¿Encadenas parejas sin descanso? Puedes estar sufriendo cushioning
Se trata de tener a alguien de suplente, por si la relación principal falla
El miedo de los que practican el cushioning es quedarse solos, pero la ironía es que tienen más probabilidades de quedarse solos precisamente por sus flirteos
Pistas para saber si eres víctima de cushioning: si mantiene contigo una relación telefónica o virtual, pero con poca vida real, quizá no seas su pareja A
De los creadores del ghosting (desaparecer de la vida de alguien) o el breadcrumbing (dedicar migajas de tiempo) llega un nuevo 'palabro' con un concepto negativo detrás. Nos referimos al cushioning, una tendencia que, si bien siempre ha existido, ahora arrasa.
¿Qué es exactamente?
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Viene de la palabra inglesa 'cushion' (cojín) y es, sencillamente, tener a alguien en el banquillo de suplente, por si la relación número 1 no funciona. Más que encadenar historias, el cushioner nunca rompe nunca de forma directa o clara, siempre lo deja ahí, abierto. No desaparece del todo, por si acaso.
Como decíamos estas aventuras existen a nuestro alrededor desde hace bastante tiempo, pero los tiempos marcan las costumbres y lo que antes podía ser algo limitado, ahora adquiere dimensiones desproporcionadas gracias al mundo online. Sí, las relaciones ya pueden ser presenciales o virtuales. Esto implica que puede haber muchos amores (o algo parecido) en muchos puertos.
¿Por qué es peor que otras tendencias?
El Cushioning es una técnica de citas. Consiste en tener varios cushions (almohadones) personas con las que flirteas de vez en cuando para que puedan ser tu apoyo cuando la relación principal se rompa.
El miedo de los que practican el cushioning es quedarse solos. Pero la ironía es que tienen más probabilidades de quedarse solos precisamente por sus semi-infidelidades. Las relaciones 'cojines' nunca son plenas, se trata de flirteos llenos de ambigüedades para engatusar a su corte de admiradores. Con ellos, se comporta de manera distinta a como lo hace con su pareja real, puesto que, en realidad, los 'cojines' no le importan de verdad.
¿Cómo evitar hacer o ser víctima de cushioning?
Si quieres dejar de practicar el cushioning, no es demasiado difícil. Basta tener las cosas claras, desde el punto de vista sentimental y no hacerle a tu pareja lo que no te gustaría que hicieran contigo.
Detectar si eres víctima es algo más complicado, pero hay señales que pueden ponerte en la pista. Si mantiene contigo una relación telefónica o virtual, pero con poca vida real, quizá no seas su pareja A. Si se resiste a que hagáis actividades en público, puedes estar en esa liga. Si huye cada vez que hablas de hacer algo con amigos en común, es otra señal clara. En definitiva, cuando una relación es positiva, la tendencia es pasar mucho tiempo juntos, sin esconderse de nadie. Todo lo que vaya en contra de ese concepto puede esconder un cushioning o el perfil caradura de toda la vida que solo quiere encadenar relaciones de cualquier tipo porque no soporta estar solo.