"Quiero abrir la pareja, pero me da miedo tener celos": Tres pasos para iniciarte en el poliamor
Una manera de sacar el tema es hablando de cuestiones que te hayas planteado: ¿Alguna vez te ha gustado otra persona estando conmigo?
Lo más importante es aclarar que no queremos encuentros fortuitos, sino relaciones estables y largas con otras personas y compartir nuestra vida con ellas
La clave es saber gestionar los celos y confiar en la otra persona por encima de todo
Por las circunstancias que sean, estás decidido a abrir tu pareja, pero no tienes ni idea de cómo hacerlo. Cada pareja es un mundo y el territorio es resbaladizo. Depende mucho de cómo puede responder la otra parte del binomio. Y ahí está la clave: ¿Cómo empezar?
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Paso 1: ser honestos
Cuando sabes que tu pareja es monógama, la cosa se complica, pero hay que ser honestos en todos los casos. Cuando tienes claro que quieres amar a más de una persona, tarde o temprano hay que abordar el tema. Puede empezarse la conversación hablando de cuestiones que te hayas planteado: ¿Alguna vez te ha gustado otra persona estando conmigo? ¿Qué opinas del poliamor? ¿Has sentido algo por otra persona estando ya juntos?
Ya has hecho lo más difícil sacar el tema e iniciar la conversación. Puedes salir de dudas y confirmar que tu pareja no siente las mismas pulsiones o bien darte cuenta de que estáis en sintonía.
Paso 2: establecer las bases de la relación
Lo más importante es aclarar que no queremos encuentros fortuitos, sino relaciones estables y largas con otras personas y compartir nuestra vida con ellas. El objetivo es establecer lazos fuertes, en la que la pareja primera no tiene que ser el centro. Respecto a lo que se puede contar o no de las nuevas relaciones, cada pareja debe acordar cuánta información dar, pero siempre es importante que prime la lealtad.
Si no tienes pareja, lo mejor es contarle a la persona por la que sentimos interés cuál es nuestro estilo de vida. Es mejor ser muy claros y dejar ahí la posibilidad de que a la relación puedan llegar más personas.
Paso 3: decidir las personas con las que se quiere estar
Es quizá el punto más importante. Ya tienes una persona especial con la que te gustaría vivir una historia, pero el otro miembro de la pareja no lo ve. En ese caso, es muy importante saber qué tipo relación queremos vivir porque hay distintos tipos de poliamor.
Si vuestra relación es la principal, vivís un poliamor jerárquico. Si todas las relaciones tienen el mismo valor, el caso es distinto. Quizá queráis vivir en una anarquía relacional, donde el valor afectivo es independiente y cambiante.
Por ejemplo, las famosas triparejas son relaciones poliamorosas, ya que implican a más de dos personas, pero pueden estar a diferentes niveles: el amor puede surgir entre solo uno de los miembros de la pareja o entre todos. Lo importante es que cada uno conozca su lugar en ese mundo y lo acepte sin problemas.
Lo más complicado, sin embargo, son las relaciones poliamorosas donde el verdadero objeto del afecto está fuera de casa. La clave en esa situación es saber gestionar los celos y confiar en la otra persona por encima de todo. Y pensar que el camino es de doble dirección: al igual que puedes enamorarte de alguien fuera de la pareja, debes aceptar que tu pareja también lo haga. El poliamor, precisamente, pretende abrir el círculo del amor.