Farala, "la chica nueva de la oficina", se jubila: el éxito tras el anuncio que marcó la España de 1985
Además de una colonia, Farala nos ha dado una frase con la que sazonar las conversaciones y el recuerdo de una época. Pero hay más. ¿Sabías que aún puedes perfumarte con ella?
José María Guzmán, líder de Cadillac y miembro de Cánovas, Adolfo, Rodrigo y Guzmán, es el autor del jingle del famoso anuncio
Lo cuenta el Twitter de @mosqueperro: "Farala, la chica nueva que empezó a trabajar en la oficina en junio de 1985, se jubila mañana". En realidad, es un tuit para iniciados, para aquellos adolescentes de los años 80 que hoy andan en la mitad de sus 50. Para los que no se ubiquen, diremos que alude al anuncio de una colonia llamada Farala, un spot con un eslogan ya clásico, comparable al "Nocilla, qué maravilla", "Si no hay Casera, nos vamos", "Busco a Jacques" o el más reciente "Hola, soy Edu, ¡feliz Navidad!". Pero no estamos ante un caso de claim que sobrevive el producto: Farala aún está entre nosotros.
MÁS
Perfumes de hombre a medida: hacerte tu aroma personalizado y exclusivo es más fácil de lo que crees
Drogas, rock y una casa al sur de Francia: la intrahistoria del primer perfume inspirado en los Rolling Stones
'Corrupción en Miami' cumple 35 años: así cambió el estilo y los deseos del macho alfa de los 80
El éxito de Perfumerías Gal
Quien quiera probar el aroma "fresco, floral y femenino", según dice su web, de Farala solo tiene que ir a cualquier cadena de perfumería o centro comercial, o bien comprarla online por unos 13 euros. A diferencia de su primer diseño, mucho más elaborado, la Farala de 2020 presenta un envase ligero, redondeado, simple, y, por supuesto, rosa.
También hay un mercado para coleccionistas en las webs de productos de segunda mano. En ese caso, el precio oscila entre los cinco y los 70 euros, desde estuches de colonia en miniaturas hasta lotes con toda la gama completa, desodorante incluido. Es posible que ni huelan a su aroma original ni protejan del sudor, pero, para los coleccionistas, la parte retro-vintage suple cualquier carencia.
En el momento de su creación, Farala fue uno de los productos más vendidos de Gal, próspera empresa española fundada por los empresarios iruneses Salvador Echeandía Gal y Lesmes Sainz de Vicuña Arrascaeta. En 1898 comienzan a fabricar el Petróleo Gal loción para el cabello en su droguería de la calle Arenal, en Madrid. En 1903 inician su expansión internacional con delegaciones en París, Londres, Estados Unidos, Argentina y México. En 1905 Salvador y Eusebio crean el jabón Heno de Pravia, todavía en venta, considerado el jabón de tocador más antiguo de España.
En 1925 Gal se convierte en proveedor de la familia real española y continúa expandiendo el negocio con productos como la famosa Lavanda Inglesa de Gal. En 1960 se inaugura la fábrica de Alcalá de Henares, que mantuvo la producción hasta 2004, cuando la empresa pasó a ser propiedad del grupo Puig. Hoy, la antigua fábrica permanece abierta como museo.
Un anuncio súper ventas: el poder de un jingle
Perfumerías Gal puede apuntarse el tanto de haber producido uno de los anuncios más recordados de la nuestra historia. Y ahí, en su capacidad de ser recordada, reside el éxito de cualquier campaña. En este caso, el éxito va también unido a su jingle, la melodía que articulaba todo el anuncio. Estaba compuesta e interpretada por José María Guzmán, alma de Cadillac, banda de pop-rock aún en activo, y de otra formación mítica: Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán. Sí, los de 'Señora Azul'.
Además de un jingle que funcionó como un auténtico cañón, hay otras razones detrás del éxito del anuncio. En 1985 los anuncios podían repetirse hora tras hora en los únicos dos canales de televisión y en las escasas emisoras de radio. El ritmo pegadizo hizo el resto.
La letra del jingle es otro de sus secretos. Utilizar una frase pegadiza es un 'must' publicitario. En este caso, el "tenemos chica nueva en la oficina/que se llama Farala/y es divina" es una adaptación de un terceto clásico: tres versos, generalmente de 11 sílabas, que riman el primero con el tercero, mientras que el segundo queda suelto. No es exagerado hablar de literatura. Los recursos retóricos y la publicidad se llevan bien: metáforas ("Coca Cola, la chispa de la vida"), aliteraciones ("Fanta, refresco refrescante"), comparaciones ("Dormidina te ayuda a dormir como un niño"), antítesis ("Golf: más velocidad con menos consumo")… Entre los recursos más eficaces, la simple enumeración ("Leche, cacao, avellanas y azúcar… Nocilla" y la repetición ("Vuelve, a casa vuelve, por Navidad").
"El aroma de la nueva mujer"
El anuncio de Farala termina de manera contundente: "tenemos el aroma de la nueva mujer". En 1986 la estética de la 'nueva mujer', al menos en la publicidad de la época, estaba claramente inspirada en 'Los Ángeles de Charlie', la serie de la tres mujeres expolicías al servicio de un misterioso factótum llamado Charlie. La producción, creada por Aaron Spelling, artífice de grandes éxitos televisivos como 'Melrose Place', 'Remington Steel' o 'Sensación de vivir', estaba protagonizada por Farrah Fawcett, icono de estilo cuyo nombre parece inspirar la marca Farala.
Mientras la estética ochentera del anuncio habla de una mujer dinámica, segura y profesional, la realidad española era muy distinta. En 1985 la presencia de las mujeres en el Congreso de los Diputados apenas llegaba al 2%, el gobierno de la nación no incluía a ninguna ministra, según datos del Instituto de la Mujer, y su presencia en el mercado de trabajo era escasa. En los consejos de administración del Ibex ni estaban ni se les esperaba. El spot de Farala presentaba una imagen aspiracional: una oficina moderna y una chica "elegante, independiente, inteligente, sonriente y juvenil". La nueva mujer quería ser así y quería oler a Farala.
Sobre quién fue realmente la modelo que protagonizó el anuncio, no hemos conseguido saberlo. La imagen muestra a una mujer morena, con cierto parecido a la Jennifer Beals de 'Flashdance', taquillazo de la época, y el look de los ya mencionados 'Ángeles de Charlie'. Desafiante y algo 'sobrada', no tiene nada que ver con las heroínas románticas de otros anuncios de colonias. Más bien anticipa las maneras de los ejecutivos agresivos que las Escuelas de Negocios formarían en los 90. ¿Será que la publicidad, además de hacernos comprar, también puede crear tendencias?