Confinamiento y limpieza a fondo van de la mano: trucos para limpiar tus muebles de madera
Limpiar es un tarea casi diaria pero, ¿lo hacemos correctamente? ¿Tratamos la madera de nuestros muebles como es debido?
Aprende unos cuantos trucos para dejar tus muebles de madera como si hubiesen llegado de la tienda
Tras el confinamiento otra cosa no, pero seguro que has dejado tu casa reluciente. No todo iba a ser ver series y películas, hacer bizcochos u oír a tus vecinos cantar el “Resistiré” cada día a las ocho de la tarde. La limpieza, además de mantener la casa en orden y sin suciedad, también nos sirve para conservar en buen estado los muebles y que no se estropeen, pues cuando los compramos la intención es que tengan una vida bastante larga. Por eso hay que tener cuidado en cómo se limpian, en especial los de madera, que por su material pueden ser delicados a algunos productos, pero con el correcto, por mucho que pasen los años parecerán recién salidos de la tienda.
La estantería y la mesa del salón, las sillas de la cocina, el mueble del recibidor o la cómoda de tu habitación, seguro que en algún rincón de casa tienes un mueble de madera. Y no es de extrañar, ya que es un material básico que, dependiendo de su acabado puede dar distintos toques a tu hogar según el tipo de decoración que tengas. Pintados, lacados, barnizados, con un toque más rústico o con uno más urbanita. Las posibilidades son infinitas, pero debes tener cuidado con la limpieza si no quieres que se estropeen.
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Los muebles de madera más comunes en los hogares españoles son los lacados o barnizados, y por suerte son los más sencillos de limpiar, así que es el momento de coger la bayeta para dejarlo reluciente. Para el día a día puedes pasar el plumero o un paño seco para sacudir un poco el polvo que diariamente se acumula, pero unas cuantas veces a la semana hay que pasar uno húmedo con una mezcla de agua y poco de jabón. El paño debe estar bien escurrido para evitar que tarde en secarse y la madera pueda absorber el agua, por eso, seguidamente puedes pasar otro paño seco. Y si quieres mantener el brillo de tus muebles, de vez en cuando echa un poquito de vinagre a la mezcla, ya verás el resultado.
En caso de que algún mueble sea de madera natural, la limpieza debe ser mucho más delicada, por eso es mejor no usar cualquier paño, sino una bayeta de microfibra o de algodón que esté levemente humedecida en agua para el día a día, y cuando vayas a hacerlo en profundidad, añade un poco de jabón neutro. Para proteger la forma y no dañar el mueble, limpia siempre en el sentido de la veta de la madera con cuidado, sin restregar, y aprovecha para pasar un trapo seco para deshacerte de la humedad.
Y si tras la limpieza notas que el brillo de tus muebles se ha perdido por el paso del tiempo, tienes un remedio casero con el que también puedes intentar tapar alguna de esas rayas que aparecen inevitablemente por el uso. Consiste en una mezcla de vinagre y aceite de oliva que se extiende suavemente con un trapo, preferiblemente de algodón. Tras dejarlo secar, pasa un paño seco por la madera y habrá quedado como nueva.
No nos olvidamos de los que tienen parquet, por lo que antes que barrer, es mejor usar una aspiradora o una mopa para no dañar la superficie y, cuando pases la fregona, escúrrela bien e intenta que el agua este tibia para que se seque rápidamente. Usa algún producto especializado una vez al mes para conservar su aspecto y si hay manchas, límpialas con rapidez, que no queden marcas.
Lo que es mejor no hacer
Además de estos trucos para los muebles de madera, es importante que sepas algunos productos o elementos con los que debes tener precaución para proteger la madera. Cuidado con el amoniaco y otros productos químicos, ya que pueden quitarle el brillo o el color a los muebles, e incluso llegar a dañar la superficie de los muebles. Si bien necesitan luz para protegerlos de la humedad y que tras limpiarlos no absorban el agua, es mejor que no estén directamente expuestos al sol, pues terminará comiéndose el color, perdiendo brillo, o estropeando la capa de barniz.
De ahí la importancia, en especial en mesas de cocina, de tener cuidado con el calor. Debes colocar los platos o recipientes calientes en una base, nunca directamente sobre la madera, puesto que podrían quedar marcas que te avisamos que son prácticamente imposibles de hacerlas desaparecer. Y por supuesto, nada de arrastrar objetos sobre las superficies si no quieres que aparezca alguna raya.
Limpiar los muebles es una tarea más del día a día, pero en ocasiones hay que dar una limpieza un poco más profunda y especial para cuidar la madera y mantenerla como el primer día. Con algunos trucos y evitando todo aquello que pueda estropear tu mesa, tu estantería o las sillas del comedor, parecerán siempre como recién traídas de la tienda.