Cómo hablar con tu pareja de qué es infidelidad o no: "Se necesita un acuerdo previo"
Acordar qué se considera o no infidelidad es necesario para disfrutar de la pareja en un entorno seguro
Lara Ferreiro, psicóloga y terapeuta de pareja: "Los españoles evitamos el conflicto, así que se suele hablar de infidelidad cuando nos ponen los cuernos"
"Normalmente se perdona la infidelidad, otra cosa es que se olvide"
La infidelidad existe desde que el mundo es mundo. Hay quien dice, como la plataforma de citas Ashley Madison, que vivimos una auténtica explosión de relaciones infieles después de la pandemia y que uno de cada tres españoles ha sido, es o será infiel. La proporción parece excesiva, pero todo depende de qué se considere o no infidelidad y que esté acordado dentro de la pareja. En el supuesto, claro está, de que haya un acuerdo previo.
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"Los españoles evitamos el conflicto, así que se suele hablar de infidelidad cuando nos ponen los cuernos", señala la psicóloga y terapeuta de pareja Lara Ferreiro. Para la experta, el tema de la infidelidad no se habla por miedo a invocarla. "Lo que se piensa es que si sacamos el tema de la infidelidad, nuestra pareja se va a obsesionar. Aquí nadie habla hasta que no le pillan. Normalmente, se le pilla por el móvil porque se van al baño con el teléfono y tarda mucho, porque siempre tiene cuidado en ponerlo boca abajo, cambia contraseñas o está todo el día pendiente de él", asegura esta experta.
Para la autora de 'Adicta a un gilipollas', las causas de la infidelidad son complejas, pero pueden resumirse en dos: "Muchas infidelidades vienen porque hay una falta de sexo, sobre todo en el hombre, y una falta de enamoramiento en la mujer. Es muy importante tener claras cuáles son nuestras necesidades sexuales", señala Ferreiro. Cuando es evidente que ha habido una infidelidad, ¿qué se puede hacer? Para la psicóloga, conocer las causas es el primer paso para plantear soluciones. "Es fundamental saber el por qué, si es, por ejemplo, porque había falta de sexo y es un tema de atracción sexual o es porque se ha enamorado de otra persona. Esto es fundamental. Si es por falta de sexo hay personas que, a raíz de esa aventura, viene muchísimo a terapia (es de las consultas más demandadas) y de ahí se puede salir con un acuerdo concreto; por ejemplo, agendar un tiempo de sexo semanal, algo recomendado para una buena salud sexual. Se puede acordar eso que yo llamo horas rojas: salir a cenar, darse luego un masaje en casa, incluir algún juego sexual, algunas parejas ven juntas porno o leen literatura erótica... Todo eso lleva a erotizar. De hecho, muchas parejas en esta fase mejoran mucho su vida sexual", explica Ferreiro.
En su opinión, la relación queda herida si uno de los componentes de la infidelidad es el enamoramiento. "Si se ha enamorado de otra persona, va a ser mucho más complicado. Es mucho más difícil volver a enamorarse de la pareja. Ahí lo que ocurre es que se da un divorcio soterrado. Algunas personas, incluso, perdonan a la otra parte cuando les confiesan que les han sido infieles. Pero cuando hay enamoramiento, la confesión es lo que precede a la ruptura", afirma la experta.
¿Perdonar? ¿Abrir la relación?
Cuando se admite una infidelidad, se abren varias posibilidades en la vida de esa pareja. Una de ellas es la ruptura. Otra es el perdón, aunque perdonar puede ser un arma de doble filo. "Normalmente se perdona la infidelidad, otra cosa es que se olvide. Y a veces es mejor terminar la relación porque algunas personas se convierten en policías, siempre controlando y mirando las redes... En este punto, es necesario crear reglas y recurrir a ellas. Algunas parejas acuerdan que después del trabajo hay que ir a casa, por ejemplo", afirma la psicóloga.
En muchos otros casos, se acuerda abrir la relación. "Para mantener una relación abierta es importante que a ambos les apetezca tener ese tipo de vínculo. Ambos deben estar convencidos porque lo que suele pasar es que un miembro de la pareja manipula al otro. A veces, se abre la relación por miedo a que te vuelvan a ser infiel, pero se sufre muchísimo. En otras ocasiones, es una excusa para poner impunemente los cuernos y, como remate, terminar dejando la pareja", advierte la experta, para quien si siempre es necesario llegar a acuerdos en temas amorosos, lo es mucho más si se abre la relación. "Es básico acordar, por ejemplo, si se puede repetir con la misma pareja, si hay que usar preservativo, si no se puede acudir al domicilio conyugal, por ejemplo", afirma la experta.
Saber antes de acordar
Llegar a un acuerdo con nuestra pareja sobre una eventual infidelidad es bueno para la relación, pero para que el acuerdo funcione es necesario conocer los diferentes tipos de vínculos. "Hay tres tipos de infidelidad. La primera es la microinfidelidad cognitiva, que es muy peligrosa, eso de que te levantas pensando en otra persona y piensas en ella todo el rato. Hay gente a la que le duele más eso que un beso. También existen las microinfidelidades online, por ejemplo, dar likes a otras mujeres puede ser para muchas personas una manera de ser infiel", asevera Ferreiro.
El segundo tipo de infidelidad es también peligrosa. "La infidelidad emocional es aquella en la que no hay sexo, pero estás ligado emocionalmente a esa persona, de tal manera que te puedes estar enamorando", asegura la psicóloga. Por último, está la infidelidad sexual, la más clásica. "En todo caso, es fundamental definir qué consiste ser infiel para cada pareja. Reducirla a lo sexual no es realista", insiste la experta.
Para Ferreiro estos acuerdos de pareja no son papel mojado. "Funcionan, siempre y cuando se revisen. Funcionan en el sentido de que ya nadie se puede excusar en 'no lo sabía'. Pero el que quiere ser infiel, lo va a ser. Estamos en cotas máximas de infidelidad porque el sistema actual de monogamia para algunas personas no es suficiente, consideran que el ser humano es polígamo por naturaleza y que el enamoramiento dura un par de años y que luego hay que abrir la relación", afirma.
Recomendaciones
Para Lara Ferreiro, los acuerdos de pareja sobre lo que constituye una infidelidad debería ser algo básico, anterior a la formación de la pareja y al mismo nivel de otros temas importantes que están en el ADN de ese nuevo núcleo familiar, como lo son la decisión de tener hijos o la organización financiera. "Hay que establecer normas y límites para evitar confusiones y poder vivir en un ambiente de seguridad y confianza", asegura. La experta comparte algunas recomendaciones para encontrar ese espacio de seguridad:
- Marcar normas y límites: "Hay que definir qué es y qué no es infidelidad, según lo que sea importante para esa pareja".
- Listar los problemas: "¿Se sienten celos o falta de deseo sexual? A veces, hay que hacerse una analítica hormonal porque algunas hormonas sexuales, como la testosterona, bajan y eso afecta a la relación y al estado de ánimo, a veces se caen también en estados depresivos. Otra opción recomendable es acudir a terapia".
- Conocer muy bien a nuestra pareja: "Hay dos tipos de perfiles, los infieles crónicos y los ocasionales. A los crónicos hay que dejarlos porque por mucho que lo nieguen y por mucho que prometan, siempre van a engañar".
- Trabajar la autoestima: para la psicóloga, una autoestima en buen estado nos va a hacer más exigentes con el tipo de relación que queremos mantener.
- Atender nuestras necesidades: tener celos cuando nos han sido infieles es normal. Pero si se sienten celos patológicos, hay que dejar la relación: "Ya no es sana para nosotros. Hay que escuchar nuestro interior con atención y ver qué necesitamos".