Adiós a las colas y esperas: tres trucos para saber tu talla sin necesidad de pasar por el probador de la tienda
Con la pandemia de coronavirus, ir de compras puede convertirse en una experiencia muy estresante por las colas y esperas
Es importante tener en cuenta ciertos aspectos de cada prenda como la tela, el corte y la marca para acertar en la talla
Para ahorrar tiempo y esfuerzo, en Uppers te damos algunos trucos para saber cuál es tu talla sin necesidad de probar
A todos nos gusta comprar ropa nueva, pero a veces ir de tiendas puede ser un auténtico engorro. Especialmente ahora que la pandemia por el coronavirus ha obligado a los comercios a cerrar probadores y reducir el aforo, es habitual que tengamos que enfrentarnos a largas colas y esperas que pueden hacer la experiencia muy estresante. Ante esta situación, son muchos los que han optado por hacer sus compras vía online, pero si internet no es lo tuyo, aquí tienes unos trucos muy sencillos que te permitirán saber cuál es tu talla sin necesidad de pasar al probador.
¿Cómo encontrar nuestra talla?
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Existen varios factores que pueden dificultar que acertemos con nuestra talla, incluso cuando nuestro peso se mantiene estable. Uno de ellos es la diferencia de nomenclatura que tienen las marcas, que puede ser alfabética o numérica. La alfabética la conocemos todos y, por lo general, suele ser muy fácil de entender porque son universales: XS, S, M, L, XL y XXL, es decir, muy pequeña, pequeña, mediana, grande, muy grande y muy, muy grande. El problema, sin embargo, surge con los números, ya que pueden aparecer dos sistemas: el europeo y el americano. Ambas referencias miden de forma distinta las prendas, por lo que, a la hora de elegir nuestra talla, deberemos prestar mucha atención a su código. Una talla 36 europea no es lo mismo que una 36 americana, así que tenlo en cuenta.
No obstante, por mucho que entendamos la nomenclatura, la falta de un tallaje estandarizado puede darnos más de un disgusto a la hora de elegir la ropa que mejor se ajuste a nuestro cuerpo. ¿Quién no tiene un batiburrillo de tallas en su armario? Lo que en una tienda nos puede sentar como un guante, en otra puede quedarnos grande o pequeño, pero no te preocupes: no es culpa de tu cuerpo. Simplemente, cada firma tiene sus propios patrones a la hora de crear sus prendas, por lo que las tallas, si bien pueden ser similares, nunca medirán lo mismo. Por suerte, para ahorrarnos estos quebraderos de cabeza, aquí tienes tres trucos que te ayudarán a dar en el clavo.
Elegir el pantalón perfecto
Los vaqueros y los chinos son dos piezas imprescindibles en nuestro fondo de armario. Su comodidad y versatilidad nos permiten combinarlos con prácticamente cualquier otra prenda y crear un look de escándalo, pero muchas veces acabamos sufriendo para encontrar uno que se ajuste perfectamente a nuestro cuerpo. Para que no pases horas yendo y viniendo de los probadores, aquí tienes un pequeño consejo: coge la cintura del pantalón que te guste y enróllatela alrededor del cuello. La medida del cuello es dos veces la de la cintura, así que, si ves que cierra bien, enhorabuena: has encontrado tu talla. Por el contrario, si sobra o falta tela, tendrás que seguir buscando.
Otro truco que te puede ayudar a elegir tu pantalón sin probarlo es la regla del puño. ¿En qué consiste? Muy sencillo. Solo tienes que cerrar el puño e introducir tu antebrazo por la cintura del pantalón. Si cabe, es que es tu talla. Además, si queremos atinar con el largo, basta con que peguemos el pantalón a nuestro cuerpo, con la entrepierna a la altura del cuello y la cintura cayendo hacia abajo. Las manos las colocaremos en los extremos, de tal forma que las perneras nos cubran todo el brazo. Si los pantalones se quedan totalmente estirados, tienen el largo adecuado.
Elegir la camiseta perfecta
A la hora de elegir una camiseta o camisa, también hay un truquito muy sencillo que nos ahorrará más de una visita al probador. Coge la prenda por la costura del hombro y colócala sobre los tuyos. Pon la espalda recta y saca un poco de pecho. Si ves que encaja, estás de suerte: es tu talla. Además, a la hora de comprar, apuesta por los tejidos ligeros y por las prendas amplias, aunque sin llegar a ser oversize: se adaptan mejor al cuerpo.