Cómo reconocer una buena flor de Pascua (y cómo cuidarla para que dure)
Las poinsettias o flores de Pascua, originarias de México e imprescindibles en las celebraciones navideñas de todo el mundo, pueden comprarse prácticamente en todas partes, ¿pero cómo elegirlas bien?
Las flores de Pascua necesitan un lugar luminoso, cálido y estar bien protegidas de las corrientes de aire para mantenerse radiantes.
Para los expertos, la cantidad perfecta de agua para evitar exceso de riego corresponde al tamaño de una copa de champán
Es la planta de la Navidad por antonomasia. Las poinsettias o flores de Pascua, originarias de México e imprescindibles en las celebraciones navideñas de todo el mundo, son prácticamente ubicuas. Además de en floristerías, pueden comprarse en grandes superficies, supermercados, gasolineras y en muchas tiendas abiertas las 24 horas. La variedad, calidad y precios cambian, pero en cualquiera de estos establecimientos, hay ejemplares en mejor o peor estado. ¿Cómo identificarlos?
Pautas de profesionales
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Comprar una flor de Pascua en perfectas condiciones es fácil siguiendo los consejos de los profesionales. Los expertos de Stars for Europe (SfE), la iniciativa que representa a los principales productores de poinsettia en 22 países europeos, comparten las recomendaciones más importantes.
Evita las zonas de entrada
Las flores de Pascua necesitan un lugar luminoso, cálido y estar bien protegidas de las corrientes de aire para mantenerse radiantes. Por ello, a la hora de comprar una poinsettia, es recomendable evitar aquellas flores que están en la entrada expuestas a corrientes de aire, en el exterior con viento y temperaturas inferiores a 15 °C o en un rincón oscuro de la tienda.
El viento y una temperatura más baja de la recomendada pueden causar daños en la planta que se notarán unas semanas después con la caída de sus hojas.
Fíjate en las hojas
Las hojas son el reflejo de la poinsettia. Las flores frescas y sanas tendrán un follaje denso y sin daños, y entre las hojas debería haber pequeños capullos florales color amarillo-verdoso. En los comercios, las poinsettias bien cuidadas estarán expuestas sin envolver y separadas unas de otras. Las brácteas (las hojas que nacen del pedúnculo) de una flor sana deben estar brillantes, cualquier desperfecto de color amarillento o marrón es motivo de duda. Además, es importante que observes que no haya hojas caídas en la maceta.
Comprueba la tierra
A las flores de Pascua no les gusta la sequedad ni el exceso de agua. En el momento de la compra es importante observar cómo está la tierra de la planta. Es fácil comprobar si una poinsettia ha recibido la cantidad de agua adecuada: levántala, la maceta puede ayudarte a comprobar su estado. Si es muy ligera o notablemente pesada, desconfía. En caso de duda, siempre es mejor elegir otra.
Ahora que ya tienes la poinsettia perfecta, es el momento de prodigarle en casa los mejores cuidados, especialmente cuando deseamos que luzca perfecta durante todas las fiestas.
Cuidados expertos
El hábitat natural de las poinsettias son las regiones tropicales con una temperatura suave y constante. En principio, las bajas temperaturas del clima continental típico de Europa no es su emplazamiento ideal. Sin embargo, hay maneras de preservarlas. Los especialistas de Stars for Europe insisten en la importancia de la ubicación y en la forma de riego, además de estas otras recomendaciones, empezando por el momento del transporte.
Protégela cuando la transportes
Para que las flores de Pascua sobrevivan a la crudeza del invierno, durante el viaje a casa deben estar bien envueltas y protegidas de cualquier ráfaga de viento. Los comercios especializados suelen estar bien equipados para ello y disponer de los materiales de embalaje necesarios para envolver la planta. Evita dejar la planta dentro del coche durante largos períodos de tiempo, ya que las bajas temperaturas del invierno pueden dañarla. Si tienes un maletero espacioso, quizás sea tu mejor opción para guardarla durante el trayecto a casa.
Utiliza agua a temperatura ambiente
Como decíamos, la poinsettia es originaria de México, por lo que está acostumbrada a las temperaturas tropicales suaves y no le gusta el agua fría ni las corrientes de aire. Por ello, después de llenar la regadera, es mejor dejar que el agua repose un poco hasta que alcance la temperatura ambiente antes de regarla.
Mejor agua baja en minerales
A las flores de Pascua tampoco les sienta bien el exceso de cal. El agua de lluvia es naturalmente blanda (baja en minerales) y, por tanto, es perfecta para las plantas. En las regiones con agua potable dura, puedes reducir el contenido mineral del agua del grifo hirviéndola o dejándola reposar durante un día. También puedes mezclar el agua del grifo con agua destilada o utilizar un filtro de agua. Si utilizas una secadora, también puedes utilizar el agua del proceso de secado para diluir el agua demasiado dura.
Riega sólo con la tierra seca
Poner agua en exceso a las flores es un error muy común. Riega sólo cuando la tierra esté seca. Para comprobarlo, puedes insertar el dedo hasta dos centímetros de profundidad y ver si está seca. También puedes levantar la maceta para ver si se nota muy ligera. Ojo, tampoco dejes que la tierra se seque tanto que se vuelva polvorienta al tacto.
Una copa de champán, la medida perfecta
La tierra de una poinsettia nunca debe estar completamente mojada. Es mejor regar en menores proporciones, pero con más frecuencia, que en grandes cantidades. Para una poinsettia de tamaño estándar que está en una maceta de unos 13 centímetros deberás utilizar unos 100 mililitros de agua por regado, más o menos lo que cabría en una copa de champán. En cambio, para una poinsettia pequeña de una maceta de 6 centímetros sólo necesitas medio vaso. Una buena pauta para las plantas de tamaño estándar es regar de esta manera cada dos o tres días, aunque las mini poinsettias pueden necesitar ser regadas diariamente debido al pequeño volumen de tierra. Si se mantienen en una habitación muy cálida o cerca de un calefactor, también pueden necesitar un riego más frecuente.
Desecha el exceso de agua
Unos 15 minutos después de regar, hay que eliminar el exceso de agua del platillo o la maceta en la que se encuentra la flor de Pascua, ya que ésta no tolera bien el encharcamiento. También puedes regar la planta desde la base, dejando que beba desde el fondo. Para ello, vierte el agua directamente en el platillo o la maceta exterior, luego coloca la maceta de la poinsettia en ella y espera unos 15 minutos para que la tierra la absorba. Si la absorbe rápido, añade un poco más. Si el nivel de agua no cambia durante varios minutos, significa que la planta ha tenido suficiente y es hora de desechar el exceso.
Cuidados de viaje: riego por inmersión
Para los que no quieren preocuparse por el riego regular, el método de mojado inmersión es una buena alternativa. En este caso, cuando la planta está seca, se sumerge todo el bloque de tierra en agua a temperatura ambiente durante unos minutos. Para ello, toma la planta en su maceta estándar con agujeros de drenaje y sumérgela en un cubo o fregadero profundo. Saldrán burbujas, lo que indica que la tierra está absorbiendo agua. Cuando las burbujas disminuyan y se detengan, significa que la planta ha tenido suficiente. En ese momento, levanta rápidamente la planta, deja que el agua se escurra brevemente y vuelve a colocar la poinsettia en su maceta o platillo exterior. Recuerda eliminar el exceso de agua que se filtra después de 15 minutos como máximo. Con este método, sólo tendrás que regar una vez a la semana, por lo que es perfecto si estás fuera de casa durante unos días.