Muchos son los eruditos que se han atrevido a definir la felicidad. Según Aristóteles, la felicidad consiste en lograr, a lo largo de toda la vida, todos los bienes -salud, riqueza, conocimiento, amigos, etc.- que conducen a la perfección de la naturaleza humana y al enriquecimiento de la vida humana.
Hay quien cree que encontrar la felicidad es algo que nos lleva toda la vida y que se va adaptando a medida que vamos evolucionando. No existe una regla generalizada sobre cómo ser feliz. Sobre la idea de lo que significa ser feliz y cómo lograrlo, aunque no haya reglas fijas, ha hablado la empresa estadounidense Cigna, una compañía global de Seguros de Salud dedicada a ayudar a las personas, y ha sacado 10 conclusiones al respecto.
A lo largo de la vida los seres humanos nos encontramos con muchas dificultades, nadie dijo que vivir fuera fácil. Aunque hay cosas que se escapan a nuestro control, sí podemos controlar la manera en la que reaccionamos. Buscar el mejor camino para uno mismo sí está en nuestra mano y el nivel de satisfacción cuando lo conseguimos es una opción que nos puede acercar a la felicidad individual.
Reconocer lo bueno de la vida es fundamental para encontrar la paz mental acompañada de la felicidad. Aunque muchas veces no es fácil, hay que saber encontrar lo bueno en las peores situaciones y ser agradecido por lo que tenemos. Como decía el filósofo y poeta Tagore: "Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas".
Perdonarse a uno mismo en fundamental en la búsqueda de la felicidad personal. Estar enfadado con uno mismo por las cosas que pasan en la vida o con otras personas es como llevar una mochila cargada de piedras. Saber perdonarse a uno mismo y a los demás es fundamental para ser feliz con uno mismo.
Vivir obsesionado con lo negativo de la vida de uno mismo es un gran problema. La calidad de nuestros pensamientos tiene influencia directa sobre cómo nos sentimos y sobre la búsqueda de nuestra felicidad. Cuando dejamos de obsesionarnos por todo lo negativo y nos focalizamos en el lado positivo de las cosas estamos en el camino correcto hacia la felicidad.
Tener amigos nos hace formar parte de la sociedad. Sobre la amistad se ha pronunciado también Harvard, asegurando que a lo largo de nuestra vida es fundamental tener tres tipos de amistades. Sin la amistad las personas se pueden sentir solas, un factor que resta a nuestro bienestar, salud y sobre todo felicidad.
La ciencia está cansada de decirnos que dormir buen es fundamental para nuestra salud, y es que a veces los problemas del día a día no nos permiten desconectar y descansar adecuadamente. Unos buenos hábitos de sueño son fundamentales para alcanzar la felicidad.
El deporte es uno de los grandes aliados del ser humano, no solo para encontrarnos mejor y ralentizar el envejecimiento. El ejercicio estimula nuestro flujo sanguíneo y ayuda a sentirnos mejor. Tampoco hay que obsesionarse con ello, pero cualquier ejercicio, intenso o moderado, nos ayudará a reducir el estrés, mejorar el sueño y nos acercará un poquito más a la felicidad.
Los días que hace sol las personas se sienten más felices, el sol nos ayuda a encontrarnos mejor de estado de ánimo, algo fundamental para buscar la felicidad. Si tienes la oportunidad de dar un paseo al sol a diario tienes más posibilidades de alcanzar esa felicidad que tanto ansiamos.
Vivir y trabajar en un entorno limpio y recogido afecta de manera positiva a nuestro estado de ánimo. Simplemente el hecho de ordenar, recolocar o limpiar puede llevarnos a mejorar anímicamente.
Ser felices depende en gran parte de las experiencias que hemos vivido desde que somos pequeños. Definir nuestros objetivos en la vida es algo que nos persigue desde siempre, empezar a cumplirlos poco a poco nos ayuda a aumentar la confianza en nosotros mismos y con ello nuestra felicidad.