Carla Bruni, sobre la infidelidad: "Soportaría un adulterio físico, pero no que mi pareja se enamore"
Italiana de nacimiento, parisina de adopción y francesa de corazón, la vida familiar de Carla Bruni parece sacada de una novela romántica
La modelo conoció la identidad de su verdadero padre la noche en que murió su progenitor legal, Alberto Bruni-Tedeschi
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Ha cumplido 56 años este diciembre. Es italiana de nacimiento, parisina de adopción, teniendo en cuenta que vivió en la Ciudad de la Luz de niña y, hoy, nacionalizada francesa gracias a su rol de primera dama, fruto de su matrimonio con Nicolás Sarkozy. Entre 2008 y 2012 fue la anfitriona del Elíseo. Entre medias, años de super modelo, incursiones en la música y romances estratosféricos, como el que mantuvo con Mick Jagger.
En la actualidad, se dedica a la música y sentimentalmente está tranquila. Pese a los años difíciles y los conflictos judiciales de Sarkozy, el matrimonio se mantiene y cría feliz a su hija Julia. Pero si Carla Bruni vuelve a la actualidad no es por su vida conyugal, sino por lo infrecuente de su filiación familiar.
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Parentescos al descubierto
Bruni nació en Torino el 3 de diciembre de 1967. Hasta que cumplió 27 años creyó ser la hija de la pianista y actriz Marisa Borini y del empresario musical y compositor de música clásica Alberto Bruni-Tedeschi. Sin embargo, el padre biológico de Carla era el empresario Maurizio Remmert.
La modelo supo la verdad la noche de la muerte de Bruni-Tedeschi, en 1996. Años después, Marisa Bruni-Tedeschi, contó todo el affaire en su autobiografía 'Mes chères filles, je vais vous raconter' (Mis queridas hijas, os voy a contar). Maurizio Remmert, un empresario instalado en Brasil, que mantuvo una relación romántica con Marisa, madre de Carla, cuando ella tenía 35 años y él 19. El romance entre ambos duró seis años, hasta que Maurizio se marchó a Latinoamérica. Lo más curioso es que el padre de Bruni era hijo de Girgio Remmert, otro amante de Marisa.
Valeria, hermana de Carla, además de actriz y directora de cine, abordó la peculiar historia familiar en la película 'Es más fácil para un camello'. De todo ello ha hablado en el programa de la televisión italiana 'Belve', donde ha compartido su experiencia y las consecuencias de ese entramado familiar. "Siendo hija de un amor ilegítimo, no puedo rechazar el adulterio", explica en este espacio televisivo.
Sin embargo, no se muestra tan abierta en relación a otras formas de pareja. "Puedo entender una relación física con otra persona, pero no enamorarse de ella ni llevar una doble vida", ha señalado en el mismo programa. Su madre, de 86 años, puede entender a su hija. En una reciente entrevista admitió que, pese a sus numerosas relaciones extramatrimoniales nunca pensó en divorciarse de Alberto Bruni-Tedeschi.
Relación poco fraternal
Durante la entrevista, la antigua primera dama de Francia también dejó algunas declaraciones amargas hacia su hermana Valeria. "En la obra de mi hermana, que solo hace películas de mi familia, me siento usada, no representada". Ambas crecieron junto a su hermano Virginio, fallecido en 2006 por complicaciones derivadas del VIH que padecía. A él precisamente le ha dedicado los derechos de varias de sus canciones y por él ha creado una fundación dedicada a la investigación de esta enfermedad. La muerte de Viriginio es, de hecho, el acontecimiento familiar que la antigua super modelo no logra olvidar.
Sin embargo, la relación con su verdadero padre es ejemplar. De hecho, Remmert ejerció de padre de la novia en su boda con Sarkozy e incluso ha acompañado al político en algunos de sus viajes oficiales.