"Si me volviera a separar, lo haría diferente": cinco consejos de divorciados por si puedes ahorrarte errores
El divorcio, describe la socióloga Eva Illouz, es la "ruina ardua y altamente institucionalizada de un compromiso formal". Un proceso costoso en el fondo y forma por el que pasan unas 90.000 personas al año en España. Preguntamos a varios divorciados qué harían mejor si lo tramitaran de nuevo
En El fin del amor: una sociología de las relaciones negativas, Eva Illouz describe el divorcio como "la forma más institucionalizada de desamor", la "ruina ardua y altamente institucionalizada de un compromiso formal". Cuando la parte emocional ya ha tocado fondo, viene entonces este proceso burocrático y costoso que a menudo supone un desgaste añadido al propio duelo. Se trata casi siempre, como explica la socióloga, de una "decisión consciente y prolongada" que "involucra instituciones legales, incurre en sanciones y es intensamente discutido". Una gestión de lo material y legal que no siempre resulta como gustaría.
Con un total de 91.645 divorcios en España en 2019, que se produjeron en un 32,8% entre personas que llevaban de media 20 años casados -en datos del INE-, preguntamos a varios baby boomers divorciados qué errores de este trámite enmendarían si pudieran.
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Xavier, 57: más información previa para invertir bien el dinero
Me divorcié en 2001. Me arriepiento, en primer lugar, de no haberlo hecho antes y haber dado la cara, porque estuve varias años teniendo una segunda vida. Lo que no haría es ir a un abogado cualquiera sin preguntar antes. Al que fui, me hizo las capitulaciones y por escribirlas me sacó 3.600 euros. Me dijo que era el precio de acuerdo a los bienes que tenía y al dinero que hay. Entonces entendí que lo que me estaba cobrando no era por el trabajo en sí. Mi divorcio no supuso demasiada complicación porque se hizo de manera amistosa y generosa por mi parte, ella no tenía trabajo y se quedaba más limitada a nivel económico. Lo que me fastidia es no haberme informado mejor antes porque la redacción del convenio regulador se paga normalmente a unos 500 o 600 euros, según he sabido después, y no a 3.600.
También me queda la espina de no haber peleado más por la custodia compartida. Aunque hemos tenido y seguimos manteniendo buena relación, querría haber estado más presente en la vida de mis hijos. Sobre todo para el tema de los estudios, para que no los dejaran como le paso al mayor.
Juan José, 61: mente fría y mirar al futuro en las negociaciones de bienes
Yo lo primero que tengo claro es que no me volvería a casar de nuevo, eso de entrada. Toda la cuestión burocrática es un engorro además de muy cara. En mi caso, fue mi ex mujer quien me pidió el divorcio porque quiso volver a casarse. Me arrepiento mucho de haber compartido los costes del divorcio. Y también de que a la hora de separarme, con tal de no tener discusiones porque estaba en un momento complicado, cedí con el reparto de bienes en vez de pensar más a futuro y pelear por más; ya que además la ruptura fue a causa de una infidelidad y tenía eso a mi favor.
En caso de volver a verme en una situación parecida, pelearía más por lo mío dejándome llevar menos por mi estado de ánimo y sería más tajante para no pagar (de manera literal) por una serie de errores que no fueron míos.
Elvira, 49: abogados amigos, mejor no
Mi divorcio fue algo excepcional, por lo menos eso me dijeron e el juzgado. No tenía hijos y eso lo hizo más sencillo. Yo lo que no volvería a hacer nunca es volver a buscar un abogado que sea amigo porque al final no se sabe muy bien en qué posición se va a poner. Al final a mí no me salió del todo bien, aunque bueno, yo ni le reclamé nada ni quise nada: firmé lo que era mío y lo de él siguió siendo suyo. Esperé un tiempo para dar el paso de la separación al divorcio, por aquello de si te arrepientes y estar más segura, pero la verdad es que por lo demás fue muy rápido y corto.
Manuel, 60 años: no distanciar en el tiempo la separación del divorcio
Lo único que no volvería a hacer es no distanciar tanto en el tiempo la separación del divorcio porque luego me supuso ir al juzgado otra vez y volver a ir al notario. Tiene sus inconvenientes, primero porque te quedas en un terreno legal baldío y segundo y fundamentalmente porque costó ir otra vez al juzgado con procurador y abogada y luego al notario, que me costó otros 1.800 euros. Hasta que no tuvimos el divorcio no desligamos la hipoteca. Si lo hubiéramo hecho todo de una tacada, al separarnos y vender la casa, alguna cosa que aún quedaba a medias hubiéramos evitado tener que repartirla después. Habría ahorrado el trámite y el dinero. Tampoco en lo personal es lo mejor, si te ves después de tanto, mejor verse para otras cosas más agradables.
Trinidad, 52: respetar las obligaciones de visita con los hijos, prioridad
Mi divorcio está siendo una pesadilla. Todavía estoy en proceso de juicio. Lo primero que me habría gustado que fuera diferente es haber llegado a un acuerdo amistoso. Pero no lo hicimos por él, que no quiso el convenio regulador. Sí me arrepiento de no haberlo denunciado por el incumplimiento del pago de las pensiones. Y también me arrepiento de no haber hecho hincapié en que se cumpliera la parte de la sentencia por la que mi hijo, cada quince días, tenía que ir a ver a su padre. El padre dijo que no y no se cumplió -también porque mi hijo no quería, pero bueno, al ser menor yo le podría haber obligado-.
Si después de que mi ex se largara mi situación económica se hubiera quedado bien y no hubiera habido un engaño por su parte, posiblemente hubiera finiquitado todo más ra¡ápido y hubiera pensado que no me compensaba meterme en estos follones y estos malos ratos. Pero claro, mi situación es un poco atípica puesto que me quedé sin absolutamente nada, me engañó como una china y entonces tenía que pelear por ello. Gastarmes los cuartos en una abogada, en la mejor, ha sido lo mejor que he podido hacer.