Reservarse una noche al mes para ponerse guapos y salir a cenar: “A los 50 sigue siendo necesario sorprenderse”
Ramón, entrenador personal de 50 años, señala que es necesario relajarse sin interrupciones y tener una noche de intimidad total con la pareja
"Trabajando uno solo y en pareja podrá mantenerse el vínculo fuerte", destaca la sexóloga Beatriz Trujillo
Lara Ferreiro, psicóloga: "Por mucho que nos enfoquemos en los niños, si perdemos la pareja, perdemos la familia"
Reservarse un tiempo en pareja resulta imprescindible como cuentan los profesionales a los que hemos consultado, entre otras cosas, para no caer en la monotonía como decía Shakira: "Lo que un día fue increíble, se volvió rutinario". Tener ratos a solas y planes románticos para dos permitirá mantener la llama encendida. Carla y Ramón lo tienen claro y el atender a los deseos de ambos les permitirá confirmar su proyecto común.
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La rutina, las responsabilidades, el trabajo, los hijos, la familia... No es igual afrontar esto a diario que escapar y tener momentos y un espacio de calidad en pareja, donde reforzar vínculos y reconectar a nivel emocional, íntimo y pasional, aunque para muchos parezca bastante improbable por cuestiones biológicas que atañen a hombres y mujeres de esa edad.
En un informe llevado a cabo por las investigadoras Sara Torres Mencía y Beatriz Rodríguez-Martín en Percepciones de la sexualidad en personas mayores: una revisión sistemática de estudios cualitativos se citan barreras a nivel social y personal que dificultan mantener una vida sexual a una edad avanzada; entre algunas razones, "Los estereotipos sociales, los prejuicios de las personas con las que conviven, la falta de intimidad y la asociación de la sexualidad con la procreación o bien, con la obligación marital" .
Un libro que desmitifica estas ideas es el de Joan Price, ‘Ultimate Guide to Sex After 50’ (La guía definitiva para el sexo después de los 50) (Cleiss, Press, 2015), que permite entender que pese la edad, aunque no se tenga el sexo que se tenía con 20 o 30 años, sí se puede complacer de otros modos a uno mismo y a la pareja. También se señala que, si se abandonan estas prácticas, cada vez habrá menos apetencia.
Estar para el otro
Carla y Ramón, de 49 y 50 años, entrenadores personales, llevan casados 15 años y tienen dos hijas adolescentes. "Te mentiría si te dijese que tenemos la vida que deseamos a nivel social o en pareja, pero sí lo intentamos", destaca Ramón.
Ambos ocupan parte del día en el gimnasio y también entrenan a clientes por horas, fuera del mismo, sin desatender el cuidado de sus hijas, aunque admiten que hay fines de semana que las niñas se quedan con alguno de sus abuelos o tíos. "Criar a un adolescente es una misión complicadísima porque prácticamente te piden que abandones tu ocio para satisfacer el suyo. Un día lleva a una al cine y recógela, luego a la otra al centro comercial, a un concierto...", admite ella.
Sin embargo, desde hace unos pocos años procuran reservarse al menos una noche para ellos y hacer planes que les agradan a ambos. “Nos gusta arreglarnos y decir a las chicas ‘luego nos vemos’ y salir a cenar, a bailar, a tomarnos una copa con música relajante de fondo, desconectar del trabajo y las niñas y si es posible tener una noche de intimidad total”, continúa Carla.
La pareja confirma que esos ratos para ellos son muy necesarios porque se acarician, se miran, se interesan en saber más allá de la compra del supermercado, las facturas o las extraescolares. “Se trata de nosotros y nuestra relación, de cómo nos encontramos con nosotros mismos y el otro. Sirve, además, para decirnos lo mucho que nos deseamos y amamos sin interrupciones”, sostiene Ramón.
Afrontar nuevas etapas y cambios
Para Beatriz Trujillo, psicóloga sanitaria, sexóloga y terapeuta de pareja, es habitual la creencia de que pasados los 50 en la pareja se acaba el romanticismo y la pasión, aunque considera que debe tenerse en cuenta que hay momentos. “Percibimos las relaciones como una interacción de desgaste temporal, pero la forma en la que abordamos retos y cambios es la que marca la diferencia frente a tener una relación de calidad a largo plazo”, define.
Expresa que cuando comienza una relación, el enamoramiento hace que exista un enganche a la otra persona, con procesos de idealización, pero ese enamoramiento se va “porque sería difícil de sostener a nivel biológico”. “Luego se da el amor y somos capaces de aceptar a la otra persona con sus cosas buenas y no tan buenas. Asimismo, importarán las capacidades comunicativas de la pareja y otras habilidades adecuadas para seguir trabajando el nexo”, constata.
Trujillo argumenta que, si cada sujeto es consciente de que se añadirán responsabilidades, tipos de gestión, habituación a la pareja..., y uno se anticipa para que no afecte a la relación, trabajándolo, nutriéndolo y mimándolo individualmente y entre los dos, podrá mantenerse el vínculo fuerte. “Percibiremos a nuestra pareja como un lugar seguro, donde uno se siente comprendido, escuchado..., algo que puede resultar más potente que la química inicial”, indica.
Reavivar la llama
“Las horas rosas” es como denomina en terapia Lara Ferreiro, psicóloga, terapeuta de parejas y autora de ‘Adicta a un gilipollas’ (Grijalbo, 2023), a ese tiempo en pareja y recomienda que se haga una vez a la semana o cada quince días. “Cada uno tiene que hacer una actividad por el otro para reconquistar, por ejemplo, esta semana empieza ella y compra entradas para el teatro, la semana siguiente él hace un plan. Es necesario sorprenderse”, asevera.
Otro punto importante que resalta Ferreiro es que a la pareja le está prohibido hablar de cosas negativas o de hijos, sólo mirarse a los ojos, estar muy cariñosos y disfrutar de lo que están haciendo. “Tiene muy buena acogida entre a quienes se lo propongo. Resulta muy importante hacer esto para que la relación se mantenga viva y lo favorece la sorpresa y la novedad”, cuenta.
La psicóloga expone que las actividades novedosas en pareja activan el llamado circuito de recompensa del cerebro, se segrega dopamina, la hormona del placer y adrenalina, hormona excitatoria. “Nos sentiremos como en el periodo inicial, encantados el uno con el otro y compartiendo experiencias, por lo que conviene esforzarse para no perderlo”, recalca.
Exponer las necesidades de cada uno
Ferreiro recomienda no abandonarse en pareja, aunque se tengan hijos y cuando sea posible delegar en abuelas, amigos o contratar una canguro. “Por mucho que nos enfoquemos en los niños, si perdemos la pareja, perdemos la familia”, manifiesta.
Para esta especialista, “las horas rosas” son positivas para:
- Reavivar la conexión emocional, mental y física.
- Fomentar el romance y la pasión.
- Romper con la rutina y alcanzar el efecto novedad.
- Fomentar la comunicación.
- Sentirse más atractivo y fomentar la autoestima.
- Estar más relajado y reducir el estrés del cortisol frente a planes como viajes de placer.
- Poner el foco en lo bueno.
Ferreiro recuerda, además, que en España la media nacional para tener sexo es de unas 2 veces al mes cuando se está casado, con bastantes años en pareja y con hijos. Esta experta en sexología confirma que la monotonía destroza una relación y recuerda que, desde la plataforma de infieles por excelencia, Ashley Madison, se dice que la desconexión emocional, el aburrimiento sexual y no tener tiempo, es lo que más lleva a ser infiel.
“En nuestro país unos 8 millones y medio de hombres y 7 millones y medio de mujeres con pareja son infieles. Nos encontramos en máximos históricos de infidelidad porque faltan esos momentos de conexión e intimidad y uno se siente poco querido o deseado”, refleja Ferreiro, que confirma que en las parejas es clave una comunicación honesta para lograr una relación sana y duradera.