¿Cuánto cuesta ser infiel en España?
Cada persona sabe si, en función de los acuerdos que articulan su vida en común, en su pareja cabe o no la existencia de un amante; si es así, ¿qué recursos van a destinarse?
Según un informe de la plataforma de citas Ashley Madison, ser infiel cuesta mucho menos que divorciarse: 17.000 euros anuales de un divorcio, frente a los 5.000 de una aventura extramatrimonial
El mismo informe establece que las personas infieles contemplan agasajar tanto a su amante como a su marido o su esposa
Cualquier matrimonio sabe que, a veces, la felicidad es esquiva. En momentos de crisis, el divorcio se perfila como solución a una situación insatisfactoria. En otras ocasiones, aparece alguien especial con el que se puede iniciar una nueva vida o, al menos, una vida alternativa a la habitual. Cada persona sabe si, en función de los acuerdos que articulen su vida en común, en su pareja cabe o no la existencia de un amante. Y si es así, ¿qué recursos van a destinarse? ¿Cuánto cuesta la infidelidad?
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Amantes tempranos
Según un estudio de Ashley Madison, portal de citas web para personas casadas, el 38% de los infieles españoles se encuentran en un rango de edad que está entre los 30 y los 39 años. Teniendo en cuenta que el 49% de los matrimonios se celebran entre personas de edades similares, significa que las andaduras extramatrimoniales empiezan a los pocos años de casarse.
Del otro lado, el 40% de los españoles que se divorcian tienen de 40 a 49 años. Esto significa, en principio, que los millennials tienden a ser infieles, mientras que el grueso de los divorciados pertenece a la generación X. El mismo estudio de Ashley Madison distingue qué diferencia a los infieles de la población general. Por ejemplo, el 27% de los españoles tiene un título universitario (diplomatura, licenciatura, master o doctorado) comparado con el 62% de los infieles. Por tanto, se puede deducir quer un titulado es 2,3 veces más propenso a ser infiel.
Brecha salarial
En cuanto a remuneración profesional, existe una brecha importante. Mientras que el 88% de los españoles gana hasta 40.000 euros al año, más de la mitad (51%) de los infieles tienen un salario superior a 36.000 euros al año. Con más patrimonio existe también más riesgo de perdidas financieras en caso de un divorcio, lo que puede ser motivación para considerar una aventura como posible alternativa.
La balanza a favor de tener una aventura se inclina cuando en el matrimonio hay hijos. Ocho de cada diez infieles españoles tiene hijos. En cambio, entre los divorciados, únicamente la mitad tiene hijos. En principio, la infidelidad puede ser menos lesiva para la unidad familiar que la disolución del matrimonio. “El divorcio conlleva en el matrimonio que una de las dos partes pueda entrar en depresión, ansiedad e inestabilidad emocional, debido a que divorciarse implica muchos cambios y pérdidas en tu vida. Empieza el remordimiento y la culpabilidad por si podría haber hecho algo más para salvar su matrimonio y si tienen hijos, como pasa en el 50% de los casos españoles, esto todavía se recrudece más, ya que piensan en el daño que la separación ha podido causar en sus hijos”, explica la psicóloga y terapeuta de pareja Lara Ferreiro.
¿Cuánto cuesta la infidelidad?
El estudio de Ashley Madison revela que divorciase es 3,6 veces más caro que ser infiel. La estimación de la plataforma es que un divorcio puede acarrear unos 17.000 euros anuales. Las partidas más numerosas corresponden al gasto de la segunda residencia (unos 8.000 euros), el coste de abogados (unos 2.000 euros) y, de manera sorprendente, los gastos de terapia, cifrados en otros 2.600 euros.
El desembolso de una relación adúltera es sensiblemente inferior: no llega a los 5.000 euros anuales. Entre las partidas más abultadas, los gastos destinados a hoteles (cerca de 2.000 euros) y las dirigidas a ocio y regalos, tanto para el amante como la pareja oficial. Cada uno de estos capítulos ronda los 600 euros al año.
Lo más significativo del informe es que las personas infieles contemplan agasajar tanto a su amante como a su marido o su esposa. Aunque sorprendente, puede ser una estrategia coherente con su objetivo: mantener diferentes niveles de relación con distintas personas, todas ellas satisfactorias. Sin entrar en juicios, la psicóloga Lara Ferreiro describe los mecanismos de un tipo de vínculo que cada vez es más habitual. "El beneficio de una aventura suele ser que cubre las necesidades tanto emocionales como sexuales de la persona infiel. Quien vive una aventura valora más los aspectos positivos de la relación y como consecuencia se produce una disminución del conflicto en el hogar. Sale de la rutina y se siente más vivo, por lo que también es más feliz y esto también se traduce en el matrimonio", asegura la experta.
Planteado así, podría parecer que la receta para mantener la felicidad matrimonial es tener un amante. Como ocurre en todo lo que atañe a las relaciones personales, la realidad es compleja: abordar la infidelidad no siempre entra los acuerdos de pareja o no siempre es bienvenida, aunque se cuente con ella, y eso es un terreno abonado para el conflicto. "Ser infiel también puede tener puntos negativos como el estrés que causa que te puedan descubrir o la culpabilidad que puedes sentir por engañar. Además, si la pareja se entera, se producirá una pérdida de la confianza en la relación”, concluye Ferreiro.