Cómo ayudar a tu pareja cuando ha sufrido malos tratos psicológicos
Enamorarse de una persona víctima de maltrato implica enfrentarse a miedos e inseguridades.
La mejor ayuda es respetar los tiempos del otro miembro de la pareja.
No se deben caer en actitudes paternalistas para no volver a crear una relación de poder.
¿Qué ocurre cuándo surge una pareja y uno de los dos miembros ha sido víctima de maltrato? Como en todas las relaciones, que se consolide o no forma parte de una alquimia cuyos artífices son los miembros de la pareja. Pero si en las experiencias previas ha habido episodios de violencia, las posibilidades de ruptura se multiplican. Uppers ha hablado con la psicóloga especializada en pareja Lara Ferreiro para que desentrañe esas dificultades y ayude a las personas que se enamoran de una víctima de malos tratos a encauzar la relación.
Resistencias por parte de la víctima
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Para que la ayuda sea efectiva, lo mejor es que el hombre conozca los sentimientos que van a aflorar en su pareja. "Lo primero que va a aflorar en ella son sentimientos de temor. Esto es como un ataque nuclear, el miedo de que le vuelva a ocurrir, que su pareja actual sea un maltratador, o bien que esta persona no la deje en paz y vuelva a aparecer en su vida", señala la experta.
¿Y respecto a la pareja actual? "Otro miedo frecuente es ceder demasiado. El maltrato siempre es escalonado y la mujer puede sentir que si cede en ciertas cosas, puede empezar a sufrir maltrato otra vez. Además si cree que la nueva pareja quiere apartarla de su círculo, tendrá miedo a sentirse aislada", asegura. Las resistencias entran también en el dormitorio de la nueva pareja: "otra resistencia habitual es no querer involucrarse a nivel afectivo con esa pareja. Tiene miedo a dar el paso o a tener una intimidad sexual. El otro miembro va a tener que ganarse la confianza".
Atención a las patologías
Además de una resistencia lógica, el peligro es que la víctima de malos tratos desarrolle alguna patología. "Algo frecuente es que sienta estrés post-traumático. Al empezar una nueva relación puede sufrir insomnio o empezar a sentirse ansiosa. Puede haber una retraumatización, incluso que sienta estigma y sentimiento de culpa por haber 'permitido' el maltrato. Y algunas mujeres pueden seguir enganchadas a su maltratador, aunque hayan roto los vínculos. Esto es peligrosísimo: tener expectativas de que puedan volver. Algunas víctimas desarrollan trastornos depresivos o ansiosos, o cometen un intento de suicidio", explica Ferreiro.
Las consecuencias de una relación de maltrato pueden llegar a la nueva relación. "Los miedos también pueden generar dependencia emocional hacia la otra persona", sostiene la psicóloga, que, sin embargo, ve algunos beneficios en las resistencias iniciales: "las resistencias son saludables, nos avisan de que hay un peligro. No tienen que irse en el corto plazo, forman parte de la sintomatología del trauma. Con los primeros meses, hay que ver si la relación merece la pena y la mujer puede abrir su corazón".
Los miedos
"Hay un lastre en forma de miedo, miedo a que tu nueva pareja no entienda qué significa ser una mujer maltratada y que te deje", explica Lara Ferreiro. En ocasiones el miedo al abandono se mezcla con otro tipo de temores. "La sexualidad de ella también puede estar condicionada, y, además, puede sentir un síndrome de indefensión aprendida, miedo a recaer en lo anterior. Las mujeres maltratadas tienen la autoestima destrozada y tienen que renacer como el ave Fénix", señala Ferreiro.
El escenario puede ser complejo si hay hijos de esa relación previa. "Si hay hijos en común con el maltratador, la situación se complica porque tiene que relacionarse con él, hay un vínculo. Ahí puede darse el síndrome de alienación parental, que los hijos se posicionen con el padre o que un hijo se comporte como un tirano y desarrolle el síndrome del emperador o que el padre impulse a los hijos a hacer daño a la madre. Si has rehecho tu vida, ver cómo sufre tu pareja es muy doloroso".
La ayuda de él: respetar los tiempos
En un caso así no hay recetas mágicas, pero sí un solo ingrediente: amor. "Lo principal es que el hombre sienta mucho amor hacia esa mujer y que no establezca estrategias de coacción, como regalos etc. Tiene que respetar sus tiempos. Si no hay relaciones sexuales al principio, tiene que entenderlo. Tiene que darle su espacio, no tiene que retraumatizarla. Tiene que darle muchísimo cariño y ser empático: que la entienda, que la respete, que la escuche, que la valore. Tiene que conocer todo lo que ella ha vivido, debe empatizar con su experiencia. Y si tiene miedo, tiene que protegerla. También tiene que conocer la sintomatología del maltrato", señala la experta
Enamorarse de una mujer que ha sido víctima de maltrato entraña riesgos. "La nueva pareja puede estar en medio de toda una vorágine de custodias de hijos o quizá de órdenes de alejamiento. Quizá no puedan hacer su vida libremente", advierte la psicóloga. El hombre puede también sufrir un conflicto emocional: "puede sentirse muy afectado cuando su pareja le cuente su historia. Va a sufrir por ella y es posible que haga suyos algunos miedos, teniendo en cuenta que ella está viviendo un trauma. Y, además, él también puede llevar a la relación una mochila emocional llena de experiencias".
El mejor apoyo: comunicación y empatía
Para vivir una relación con una víctima de violencia de género es fundamental afinar dos 'músculos': la comunicación y la empatía. "Saber comunicar las emociones es fundamental. La nueva pareja tiene que llegar a un pacto o negociación de normas: qué se permite y que no", asegura la psicóloga. En su experiencia "el hombre tiene que saber transmitir lo que siente, ser muy empático para empatizar con la historia de ella, saber que al principio hay resistencias que la están protegiendo. Pero si él, con actos, con palabras, le demuestra que vale la pena, las barreras irán cayendo poco a poco".
La información cumple un rol fundamental. "Hay que comprender el 'equipaje emocional' de la mujer, saber qué es lo que ha vivido. Puede, por ejemplo, ir a una asociación de víctimas donde pueda informarse. La tiene que querer de verdad y de una manera sana. Tiene que respetar sus tiempos, nunca criticarla ni ser tóxico. Tiene que darle un apoyo sano y no caer en relaciones paternalistas, donde él adquiera el rol de salvador. Ahí volveríamos a una situación de poder o pérdida de equilibrio y no a una relación de adultos en equilibrio, donde se quieren y se respetan", explica Ferreiro.
Además del cariño y la empatía, la ayuda más importante es impulsarla a que sea la mujer que fue. "Nunca debe interferir en su libertad, en lo quiera hacer. Ella debe ser libre y decidir. El objetivo es que vuelva a sentirse como antes del maltrato y pueda recuperar su autoestima y su vida", resume la experta.
Cuándo acudir a terapia
Para la psicóloga, hay que saber dónde comienza lo patológico. "Si la mujer no es capaz de realizar sus actividades vitales, no come, no duerme y hay un miedo que paraliza, habría que realizar una terapia individual. Hay que curar esas heridas del pasado.
En otras ocasiones, conviene ir a terapia si la víctima piensa que puede volver con su maltratador", señala esta experta. En su opinión, la terapia de pareja puede ser muy adecuada si el hombre no sabe exactamente qué significa el maltrato desde el punto de vista emocional y qué consecuencias puede ocasionar en la vida de la víctima y en dinámica de pareja.