Las 4 superficies de tu casa que no debes limpiar con vinagre
El vinagre de limpieza, gracias a sus componentes de origen natural, es perfecto para limpiar en profundidad tu hogar, pero no todas las superficies
Pero también es el gran enemigo del plástico, la piedra natural, las juntas de goma y el aluminio y cobre
Diez rincones de casa que suelen ser los grandes olvidados a la hora de limpiar
El vinagre es uno de los productos estrella de la cocina, tanto que su uso no se limita a un aderezo en la ensalada, también es un gran aliado como producto de limpieza. No solo tiene propiedades antibacterianas, sino que también elimina olores, manchas difíciles en la ropa, la cal de objetos y superficies, desatasca desagües, quita chiles y pelusas de tejidos, limpia acero inoxidable, cristales, pantallas electrónicas e incluso repele insectos y bichos.
Eso sí, es muy importante diferenciar entre vinagre blanco de limpieza y vinagre de vino blanco, aunque tienen nombres parecidos no son lo mismo y tienen diferentes grados de acidez que es fundamental conocer. El primero tiene una acidez entre el 5% y el 15%, mientras que el segundo solo tiene una concentración ácida que oscila entre el 3% y el 5% . Por lo tanto, el que se debe usar a la hora limpiar es el vinagre blanco de limpieza, pues sus resultados son, con diferencia, mejores.
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Esto lo convierte en una gran alternativa a los productos químicos, de los que muchas veces queremos prescindir, puesto que pueden ser muy fuertes. No obstante, hay algunas superficies en casa que es mejor no limpiar con vinagre.
Superficies de plástico
La acidez del vinagre de limpieza está en torno al 5 y 15 %, por lo que hay que evitar aplicarlos sobre superficies u objetos de plástico. Por muy diluido que esté el vinagre, el ácido de este estropearía el plástico. La superficie o plástico se volvería poroso y áspero y podría llegar incluso a romperse con el uso continuado del producto.
Lo mejor para limpiar superficies u objetos de plástico es utilizar una mezcla de agua tibia y jabón neutro con la ayuda de un paño suave, frotando la superficie para eliminar la suciedad y las manchas.
Juntas de goma y de silicona
Con la goma y las juntas de silicona de los frigoríficos u otros electrodomésticos pasa lo mismo que con el plástico, el alto grado de acidez del vinagre termina por destruirlos con el paso del tiempo. Tanto el caucho como la silicona contienen plastificantes y el vinagre los ataca, agrietando el material.
Por lo tanto, es mejor limpiar las juntas de goma y las juntas de silicona únicamente con limpiadores suaves, el agua oxigenada y el bicarbonato de sodio también son grandes aliados para esta tarea.
Piedra natural
De nuevo, el grado de acidez del vinagre, lo convierte en el enemigo público más directo de la piedra natural como puede ser el mármol. El ácido del vinagre afecta directamente sobre la cal de la piedra, deshaciéndola directamente. La piedra se vuelve opaca, porosa y sin brillo.
Para la limpieza de piedra natural lo mejor es utilizar agua tibia, un poco de jabón con PH neutro y un paño suave o esponja no abrasiva. Es importante secar la piedra después de limpiarla para evitar que queden marcas. Si la piedra natural está muy sucia, se puede usar detergente suave.
Aluminio y cobre
Cuando se aplica vinagre sobre superficies de aluminio y cobre, el ácido puede reaccionar con el metal y causar daños en su estructura. Esto puede resultar en manchas, decoloración y deterioro de los materiales. El uso de vinagre en utensilios de aluminio y cobre puede provocar que el metal se desgaste y se vuelva más débil.
Además, si el vinagre se deja en contacto con el aluminio durante mucho tiempo, puede provocar la formación de manchas difíciles de eliminar. En casos extremos, el vinagre puede corroer la superficie del aluminio, haciéndolo inutilizable. Lo mejor para la limpieza de ambos materiales es utilizar agua y jabón y no utilizar elementos que puedan rallar la superficie.