotas están en contacto directo con el suelo. Y esta semana en algunas zonas de Madrid la temperatura del suelo alcanzó los 55 grados. Por si fuera poco, los perros y los gatos no pueden regular su temperatura corporal tan eficientemente como los humanos -además de que muchas veces no controlan sus suministros de agua- lo que los hace extremadamente susceptibles al golpe de calor.
Cuando la temperatura del cuerpo de una mascota aumenta rápidamente (como sabes, es un par de grados más alta que la nuestra) y supera su capacidad de enfriamiento, puede producirse daño en los órganos internos e incluso la muerte. Los síntomas incluyen jadeo excesivo, dificultad para respirar, vómitos, diarrea, debilidad y colapso.
Las superficies calientes, como el asfalto o la arena, pueden quemar las almohadillas de las patas de las mascotas. Es importante recordar que lo que es tolerable para nuestros pies descalzos no necesariamente lo es para las patas de nuestras mascotas. Por eso la Policía Nacional sugiere este sencillo truco: poner el dorso de la mano durante cinco segundos en la superficie, si tu mano no puede tolerar los cinco segundos, las patas de tu perro tampoco. Si es necesario, utiliza botitas protectoras para perros o directamente aléjale de esa superficie y procúrale sombra.
Además, el calor excesivo puede llevar a la deshidratación en las mascotas. Los síntomas de deshidratación incluyen letargo, pérdida de apetito, sequedad de las encías y disminución de la elasticidad de la piel. Asegúrate de que tu mascota tenga siempre acceso a agua fresca y limpia, especialmente en días calurosos, y evita que se quede expuesta al sol durante períodos prolongados.
Además del golpe de calor, las mascotas también pueden experimentar hipertermia, que es un aumento significativo de la temperatura corporal. Esto puede ocurrir cuando una mascota se queda encerrada en un automóvil caliente, incluso por unos pocos minutos. Incluso con las ventanas parcialmente abiertas, las temperaturas en el interior de un automóvil pueden aumentar rápidamente y llegar a niveles peligrosos. La hipertermia puede ser fatal, por lo que nunca se debe dejar a una mascota en un automóvil estacionado bajo el sol, aunque sea por un corto período de tiempo.
Para proteger a tu mascota del calor, asegúrate de proporcionarle un lugar fresco y sombreado para descansar, evita el ejercicio vigoroso en horas de calor intenso, nunca dejes a tu mascota en un automóvil estacionado bajo el sol y mantén siempre agua fresca y disponible. Siempre debes estar atento a los signos de malestar y buscar atención veterinaria si sospechas que tu mascota ha sido afectada por el calor de manera negativa.