Pilar Bardem: instantes de una vida dedicada al compromiso y al amor por sus hijos
Seis décadas de carrera, un sólido compromiso político y sus hijos como prioridad, Pilar Bardem era, para muchos actores, "la madre de todos".
Tras un matrimonio turbulento, Bardem ejerció distintos oficios; entre ellos, cantante existencialista y maniquí para grandes casas de alta costura.
En 2000 superó dos cánceres y empezó a cuidarse para no hacerles a sus hijos "la faena de desaparecer".
"Solo puedo confesaros, para quien quiera leerlo, que mis hijos, mi oficio y el compromiso con la sociedad y las causas que considero justas han sido y son mi vida". Poco que añadir ante una declaración de principios de tal calado. Solo que Pilar Bardem, su autora, nacida en Sevilla en 1939, más de seis décadas de carrera, ganadora de un Goya a Mejor actriz de reparto en 1995 por 'Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto', más de 70 películas, más de 40 obras de teatro y una treintena de papeles en televisión, murió a los 82 años a causa de una enfermedad pulmonar, después de superar en 2000 un cáncer de pulmón y otro de colon. También superó el año y medio de pandemia y llegó a vacunarse contra la Covid. Ante sus problemas oncológicos de hace unos años, dijo que no quería hacerles una faena a sus hijos muriendo pronto. Ahora, no ha tenido más remedio que hacérsela.
El mundo del espectáculo, de la cultura y de la política han lamentado la desaparición de esta grande de la escena, artista y, al tiempo, con los pies bien anclados en la tierra. Desde el presidente del gobierno hasta los actores consagrados, como Antonio Banderas, o de las últimas generaciones, como Daniel Guzmán o Eduardo Noriega, han expresado sus condolencias para acompañar a toda la saga Bardem y recordar a una mujer que ha sido, sobre todo, la madre de sus hijos y "de alguna maravillosa forma, la madre de todos los que nos dedicamos a este digno oficio", escribe el actor Óscar Jaenada en su cuenta de Twitter. El maravilloso oficio de vivir muchas vidas en una y compartirlas con los espectadores.
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Hija, hermana, madre de actores
Dos 'monstruos' del teatro, Rafael Bardem y Matilde Muñoz Sampedro, fueron los padres de Pilar, que aprendió a andar en el teatro María Guerrero, donde su progenitor era primer actor. De una humildad aplastante, decía que no le importaba ser "la hija de Rafael, la hermana de Juan Antonio y la madre de Javier". También era muy agradecida: empezó a actuar cuando ya había tenido a sus hijos, impulsada por los problemas económicos. "Pero la familia de los actores me recibió con los brazos abiertos. Como al soldado el valor, me dieron por supuesto el talento", explica en 'La Bardem: mis memorias'.
Candidata por IU al Parlamento Europeo
Los Bardem son de izquierdas. La actriz nunca ocultó su simpatía por el Partido Comunista y fue una de las activistas más destacadas en el 'No a la guerra' contra Irak. En 2004 su nombre y el del poeta Luis García Montero fueron en las listas de Izquierda Unida al Parlamento Europeo, aunque no resultó elegida. Sin embargo, al estilo de Jane Fonda, la actriz siempre ha luchado por las causas en las que creía, como cuando apoyó a los trabajadores de Coca Cola, afectados por un ERTE, en plenos Goya.
Matrimonio sin amor, devoción por la familia
En sus memorias, la actriz admite que cuando se casó con José Carlos Encinas Doussinague en 1961, con quien tuvo cuatro hijos: Carlos, Mónica, Javier y otro bebé que murió al nacer, ya no había amor, pero sí un "sexo estupendo" y ganas de formar una familia. La aventura salió mal, en parte por los problemas económicos: "Comíamos de fiado y vestíamos de lo que yo cosía". Poco a poco, la actitud despótica de Encinas hizo que la actriz abandonara Canarias, donde el matrimonio residía, e intentara separarse. No lo logró legalmente, aunque la pareja vivió separada hasta la muerte de Encinas en 1995.
Agustín González, su gran amor
El actor Agustín González fue el gran amor de Pilar Bardem. Según explica en sus memorias, con él conoció la pasión y el enamoramiento con mayúsculas. En la época en la que se vieron, González era la pareja oficial de María Luisa Ponte, otra grande de la escena, lo que originó alguna rivalidad entre ambas. Años después, cuando el actor ya no estaba con ninguna de ellas, Ponte alardeó en un rodaje en el que también estaba Pilar Bardem, que ella le había enseñado todo lo referente al sexo a Agustín González. Bardem se levantó, fue hacia Ponte y le dio públicamente las gracias.
Cantante a lo Gréco y maniquí
La actriz no solo era una buena modista, sino que también sabía interpretar la ropa y lucirla. Pilar Bardem ejerció distintos oficios; entre ellos, el de cantante existencialista, a lo Juliette Gréco, y el de maniquí para la casa Bastida, una de las más importantes de la época, y para Loewe, donde también trabajó de dependienta.
Amuletos para protegerse del demonio
Había inseparable a la figura de Pilar Bardem: los innumerables amuletos que llevaba a modo de anillos, pulseras y colgantes. Al margen de la estética, había una explicación. Durante una ouija celebrada en su casa, Bardem dijo sentir una presencia a la que le pidió que se identificara. De repente, un libro cayó desde una de las estanterías de la casa. Su título era 'El diablo', un ensayo sobre la figura de Lucifer escrita por el escritor Giovanni Papini en 1953. Desde entonces, comenzó a llevar todo tipo de adornos para protegerse.
La loba que cuidaba a sus cachorros
Los hijos siempre fueron la prioridad de Bardem, más allá de la crianza. Cuando Javier empezó a emplearse en distintos oficios para contribuir a la precaria economía familiar, desde guía para estudiantes en viajes de estudio a stripper ocasional, ahí estaba la actriz, al final de la sala, para confortar al entonces jovencísimo actor. Hoy, sigue siendo el mejor apoyo de sus 'cachorros'. Una de sus últimas muestras de cariño, la lectura 'El asesino inconformista', el último libro de Carlos Bardem, dedicado a "mi novia eterna, mi madre. Mi amiga, mi modelo. Esta foto me emociona". A nosotros, también.