Los secretos de la infidelidad española contados por un detective privado: "Las mejores huellas están en el móvil"
Se hace llamar TIP 1293 y después de 25 años de profesión podría identificar al infiel a leguas
Las personas que engañan usan, en general, el mismo código y repiten idénticas expresiones cuando se ven sorprendidas
Dice que para cualquiera que mirase el historial de su pareja, el resultado sería demoledor
Arthur Conan Doyle, el escritor creador del célebre detective de ficción Sherlock Holmes, encontraba en los perros el mejor reflejo de la vida en cualquier hogar. "¿Alguien vio un perro juguetón en una familia sombría? ¿Y un perro triste en una familia feliz?" Su fórmula para Sherlock Holmes era elemental: perros gruñendo, matrimonios gruñendo.
“Mi nombre es TIP 1293"
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La ecuación, sin dejar de ser cierta, es insuficiente para nuestro protagonista, un detective privado que después de 25 años de profesión podría redactar un amplísimo catálogo de infidelidades. Antes de que alguien eche a temblar, diremos que, como Watson, posee el don inapreciable de saber guardar silencio, lo que le convierte en el mejor guardián de secretos. “Mi nombre es TIP 1293", nos dice, lo que le da un aspecto más intrigante y emocionante a su figura. Con este nombre se refiere a su tarjeta de identificación profesional, por lo que a, a partir de ahora y para preservar su anonimato, le llamaremos TIP 1293. Es miembro de Cuarzo Detectives y trabaja en este oficio desde 1998.
Cuenta que llegó a él de forma casual. “Estudiaba Derecho y trabajaba de mensajero para pagarme los estudios. Recogía documentación de algún abogado para presentarla en algún juzgado, gestoría o cliente. Uno de estos abogados me fichó como administrativo ocasional, por lo que leía los documentos de demandas de parejas, empresas y trabajadores". Así fue como empezó a interesarse por la investigación, la suposición y todo lo relacionado con ese mundo. Descubrió además que no quería ser abogado. "No me veía encerrado en una oficina trabajando más de ocho horas diarias sin ver la luz del sol y pidiendo permiso hasta para tomar un café o un día de descanso".
Las historias, películas y novelas de detectives alimentaron aún más ese gusto por la investigación. “Me gustaba esa libertad, los viajes y el comportamiento humano", añade. Sin esperar a más, se matriculó en el Instituto de Criminología de la Universidad Complutense y, una vez que consiguió su acreditación expedida por el Ministerio del Interior por medio de la Dirección General de la Policía Nacional y su brigada de detectives, empezó a trabajar para un detective, que luego se convirtió en amigo, en un asunto laboral.
Una moto de gran cilindrada, el sueño de todo detective
De la noche a la mañana, se convirtió en el detective que todos los compañeros querían subcontratar por usar una moto de gran cilindrada. Al mismo tiempo, empezó a recibir encargos que le permitía ganar más, pero también le obligaban a planificar su tiempo. La moto era un plus. “En aquella época -dice- se podían contar con los dedos de una mano los detectives que usaban moto en Madrid. El trabajo era muy abundante, ya que no había muchos detectives y era un momento de buena marcha económica en el país". También le contrataban en infiltraciones en empresas o sectores profesionales diversos, haciéndose pasar por un empleado más “para averiguar lo que legítimamente pedía el cliente".
En 2011 empezó a trabajar bajo el nombre comercial de Cuarzo Detectives en la zona norte de Madrid, junto a su compañera TIP 1440. Desde entonces, suman más de mil asuntos. Comenzó a ser el terror invisible de los infieles y estafadores, tanto en el terreno sentimental como laboral, y cuenta situaciones disparatadas. “Por ejemplo, el hombre que engaña con la hermana de la mujer, el que engaña con la hija de su amigo o socio el que engaña a la mujer con un amigo común u otro hombre". Recuerda un día que, siguiendo al investigado, al entrar en un local gay se encontró con un compañero de estudios que estaba casado. En otro de sus encargos se encontró con que el infiel tenía una familia paralela con hijos adolescentes.
En los últimos años reconoce que los clientes miran mucho el bolsillo antes de contratar a un detective, pero eso no le impide vivir mil anécdotas cada día de trabajo. “Sobre todo, me permiten observar el comportamiento humano. Podría escribir un manual. El número de infieles ha aumentado y creo que alcanza casi a la mitad de la población. Con los años, las mujeres han cambiado su manera de pensar y se han dado cuenta de su igualdad también en estos temas. Sienten una libertad de pensamiento y comportamiento que antes era tradicionalmente cuestionado. Digamos que se han puesto las pilas alcanzando a los hombres.
Lugares comunes y una muletilla
TIP 1293, que ha ido cultivando grandes dosis de paciencia y un magnífico ojo para el detalle, ve que Tinder y otras aplicaciones de citas han abierto el campo a las personas infieles. “De manera abundante, por no decir exagerada", resalta. Hay signos que, aunque parezcan tópicos, él diría que son universales: arreglarse más, hacer deporte, un cambio de colonia, un corte de pelo o exceso de maquillaje para salir a comprar. Son señales delatoras.
Pero no son las únicas. Hay una frase que repite casi todo infiel en cualquier lugar del mundo y a cualquier edad: “Estás loca". El hombre que la pronuncia se manifiesta. “De hecho -indica el detective-, las clientas me dicen que quieren pillarle para demostrar que la frase es falsa o demostrarse ellas mismas que solo son sospechas sin fundamento. Sin duda, decir que el otro o la otra está loco o loca es algo muy común cuando la pareja le dice que sospecha que le engaña".
En su modus operandi, TIP 1293 señala que varía según el poder adquisitivo, pero hay lugares comunes. “Todo comienza en el coche, ya sea un beso o cosas mayores, y continúa en un restaurante, un hotel, cine, concierto y viaje. Desde hace una década se han puesto de moda los locales de intercambio o las fiestas liberales".
Huellas en el historial
Cuando se trata de pruebas irrefutables, la tecnología juega un papel impecable. “Las huellas son los whatsapps, el historial informático, el historial de localizaciones que deja el móvil y el correo electrónico, si la pareja tiene acceso a él. Se puede ver la búsqueda de aplicaciones de citas o de hoteles para parejas, donde el acceso es discreto y, en ocasiones, ofrecen habitaciones con ambiente erótico. Para cualquier mujer u hombre que tenga acceso al historial de su pareja, el resultado es demoledor".
¿Se cumple la sentencia de que la mujer miente mejor? La pregunta es obligada y el detective responde de inmediato: “El hombre suele ser más descuidado porque se cree más listo y a veces actúa sin sentimiento de culpa porque todavía alguno piensa que es cosa de hombres. Rechazan, por ejemplo, ir de vacaciones con su pareja con la excusa de quedarse a trabajar o aumentan los viajes de trabajo, cuando en realidad se quedan en un hotel de la misma ciudad o en casa de la amante".
"No es lo que parece"
Una vez que la persona adúltera se ve sorprendida, vuelven los tópicos de manual: que si no es lo que parece, que si solo ha sido un desliz, que si te sigo queriendo, que si no se volverá a repetir. “Eso es lo dicen los que han estado jugando y ven lo que se les viene encima cuando se les ha cazado. Otros aceptan que han metido la pata y empiezan a pernoctar en otro sitio desde el día que se les ha descubierto. Al día siguiente, casi todos quieren arreglarlo, aunque alguno se siente aliviado". Generalmente, las excusas llegan tarde, cuando la persona traicionada ya ha contactado con un abogado para empezar el procedimiento de separación. “Si no están casados -puntualiza-, corta por lo sano".
TIP 1293 no se despide sin antes contarnos que también ha vivido algún momento de esos de “tierra trágame", como el día que tuvo que infiltrarse en una empresa, en este caso para averiguar un hurto interno, y como se hizo con prisas le descubrieron al pensar que era el jefe infiltrado de un programa de televisión.